10 Feb Los libros del futuro
Por Martín Jali
Cuando Gutenberg inventó la imprenta de tipos móviles, dio comienzo a una revolución imparable que generó, por ejemplo, que vos tengas esta revista en tus manos. Más de cinco siglos después, los libros digitales ya han dejado de ser una novedad y prometen modificar los parámetros y la dinámica de la industria editorial. Veamos: si hace diez años el volumen de ventas de e-books representaba solamente un 0,05% de los ingresos del sector, hoy, según el informe anual BookStats, confeccionado por la Asociación de Editores Americanos, las ventas de libros electrónicos han alcanzado un 20% de la facturación total de la industria editorial estadounidense. Es más: apoyado en la cada vez más vertiginosa migración de formato, el sector editorial norteamericano viene repuntando, después de años en caída libre: un movimiento de 15.000 millones de dólares en 2012, que da cuenta de un crecimiento de 6,9% con respecto a 2011.
Mientras la Feria de Frankfurt, la más grande del mundo, amplía cada vez más su sector tecnológico y comienza a debatir, con menor temor que en otras ediciones, la expansión del e-book, la industria argentina ha comenzado a abrir las puertas a la era digital.”Para empezar, toda editorial grande ya tiene su catálogo de e-books. En segunda instancia, cada vez hay más editoriales chicas que empiezan a trabajar en este formato, es más, hay editoriales que solamente editan e-books. Esto es muy interesante: gracias a Internet se puede acceder a una distribución mundial y a un acceso inmediato a todo el planeta, lo que es alucinante”, comenta Damián Ríos, co-director del sello Blatt & Ríos y organizador, junto a Mariano Blatt, de la primera Feria de e-books del país. Así, debido a los altos costos de impresión, el almacenamiento físico y la distribución de los libros en papel, los e-books presentan un panorama tentador para gran cantidad de sellos. Blatt 6 Ríos, por ejemplo, ha visto crecer paulatinamente el volumen de ventas de libros electrónicos: 40 e-books en 2010, el doble en 2011,400 en 2012 y, en lo que va de 2013, se están acercando a los 1.000 ejemplares. Con la distribución mundial a través de plataformas como Amazon o Bajalibros -que suma más de 50.000 títulos en español- el e-book presenta otro plus para los lectores: su precio de venta representa un 25% de su precio en papel. Así se multiplican los sellos que editan solo en formato digital: Determinado Rumor (www. determinadorumor.com.ar), editorial de poesía contemporánea dirigida por Sebastián Morfes; Los Proyectos (www.los-proyectos.com.ar), a cargo de Cecilia Espósito; o De parado (www.deparado.tumblr.com), literatura erótica y porno gay en formato ePub. La Bestia Equilátera (www.labestiaequilatera.com.ar), editorial argentina que tiene en su catálogo a autores como Kurt Vonnegut, David Markson y Muriel Sparks, se lanzó al ámbito de la edición digital en 2012.”Sabemos que nuestro catálogo, por su calidad y universalidad, puede interesar tanto a un público local como extranjero. Esa fue una de las principales razones por las que lo hicimos: nos parecía una manera rápida y relativamente sencilla de llevara La Bestia a todos los rincones donde exista un lector interesado en la buena literatura”, cuenta Maxi Papandrea, editor y coordinador editorial del sello. El balance que hacen desde la editorial es positivo.”Porahora, la ventas de los e-books no pueden compararse con las del libro en papel, pero crecen mes a mes, a medida que la gente empieza a incorporar a sus hábitos de lectura la posibilidad de leer con sus smartphones, tabletas o dispositivos. El papel y el e-book no son excluyentes, no es una forma o la otra”, concluye.
Para las megaeditoriales, el panorama en relación con los libros electrónicos es otro. En el caso de Random House Mondadori, la ramificación de formato comenzó hace 4 años en el mercado de habla hispana. En estos casos, la creación de catálogos digitales que acompañan al de papel comenzó como una estrategia de posicionamiento pero hoy es un negocio en constante crecimiento.”Cada formato conlleva sus propios costos: producción, distribución, comercialización. Muy por el contrario de lo que se cree, la comercialización de e-books requiere por parte de la editorial mucho trabajo, ya que ampliamos el territorio de ventas de una forma espectacular”, cuenta Catalina Lucas, digital manager de RHM Argentina. Ante la dinámica de la Web, la era digital presenta nuevos desafíos, que otras industrias como la cinematográfica y la musical ya han transitado. En este caso aparece expresado en la sigla DRM (Digital Rights Managment): un programa que encripta la información de cada archivo de lectura y limita su transmisión a cierto número de dispositivos. Una manera de proteger los derechos de autor y la comercialización a gran escala. “La primera obligación de los editores es que los textos y los autores que eligen para su catálogo sean leídos. La segunda obligación de un editor es hacer que su negocio sea rentable, para sí mismo y para el autor. De todas maneras, permitiendo la libre circulación, los autores se ven beneficiados porque el mercado tiende a seguir determinados sellos”, opina Damián Ríos sobre el tema. Mientras tanto, otras editoriales aguardan una mayor expansión del e-book y el momento en que estos se establezcan, tanto comercial como culturalmente. “La edición digital nos interesa pero no estamos dedicados a eso todavía, aunque sí está en nuestro universo de proyectos que nos gustaría concretar. Tal vez se deba a que no percibimos que tenga todavía tanta fuerza en el país, y requiere de un gran trabajo. Sí creemos que explotará sus potencialidades en un futuro a mediano plazo”, opinan Diego Esteras y Ezequiel Fanego, a cargo de Caja Negra. Para Sol Echeverría, co-editora de Excursiones junto a Nurit Kasztelan,”la lectura en digital está presente en el imaginario como un proceso inminente, es para muchos ‘lo que se viene’. Por este motivo, varios sellos auto-gestionados hacen una apuesta radicalmente diferente a la tecnológica: se inclinan por la fabricación de libros artesanales o, como nuestro caso, por libros industriales con un plus estético y artístico”. Habrá libros, entonces, en distintos formatos y plataformas de lectura, porque lo más importante, como expresa Ríos, es ampliar las fronteras, dar a la gente la posibilidad de leer, en papel o en digital.
REVISTA CIELOS ARGENTINOS