Jason Collins ganó una batalla

Jason Collins ganó una batalla

En abril de 2013, Jason Collins declaró ser homosexual en una carta publicada en la prestigiosa revista Sports Illustrated: “No quiero que mi raza me defina más (es negro) y tampoco mi orientación sexual. No quiero ser etiquetado. Estoy en contra del estereotipo gay.”
Tras esa confesión, pasó casi un año hasta que el basquetbolista de 35 años y 2,13 metros de altura consiguió equipo en la NBA. Antes había pasado por siete franquicias diferentes y ayer volvió a jugar. Brooklyn Nets, dirigido por su amigo Jason Kidd, le hizo un contrato por diez días y el pivote se convirtió en el primer jugador abiertamente gay de la NBA.
Esa liga estadounidense era la única que faltaba “salir del closet” La NFL (fútbol americano) ya lo había hecho con jugadores como Michael Sam, quien dijo que “quiero ser recordado como el jugador de fútbol Michael Sam y no como el jugador gay de fútbol Michael Sam”. Mientras que desde la MLB (ligas mayores de béisbol) anunciaron el año pasado la revisión del código de conducta para proteger a los beisbolistas de la discriminación y el acoso por la orientación sexual.
La situación de Collins llegó hasta el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, quien manifestó que “no puedo estar más orgulloso de él”, mientras que la primera dama, Michelle Obama, siempre lo incluyó en los actos políticos contra la discriminación en el último año. El comisionado de la liga, Adam Silver, señaló: “Sé que todos en la NBA están emocionados por él y orgullosos de que nuestra liga promueva un ambiente tolerante y respetuoso”.

RECIBIMIENTO
Más allá de jugar apenas 10 minutos, sin puntos y con cinco faltas, en el partido que Brooklyn Nets le ganó 108-100 a Los Angeles Lakers, Collins recibió la ovación de la noche.
“La gran preocupación es que los deportistas gays se comporten de manera poco profesional en el vestuario. Créanme. En 12 temporadas me he duchado muchas veces con mis compañeros. Mi comportamiento no fue un tema antes y no lo será ahora. Mi conducta no cambiará. Todavía soy un modelo de discreción. Lideraré con el ejemplo y mostraré que los jugadores gays no son diferentes de los heterosexuales”, afirmó Collins.
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