Ya pasó un año… ¡y nadie dice nada!

Ya pasó un año… ¡y nadie dice nada!

Por Sebastián Cutugno
Enero suele ser muy caluroso y sus noches muchas veces espantan el sueño. Se sabe, cuando uno se desvela no es permitido cerrar los ojos, entonces asoman los recuerdos. Se potencian los logros, se festeja la alegría, se aplaude la vida, pero también se lamenta lo perdido. Lágrimas que cualquier tipo nacido más allá de la General Paz, amante de los caballos, verá brotar de sus ojos cuando caiga en la cuenta que ya llevamos un año sin Copa UTTA. Se dará cuenta que ya no verá el hipódromo de su pago chico colmado, disfrutando ver en acción los mejores caballos de tierra adentro, tampoco el show musical que acompañaba cada acontecimiento, ni “en el lugar del otro”, ni trabajadores felices y orgullos. El sueño duró cuatro años y, dicen, se murió por la desidia y el desinterés de muchos. Pero nadie podrá ignorar que Carlos Felice y sus trabajadores, marcaron el camino del se puede. Los “simples”, la gente común, la que mama el día a día de los caballos de carrera, así lo entendió. Los otros, la dirigencia, los que sintieron tocados sus intereses de un turf cerrado, egoísta y unitario, no. La Copa UTTA, está claro, no se apagó por si sola, muchos soplaron para apagar el fuego que, entre sus llamas, permitía soñar con un hípica mejor, para todos, con inclusión. No lo lograron, claro, el fuego perdura y la antorcha está por estos días en La Flores (Santa Fé). Desde las orillas del Salado, su pago chico, Carlos Felice y su gente se empecinan en demostrar que es posible un turf federal, distinto. Allí está el volcán de la pasión y la emoción y, se sabe, el volcán nunca se apaga y cuando explota barre con todo lo que pretende ponerse en su camino. Algunos festejan la “muerte” de la Copa UTTA, poco tiempo de alegría malsana les queda por delante. Dicen que murió, yo prefiero pensar que esta descansando y que cualquier domingo de estos, en algún hipódromo chacarero, aparezca otra vez, valiente como ella sola, dispuesta a librar la batalla final por el sueño de los paisanos.