Robos y saqueos en Córdoba durante un acuartelamiento policial

Robos y saqueos en Córdoba durante un acuartelamiento policial

Por Orlando Andrada
Un repentino conflicto policial con el autoacuartelamiento de efectivos sacudió ayer la provincia de Córdoba, donde se sucedían robos, saqueos y hechos vandálicos en la capital y principales localidades del interior.
Por lo menos dos supermercados de la cadena Cordiez habían sido saqueados durante la tarde, ante la ausencia de policías y patrulleros. Por la noche, la situación se tornó por demás compleja. Un grupo de jóvenes asaltó un súper chino en avenida Ricchieri 2700, de barrio Jardín. Se llevaron dinero y mercadería en carritos. Otro supermercado de la cadena Chango fue saqueado, lo mismo que numerosos locales en la avenida Fuerza Aérea.
Al cierre de esta edición la situación parecía fuera de control. Testimonios de vecinos hablaban de “robos a mansalva”, incluso en la zona céntrica. En las redes sociales se repetían mensajes de la presencia de delincuentes comunes en las calles sin control.
El primer lugar, fue saqueado un supermercado en Ricchieri 4200 del barrio SEP, a pocas cuadras de donde se encuentran concentrados los policías en huelga.
Alrededor de 50 personas irrumpieron por la fuerza en el local y, tras amenazar a los empleados para que no opusieran resistencia, arrasaron con la mercadería, incluso con las bebidas alcohólicas.
Otro episodio similar ocurrió minutos más tarde en una sucursal de la misma empresa, en avenida Vucetich al 6700 del barrio Ituzaingó, donde también un nutrido grupo de personas levantó por la fuerza las persianas y se apoderó de mercaderías.
Durante la noche se reportaron ataques a pequeños supermercados barriales en distintos sectores de la ciudad, así como asaltos a automovilistas en los puentes sobre el río Suquía.
Al estallar la protesta, ayer a la madrugada, el gobernador José Manuel de la Sota se encontraba en viaje hacia Colombia para asistir a un encuentro de gobernantes. Sus colaboradores lo alertaron de la gravedad de la situación durante una escala en Panamá, ante lo cual De la Sota comunicó su determinación de interrumpir el viaje y regresar de inmediato a Córdoba. Se esperaba anoche su arribo.
Durante la jornada hubo intensas reuniones en el Centro Cívico, de las que participaron el jefe de gabinete, Oscar González; la ministra de Seguridad, Alejandra Monteolivo, y el jefe de policía, comisario César Almada.
Fuentes extraoficiales dejaron trascender que el gobierno de la provincia no realizaría una contraoferta a los policías acuartelados y que además quedaba condicionado al cese de las medidas de fuerza un aumento del 52% en los servicios adicionales que había prometido la ministra de Seguridad.
De todos modos, no hubo definiciones oficiales a la espera del regreso del gobernador. Ningún funcionario habló del tema.
El autoacuartelamiento de efectivos del Cuerpo de Acción Preventiva (CAP) 4 y 5, en el cuartel del barrio Cerveceros, se disparó durante la madrugada para exigir un salario mínimo de 13.000 pesos.
Con el correr de las horas confluyeron más policías de otras áreas operativas y del Servicio Penitenciario, así como de algunas comisarías del interior de la provincia. Al mismo tiempo, en distintas localidades se improvisaban acuartelamientos o asambleas de los policías, a la espera de novedades desde la capital. Una de las principales concentraciones se registraba a un costado de la ruta 9, en el acceso a las ciudades de Jesús María y Colonia Caroya.
La protesta policial fue promovida desde días atrás por las esposas y los familiares de los policías, quienes protestaron en la jefatura de la fuerza y frente a la sede del gobierno.
En el cuartel del CAP de Córdoba se concentraron unos 4000 autoacuartelados -la policía tiene 22.000 efectivos- y amenazaron con no retomar los servicios.
Ante ello, el jefe de la policía envió un emisario para negociar y convocar a un encuentro para debatir un petitorio de 14 puntos sobre salarios, aumento en los adicionales y mejoras en las condiciones laborales.
LA NACION