08 Dec Norte de Chile: cerca de las estrellas
Por Luján Francos
Chile siempre tiene razones para conquistar a los visitantes. Las regiones del Norte Grande y Norte Chico, por ejemplo, son de aquellas que lo tienen todo para enamorar. La lista de lugares a conocer es vasta y diversa. Allí se encuentra, por ejemplo, el Desierto de Atacama, que con sus cielos claros (se calcula un promedio de 300 noches despejadas por año) es un excelente sitio para observar las estrellas. No en vano esta zona reúne a un tercio de los telescopios que existen en el mundo y a varios de los más importantes observatorios astronómicos, como Cerro Paranal y Proyecto ALMA, ubicado este último a 5.000 metros de altura. De hecho, próximamente se construirá en el cerro Armazones de Chile, a 3.060 metros de altitud y a 20 kilómetros de Paranal, un centro que contará con el European Extremely Large Telescope (E-ELT), el telescopio más grande del mundo.
Paisajes lunares
La arqueología también cumple un papel protagónico en la geografía del Norte Grande chileno -que abarca desde el límite con Perú hasta el río Copíapó- y que está compuesta por las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y la mitad norte de Atacama. Muy cerca de San Pedro de Atacama, el Valle de la Luna brinda una sensación similar a lo que mucha gente imagina que sería una visita a otro planeta: es que sus suelos rojizos y secos de los largos períodos sin lluvia remiten a la superficie de Marte. El pueblo histórico ha crecido gracias al turismo, pero hay una característica que no perdió: es un lugar apto para desorientados ya que es imposible perderse en un pueblo que cuenta con una única calle principal con restaurantes y hoteles, y pequeñas calles laterales en las que sólo se ven algunas viviendas y vehículos.
Para quienes estén en buen estado físico, subir a pie la Duna Mayor no será un desafío. Desde la cumbre se observa un paisaje increíble, despejado y relajante. Y para los se atrevan a levantarse más temprano que el sol, la excursión a los geiseres El Tatío, a 4.300 metros de altura, es una opción de la que no se arrepentirán. Es que es antes del amanecer cuando hace más frío y el vapor de agua puede apreciarse mejor.
Cobre y piedra
La minería es característica de Chile, y la mina de cobre de Chuquicamata, ubicada a 16 kilómetros al norte de la ciudad de Calama, es considerada la más grande en su tipo. Un almuerzo con los mineros, una clase magistral de cómo se obtiene el cobre en este enorme espacio de 4,5 kilómetros de largo, 3,5 de ancho y 800 metros de profundidad, y luego una práctica con casco incluido para cada uno de los visitantes, hace de esta visita una experiencia inolvidable y divertida.
A menos de cien kilómetros de la ciudad de Iquique se encuentran los geoglifos de Cerro Pintado, declarados Monumento Nacional. Otros monumentos nacionales que vale la pena conocer en los alrededores son el Pucará de Quitor, que es una fortaleza de la época preincaica, construida con piedras, y el de Lasaña, ubicado al norte de San Francisco de Chiu Chiu.
Días de playa y pisco
La región del Norte Chico está delimitada por el río Copiapó en el norte y el río Aconcagua en el sur. Está formada por la parte sur de la Región de Atacama, la Región de Coquimbo, y la zona norte de la Región de Valparaíso.
Aquí se encuentra la segunda ciudad más antigua de Chile, que fue fundada en 1544 y que es reconocida por sus playas sobre el océano Pacífico: La Serena. Esta ciudad es una de las más concurridas del país, gracias a la escasez de lluvia y las temperaturas agradables que son propias de sus trece balnearios.
Varias son las actividades que se pueden elegir en La Serena. Para quienes gusten ahondar en la bebida tipica del país trasandino, la Ruta del Pisco es una gran opción a lo largo de los viñedos del Valle del Elqui. Además, vale la pena sumarse al city tour para conocer la historia de esta ciudad a través de su Plaza de Armas, la iglesia catedral, los museos, parques y su Faro Monumental. La naturaleza es en gran parte responsable de que el norte chileno sea un gran destino turístico. Con una cima argentina y una chilena, el complejo volcánico Nevado Ojos del Salado, uno de los hitos de la región, pertenece a la Cordillera de los Andes y se ubica en el límite entre la Argentina y Chile. Con 6.891 metros se destaca como el volcán más alto del mundo. Por su parte, el Parque Nacional Pan de Azúcar es el área de protección más importante de la región. Allí se pueden ver guanacos y pingüinos de Humboldt, y se pueden realizar actividades como trekking, paseos en bicicleta, natación, pesca y buceo, y más. Un abanico de posibilidades que se descubre paso a paso, al ritmo que el visitante le imponga.
REVISTA CIELOS ARGENTINOS