Los bancos apuestan a las finanzas de las parejas gay

Los bancos apuestan a las finanzas de las parejas gay

Por Camilla Hall
Recién el mes pasado las parejas homosexuales de Estados Unidos empezaron a disfrutar de los mismos derechos federales que las heterosexuales.
Daniel Smith cambió su estado en Facebook a “casado” hace cinco años, porque así es como se consideran él y su compañero Michael pese a que en realidad no formaban un matrimonio legal. Ahora, la pareja piensa registrar oficialmente sus lazos emocionales en New Jersey, donde viven y estado norteamericano que hace un mes pasó a ser uno de los quince en reconocer el matrimonio de personas del mismo sexo. Además el paso que darán les permitirá ahorrar miles de dólares por año en impuestos y seguro.
Ahí es donde surge una oportunidad en el sector bancario. Con las leyes de matrimonio gay, nunca fue tan complicado la planificación financiera de las parejas del mismo sexo. Y es por eso que los asesores financieros salieron a ofrecer sus servicios de asesoría en riqueza especialmente a los denominados “dinks” (por doble income, no kids), parejas sin hijos que generalmente cuentan con ingresos disponibles para invertir.
La planificación financiera es significativamente más complicada para los matrimonios homosexuales dado que menos de una tercera parte de los estados norteamericanos reconocen esas uniones. Muchos de ellos necesitan asesoramiento sobre las implicancias financieras del matrimonio en todos los ámbitos, desde la Seguridad Social e impuestos a las ganancias hasta la redacción de testamentos y la compra de un seguro de vida.
““El panorama es aún más complicado ahora que hace unos pocos años””, explicó Kyle Young, socio del grupo de asesoría especializado en LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) que pertenece a Wells Fargo. ““Muchos clientes no saben cómo ocuparse de eso y algunos asesores tampoco tienen conocimientos””, agregó.
Los bancos tomaron nota. Wells Fargo, Morgan Stanley, Bank of America y JPMorgan compiten activamente por la administración de riquezas de casi 4% de los residentes norteamericanos que se identifican como homosexuales, bisexuales o transexuales.
La situación cambió abruptamente desde junio, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la definición de matrimonio del gobierno federal, que lo consideraba únicamente como una unión entre hombre y mujer.
““El último fallo despertó el interés de muchos de nuestros clientes LGBT con patrimonios elevados””, aseguró Darren Spedade, oficial de banca privada de JPMorgan. El banco está publicando investigaciones dirigidas a homosexuales.
Bank of America recibe más consultas entre sus clientes actuales: “”Definitivamente vemos un incremento, cada vez que cambian las cosas, la gente pregunta. Hay clientes que en este momento, particularmente después de los anuncios, me piden acercarse para hacer cambios””, contó Bill Moran, asesor financiero de Merrill Lynch.
Mediante su red interna de LGBT, la banca privada de Credit Suisse en Nueva York está lanzando un producto de inversión en acciones estadounidenses que está ligado a las compañías que adoptaron políticas gay-friendly.
EL CRONISTA