26 Dec Jennifer Lawrence: “rebelarse no es malo, ni mucho menos”
Por Diego Gez
A los 23 años, Jennifer Lawrence alcanzó alturas que la mayoría de nosotros ni siquiera pudo imaginar en sueños. Ganó el Oscar a la mejor actriz con su segunda nominación y ahora vuelve a protagonizar una de las mayores franquicias de Hollywood, Los juegos del hambre. Sin lugar a dudas, es una de las estrellas más grandes del mundo pese a su corta edad, pero de alguna manera logró mantenerse auténtica, divertida y sin cambiar demasiado. Jennifer Lawrence no es sólo la nueva “novia de América”, sino que es la novia de los adolescentes y jóvenes del mundo entero.
De alguna manera, su fama la hizo cada vez más difícil de ubicar para el mundo de la prensa, especialmente si hablamos sobre la posibilidad de entrevistarla por su rol en la segunda parte de la saga: Los juegos del hambre: En llamas. Así que lo único que queda por hacer es esperar una conferencia de prensa en la que se compartirá a la actriz con cientos de medios del mundo.
En el film que llegó a Buenos Aires a mediados de noviembre, su contacto con los periodistas fue ameno pero distante, hilarante pero serio a la vez; pudo escuchársela dar opiniones sobre esta secuela del film rodada en Hawaii, los trajines de la fama, su relación con los paparazzi y su eterna seducción en pantalla.
“Volver a interpretar un papel que hice en el pasado resultó un poco extraño, pero sin embargo tenía esta idea cuando firmé para hacer todas estas películas y sabía que sería probable interpretar al mismo personaje en un futuro. Nunca hice algo parecido en el pasado porque siempre me jugué por realizar un personaje totalmente nuevo. Pero interpretar a Katniss otra vez tuvo sus novedades, especialmente bajo circunstancias completamente nuevas. Ella cambió y cambió mucho”, dijo sobre su personaje.
–En esta película, a pesar de toda la acción, Katniss no puede decir adiós a su familia, al mismo tiempo que impulsa a una especie de rebelión colectiva. ¿Creés que es algo que va a inspirar a los niños el activismo de la pantalla?
–Si en nuestros días existe una nueva generación que siente que no debe hablar en contra de algo, entonces yo espero que lo haga. Es difícil ser una sola voz y ser singular. Creo que lo importante es no ser una oveja en esta sociedad, sobre todo si sos joven. Estamos tan metidos en hacer lo que siempre está bien que nos olvidamos de cuestionar las cosas. Rebelarse no es malo, ni mucho menos. Se trata de un proceso que si no nace en la juventud difícilmente logre desarrollarse mas tarde. ¿Para qué se es joven si no es para rebelarse con mucha pasión?
–¿Fue importante para vos mostrarte como una líder creíble?
–Sí. ¡Necesitaba que todos supieran que estaba a cargo! (risas). Sólo quería que todos estén cómodos. En realidad, tengo esa necesidad de que cuando estamos trabajando todo resulte de la mejor manera posible. Hay mucha gente metida en una película, así que lo mejor que nos puede pasar es que los que somos protagonistas ofrezcamos lo mejor de nosotros para que todo salga de maravillas. Si bien en la película soy una especie de líder, fuera del set intento que los que me rodean gocen de lo mismo. En ese sentido soy parecida a mi personaje: una chica común que busca ser líder por algo importante, o más bien porque se necesita un líder y ella está ahí.
–¿Cómo interactúa tu personaje con el amor? Digamos que en ese aspecto tenés una relación un poco complicada.
-No quiero adelantar mucho, pero mi personaje se ve afectado por un hombre que trabaja en el Capitolio. Al principio no le prestará mucha atención, pero más tarde se verá algo seducida. Será como una especie de amistad un poco rara. Es un punto particular en la película. Creo que las novedades en el guión son las que hacen que este film sea lo esperado. Eso fue lo que nos llevó a cada uno de los participantes de la película a dar nuestro consentimiento.
–La película fue filmada en Atlanta pero las escenas más fuertes fueron hechas en Hawaii. ¿Cómo fue esa última instancia?
–Definitivamente fue como filmar una película diferente, y te garantizo que filmar en Hawaii fue muy estresante. Es un lugar que tiene algo no muy grato para trabajar pero que es un ideal para vacacionar. Sin embargo, tanto los actores como toda la crew funcionamos como una gran familia. Y para eliminar ese factor estresante, entre toma y toma nos íbamos a nadar, así que esa libertad que finalmente alcanzamos fue perfecta para llevar a la pantalla.
–Muchos paparazzi los siguieron durante el rodaje. ¿Fue difícil trabajar como siempre bajo esas circunstancias?
–A veces no estaban allí cuando filmábamos escenas fuertes, porque la producción se encargaba de ellos. Todo se volvía diferente cuando teníamos tiempo libre. Cuando se está trabajando son una distracción, y cuando no lo hacíamos se volvían molestos. No siento que deba saberse lo que hago en mi vida cuando no trabajo, sin embargo no todos piensan así; hay mucha gente que piensa lo contrario. Me gustaría tener la suerte que tienen otros de no contar con tantos paparazzi alrededor.
–En el film tenés grandes escenas con Donald Sutherland y Philip Seymour Hoffman. ¿Te sentís como un igual ante ellos o en algún momento te cuesta creer que trabajás con semejantes actores?
–¡Antes de reunirme con ellos me pinché un poco el brazo para creerlo! (risas). Pero después los conocés y son solo Phil y Donald. La verdad es que mentiría si dijese que nada te pasa cuando te mencionan esos nombres. A veces me preguntaba si era yo la que estaba haciendo una película con ellos. “¿Realmente me está pasando esto?”, me preguntaba. Son increíbles ambos y es un placer compartir tiempo y trabajo con ellos.
–En estas películas, siempre y detrás de escena, los actores suelen ser muy graciosos y hacen bromas antes de salir a filmar. ¿Cómo lidiaste con la concentración antes de cada toma?
–¡Dios mío, eso fue algo muy difícil de asimilar! Todos mis compañeros son completamente hilarantes dentro y fuera del set. Josh Hutcherson, Liam Hemsworth y Woody Harrelson son unos comediantes increíbles con los cuales es imposible no reírse al minuto de conocerlos. Tu pregunta es interesante porque, aunque parezca mentira, volver al set con tanto humor, en una escena difícil de la película, implica una concentración extra. Y con ellos no se puede.
–¿Cómo lo solucionaste?
–Tuve que irme del tráiler de alguno de ellos ante lo inminente de una escena comprometida. Optaba por concentrarme en mi espacio, repasar el guión por más que ya lo supiese, y mantener el foco exclusivamente en lo que estuviese por filmar.
–¿Y cuando el trabajo terminaba?
–Ahí sí me reunía con todos para disfrutar de nuestra compañía. Trabajar con ellos fue un lujo que seguiremos teniendo en el futuro.
TIEMPO ARGENTINO