El Jockey Club se desprende de una parte del hipódromo

El Jockey Club se desprende de una parte del hipódromo

Por Mauricio Giambartolomei
El Jockey Club comercializará una porción de cuatro hectáreas del predio de más de 300 que ocupa el Hipódromo de San Isidro y que serán integradas al casco urbano de ese municipio. El proyecto prevé la construcción de viviendas y oficinas de no más de tres pisos. Una autorización municipal habilita al club a abrir un proceso de licitación y analizar proyectos del sector privado sobre el espacio situado en la esquina de las avenidas Bernabé Márquez y Santa Fe, lindantes con el hospital Melchor Posse.
La imposibilidad de contar con ingresos a través de las máquinas tragamonedas, como ocurre en otros hipódromos, una industria en baja y las trabas que le impiden acceder al Fondo de Reparación de la Actividad Hípica fueron las razones por las que el Jockey Club -propietario del hipódromo- decidió, asamblea de socios mediante, comercializar una porción de su patrimonio “para lograr cierta holgura financiera”, según reconoció el presidente de la institución, Enrique Olivera.
Con esa comodidad, la Comisión Directiva planea redireccionar los fondos para acondicionar la infraestructura de todo el club.
“Los hipódromos son deficitarios en todo el mundo y el de San Isidro no es la excepción. Hay una parte del terreno que no tiene aplicación y es la que queremos licitar”, explicó Olivera, a LA NACION. “Queremos que se abran calles y que haya un proyecto integrado a la urbanidad del barrio”, aseguró.
A lo largo de su historia, el hipódromo fue cediendo terreno a la ciudad. En esta oportunidad se trata de una porción rectangular que parte de la intersección de las avenidas Santa Fe y Bernabé Márquez y que se unirá al terreno que ocupa el hospital Melchor Ángel Posse. En total son 4,3 hectáreas, lo que representa el 1,3% que serán destinadas a venta o alquiler a largo plazo.
¿Qué se podrá hacer en esas cuatro hectáreas? Viviendas y oficinas comerciales que no superen los tres pisos, según la adecuación que realizó el municipio. Habrá calles de uso público y el 40% se resguardará como pulmón verde. Está descartado el proyecto para construir un estadio en medio del hipódromo. “Nosotros nos opusimos al polideportivo, que quedó enterrado en 2010”, enfatizó Olivera.
Las autoridades aseguran que el proyecto actual se encuentra en las antípodas del anterior. “Al municipio le pedimos parámetros urbanísticos para que esas cuatro hectáreas funcionen en armonía con la ciudad que la integra”, contó el tesorero del Jockey Club, Eduardo Cermesoni. “Nos pusieron muchas restricciones en la normativa, que la vamos a cumplir”.
La sede hípica del Jockey Club en San Isidro es una de los más importantes de América latina. Tiene unos 1000 empleados, cuenta con campo de deportes, cancha de golf, centro de entrenamiento de caballos, 2500 boxes y cinco pistas. Allí se realizará hoy una nueva edición del tradicional premio Carlos Pellegrini. Los ingresos del turf son muy amplios, ya que es la primera industria del partido de San Isidro y la segunda de la provincia de Buenos Aires. Se estima que en todo el país viven del turf, directa e indirectamente, unas 600.000 personas y el 80% se encuentran en territorio bonaerense.
Según datos del municipio, el Jockey Club es el principal empleador del distrito, brindando trabajo a cuidadores de equinos, entrenadores, veterinarios, personal administrativo y otros servicios ligados al turf. “Muchos de los hipódromos viven de las ganancias de las tragamonedas y del monopolio del juego. No es el caso de San Isidro, donde no se pueden instalar por una ordenanza provincial”, sintetizó Olivera como una de las razones que complica la situación financiera del hipódromo.
“Por otra parte, hace dos años que está trabado el Fondo de Reparación de la Actividad Hípica, que sale de los impuestos a las tragamonedas y se destina a San Isidro y a La Plata. Para nosotros significa no contar con un ingreso muy importante”, agregó el presidente del Jockey Club.
Todo el proceso mediante el cual la entidad solicitó permisos especiales al municipio fue auditado por una consultora internacional. Así el Jockey se garantizó la transparencia del procedimiento. Además, y para tranquilidad de algunos vecinos que veían peligrar el pulmón verde, todos los proyectos que se presenten en la licitación deberán contar con un estudio de impacto ambiental que analizará cuestiones técnicas de cada emprendimiento.
LA NACION