El costo beneficio busca el costo oportunidad (o la muerte de las ideologías)

El costo beneficio busca el costo oportunidad (o la muerte de las ideologías)

Fueron radicales K, flirtearon con Macri y ya son massistas
Por Giselle Rumeau
Como en una letanía interminable, la conducción del radicalismo bonaerense suele repetir cada año el mismo reclamo por la sangría que sufre el partido ante cada movimiento del tablero político y electoral. El 23 de agosto de 2012, Ricardo Alfonsín se enojaba públicamente por los coqueteos de Mauricio Macri con algunos intendentes correligionarios, en especial con los de la Provincia.
“La verdad que no es respetuoso cooptar dirigentes de un partido””, decía el diputado, cuyo sector mantiene la conducción de la fuerza en el principal distrito del país.
Hace apenas cuatro días, el hijo del ex Presidente volvió a la carga con la misma dolencia. Aunque el mensaje tuvo esta vez otro destinatario. “Sergio Massa puso en marcha una inescrupulosa maniobra de cooptación de dirigentes y desmembramiento de partidos políticos” que “disfraza con discursos que invocan la amplitud y la apertura política”, lanzó. No fue todo. La Convención de la UCR bonaerense, que preside Daniel Molina, acaba de pedir la expulsión a todos aquellos que saltaron el cerco hacia el Frente Renovador.
Esa costumbre de algunos radicales de salir a ‘socorrer’ al ganador de turno no es reciente. La mayoría de los que hoy han desembarcado en las filas del massismo, y que también coquetearon con el Jefe de Gobierno porteño, integraron la llamada Concertación Plural ideada por Néstor Kirchner y que llevó a Cristina Fernández a la presidencia en 2007, en una fórmula con Julio Cobos.
Es el caso de los jefes comunales Mario Meoni (Junín) y Gustavo Posse (San Isidro), quienes cruzaron de vereda hacia el frente Renovador, incluso antes de los comicios. La misma vara se aplica para el intendente radical de Neuquén, Horacio ‘Pechi‘ Quiroga, a quien Massa visitará el lunes.
Con el contundente triunfo de Massa en la Provincia se generaron nuevos reacomodamientos en el centenario partido, que apenas logró con el binomio integrado por Margarita Stolbizer y Alfonsín el 12% de los votos en las legislativas del 27 de octubre. En estos días, se sumaron el jefe comunal de Coronel Pringles, Carlos Oreste, y el diputado provincial Ricardo Jano, tras romper con Leopoldo Moreau.
Que Massa logre ahora lo que Macri nunca terminó de concretar no responde sólo a la voracidad del tigrense que, en su afán presidencial, impulsa una “concertación a la chilena” para no quedar atado al PJ.
Esa cooptación deja expuesta también la falta de liderazgos fuertes y de candidatos bien posicionados entre los radicales bonaerenses. Incluso, algunos alfonsinistas con gran autocrítica reconocen que el error, puertas adentro del Comité Provincia, es creer que es imposible ganarle al peronismo en el territorio que gobierna desde hace 30 años y conformarse tan sólo con encabezar listas legislativas.
Más allá del mea culpa, la furia radical está dirigida especialmente a los correligionarios que acaban de ser electos en la lista propia. “La Convención rechaza la debilidad y la traición de quienes habiendo sido electos en representación de la UCR, han dado el paso hacia el Frente Renovador. Solicitamos a nuestro Tribunal de Disciplina la inmediata expulsión de la nómina radical”, indicó el partido. Además de Jano, se trata de Valeria Arata y Malena Baro, cercanasMeoni; y Walter Carusso, Roberto Costa y Laura Esper, que responden a Posse.
EL CRONISTA