Accesibles, pero no para confiarse

Accesibles, pero no para confiarse

Por Christian Leblebidjian
Si el sorteo era equivalente al primer partido del Mundial, Alejandro Sabella sintió irse vencedor por goleada por los guiños que el destino, las bolillas y los copones depararon para diseñar el Grupo F, el mismo que la Argentina compartirá con Bosnia y Herzegovina, Irán y Nigeria y a los que enfrentará en ese orden. Teniendo en cuenta que Bosnia es la única debutante en la competencia, que Irán es el último de los 32 participantes en potencial futbolístico y que Nigeria es un viejo conocido al que (salvo una vez) el equipo albiceleste superó siempre, queda claro por qué el entrenador argentino se retiró de la carpa en Costa do Sauípe con una gran sonrisa…

La debutante
Bosnia participará de su primera Copa del Mundo y, de esta forma, se suma a Croacia, Eslovenia y a Serbia y Montenegro, como ex regiones de Yugoslavia que disputaron un Mundial de manera individual; ahora sólo quedaría Macedonia. Bosnia había estado cerca un par de veces de clasificarse a una competencia importante, pero en ambas perdió en el repechaje ante Portugal. En las eliminatorias, ganaron con autoridad el Grupo G de la eliminatoria europea, consiguiendo 25 de los 30 puntos en juego, producto de ocho victorias, un empate y una derrota. El triunfo de la clasificación fue el 15 de octubre pasado ante Lituania (1-0) con gol de Vedad Ibisevic.
El entrenador del equipo es Safet Susic (58 años), un futbolista que anotó más de 400 goles en su carrera y es muy reconocido. Es el único que tiene experiencia mundialista, ya que participó con Yugoslavia de los campeonatos de España 82 e Italia 90. Como entrenador, se jacta de ofrecer un espectáculo ofensivo y para eso remarca que juega con un solo volante de contención.
Desde lo futbolístico es donde la Argentina encuentra el antecedente más fresco, ya que, caprichos del destino, la selección se enfrentó con Bosnia el pasado 18 de noviembre en Saint Louis, Estados Unidos, en el amistoso que los dirigidos por Sabella ganaron 2-0 con goles de Sergio Agüero. Desde lo táctico hay que remarcar que más allá que el seleccionado de Sabella jugó ese día con un sistema con cinco defensores (5-3-2), con una última línea compuesta por Zabaleta, Otamendi, Federico Fernández y Rojo, también sufrió sobresaltos -desde la velocidad por los costados y la potencia física de Bosnia- que fueron bien neutralizados por el arquero Romero.
El otro amistoso fue el 14 de mayo de 1998, en Córdoba, cuando la selección conducida en aquél momento por Daniel Passarella goleó 5-0.

La más débil
Irán jugará su cuarto Mundial, luego de las participaciones en Argentina 78, Francia 98 y Alemania 2006. Su camino fue largo en las eliminatorias asiáticas. Dejó atrás a Malvidas (ganándole 4-0 y 1-0) en la fase 2; después fue líder del Grupo E en la fase 3, y en la fase 4 finalizó primero en el Grupo A, sumando más puntos que Corea del Sur, Qatar, Uzbekistán y Líbano, y logrando que sólo le conviertan dos goles en ocho partidos. En total perdió sólo dos cotejos de los 16. Los iraníes salieron tres veces campeones de Asia (en 1968, 1972 y 1976) y el único partido con la Argentina lo disputó en 1977; fue amistoso y salió 1-1.
En mundiales, Irán disputó en total nueve partidos, de los cuales ganó uno, empató dos y perdió los seis restantes. En Argentina 78 finalizó en el puesto 14°, con un empate y dos derrotas. Regresó para Francia 98 eliminando en la clasificación nada menos que a los Estados Unidos, pero terminó 20° y en Alemania 2006 perdió ante México y Portugal e igualó con Angola.
El entrenador es Carlos Queiroz (60 años), que dirigió al seleccionado de Portugal entre 1991 y 1993 y entre 2008 y 2010, también a Sudáfrica entre 2000-2002. Además, se dio el lujo de ser ayudante de campo de Alex Ferguson en Manchester United y de dirigir a Real Madrid en la temporada 2003/2004. El mensaje que baja el DT no es especulador, por más que el parado del equipo puede ser de contraataque. Con Queiroz, Irán ganó en orden táctico, puede jugar 5-3-2 o 4-4-2 y sus jugadores no le temen a las batallas físicas. El bloque defensivo juega en Irán (no tiene roce internacional), mientras que en ataque sí hay futbolistas que cruzaron las fronteras: Teymourian jugó en Fulham, de Inglaterra, y Nekouman (el emblema del equipo) en Osasuna, de España, y estuvo en Alemania 2006. A los 33 años, ya de nuevo en Esteghlal Teherán, sigue aportando despliegue y llegada al área rival.

Ya es un clásico
Nigeria será, claramente, la selección que más dificultades le ofrecerá a la Argentina desde las características y el potencial de sus jugadores. Disputará su quinto Mundial, llegará con la experiencia vivida en Estados Unidos 94, Francia 98, Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010. En las eliminatorias africanas ganó fácilmente su grupo sin registrar caídas (se enfrentó con Malawi, Kenya y Namibia) y luego tampoco tuvo inconvenientes para imponerse en el playoff ante Etiopía, con un marcador global de 4-1. Las Aguilas jugaron 15 partidos oficiales en 2013, entre las eliminatorias, la Copa de África (donde fueron campeones) y la Copa de las Confederaciones, y sólo perdieron dos partidos, ante Uruguay y España, por la Copa de las Confederaciones.
La curiosidad es que los enfrentamientos con Nigeria, ya sean por mundiales, Juegos Olímpicos, o torneos juveniles, se transformaron en un clásico para la Argentina. Y el saldo es favorable salvo… en Atenas 96, cuando el equipo dirigido por Daniel Passarella ganaba 2-1 con goles de Claudio López y Hernán Crespo, pero luego terminó perdiendo 3-2 con los tantos de Amokachi y Amunike. Pero el seleccionado nacional ganó siempre en los otros cruces: Argentina venció en la final del campeonato Mundial Sub 20 en 2005 (2-1) con Lionel Messi como estandarte; en el debut del Mundial de Corea y Japón 2002, se impuso 1-0 con gol de Batistuta; idéntico score para la presentación argentina en Sudáfrica 2010, aunque el gol allí fue de Heinze. Y otros éxitos se observaron en el Mundial de Estados Unidos 94 (triunfo 2-1) y en los Juegos Olímpicos de 2008, cuando la Argentina también lo venció en la final 1-0 con gol de Di María.
El técnico Stephen Keshi (51 años) no suele modificar el esquema 4-3-3, en el cual no sólo se destaca el trabajo de los delanteros (veloces y de buena pegada para aprovechar los contraataques), sino que en el medio campo también suele ubicar a futbolistas con buena técnica, de características más ofensivas que defensivas.
Sea como fuere, si el fixture juega su propio partido, la Argentina ya empezó ganando en el Mundial . Después, como se sabe, el seleccionado de Sabella deberá confirmar su favoritismo con el rendimiento en el campo de juego, donde en serio se empiezan a conquistar los campeonatos.

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LA NACION