Yoga, mantras y rock’n roll

Yoga, mantras y rock’n roll

Por Gustavo Méndez
La meditación, el yoga y otras disciplinas físicas y mentales dejaron de ser bolamente clases o cursos privados. Ahora también son parte del ocio de las personas, abarcan cada vez más espacio en el mundo artístico internacional y los argentinos son los pioneros en las fiestas en las que hay tragos naturales sin alcohol, comidas vegetarianas y ambientes sin humo mientras se baila al ritmo de música mantra en vivo mezclados con el género rock, reggae, pop y electrónica. Hay muchos artistas precursores que por diferentes motivos abrieron el juego y formaron sus agrupaciones de música: Buddha Sounds, So What Project Indra Mantras son las tres bandas referentes del país que año a año ganan seguidores, no sólo en la Argentina, sino también a nivel mundial. Todos, ávidos de practicar la meditación en ámbitos sociales. “Nuestra sociedad está viviendo un estrés económico muy fuerte. La vida no es fácil, y es imposible sacar de raíz costumbres o la carrera contra el ‘Quiero tenerlo’ del capitalismo, por eso creo que a través de la música se pueden acercar más personas a estas disciplinas y poder generar momentos para satisfacer necesidades espirituales y ayudar a vivir más relajados” afirma Alex Seoan, un experimentado compositor y productor de 50 años, y líder de Buddha Sounds. “No solamente sucede en Buenos Aires; pasa en otras ciudades en que tocamos: Nueva York, Berlín, San Petersburgo, Estocolmo, San Francisco, Los Angeles, Rio de Janeiro. La gente se acerca porque quiere encontrar algo distinto, y ser llevados por una cantidad de estímulos para exteriorizar, divertirte sin tener que tomar alcohol, sin fumar marihuana, sin inyectarse o llevarse el celular. Es decir, es de adentro hacia afuera” sostiene Rodrigo Bustos, porteño, de 30 años, quien inició con Nicolás Pucci el grupo So What Project, y al mismo tiempo crearon las Yoga Rave porque ya les quedaba chico el living de la casa de Bustos en San Isidro. Pero ¿se puede meditar en una rave con mil personas alrededor bailando, cantando y saltando? “Sí, mucho. Es un programa guiado desde el escenario que tanto personas con experiencia en meditación o yoga como novatos pueden realizar de una manera muy fluida. Hay canciones tranquilas y otras para hacer pogo. Podes ver a un padre con un nene de seis años en los hombros saltando, y otros más relajados en el mismo instante. Siempre la energía está latente, y al cierre hacemos una meditación final” responde Bust/s, quien se presentó en la disco Groove de Palermo ante 1.300 personas y cuya llegada a NYC en 2012 fue publicada en The New York Times. Las botellas de whisky, Fernet, y champagne desaparecen de la barra. Todo se reemplaza por barras de jugos a base de frutas y estimulantes naturales: jengibre, ginseng, pasta de trigo orgánico, alga spirulina, la maca. “Son muy sabrosos y levantan la energía al toque -dice el vocalista de SWP-. También hay snacks vegetarianos” El público es diverso y se manifiesta bastante por Facebook y Twitter. “En los shows hay desde chicos de 18 hasta abuelos de 70 que están tranquilos internamente pegándose su propio viaje. A su manera” cuenta Seoan, quien anuncia un show para el 2 de noviembre en ND Ateneo. Por su parte, Ignacio Escribano, frontman y creador de Indra Mantras, dice que los shows “te llevan a un estado de mucha unión, que es lo que significa la palabra ‘yoga! y se armoniza la energía y eleva el espíritu: es una mezcla de calma, alegría, felicidad y amor. No es aburrida, es una calma con onda” y al igual que Buddha apela a temas de Beatles y Pink Floyd, entre otros, mezclados con mantras acompañados también de imágenes de fondo en el escenario para recrear “una experiencia electrosensorial” Aspecto que se asemeja a las demás agrupacio¬nes, como así también en las letras cantadas en inglés, español, hindi y sánscrito, Tan exponencial es el crecimiento de las bandas y fiestas de meditación que el legendario Jimmy Rip (quien trabajó como productor y guitarrista de Mick Jagger, Rod Stewart, Jerry Lee Lewis y Yoko Ono) aceptó la invitación de su amigo Escribano a participar en el tercer disco, “Everything is Love” de Indra Mantras, que presentará el g de noviembre en el ND Ateneo. “Me gustó el desafío, en mi carrera hice muchas cosas distintas, y cuando ‘Nacho’ me lo ofreció acepté sin dudarlo. Además, claro, de cumplir su objetivo final, que era transportar al oyente a un lugar diferente y con suerte ser más feliz. Creo que lo logramos’,’ responde Rip en exclusiva a Cielos Argentinos. Y da su mirada sobre esta nueva tendencia de energía grupal: “Las personas siempre reaccionarán ante la música y a un mensaje que es positivo y los invita a participar. En cierto punto creo que la gente se da cuenta de que las drogas sólo pueden llevarlas hasta determinado punto, pero la mente humana tiene la infinita capacidad de expandirse y explorarse por sí sola si se la incentiva. Siempre han existido ritmos y sonidos que resuenan con vibraciones comunes a todos los seres humanos. Si las personas se unen a cantar estos sonidos y sentir estos ritmos, pueden llegar aun lugar al que ninguna droga jamás las llevará” El cambio de milenio, la crisis económica de 2001, y el crecimiento paulatino de Internet modificaron el comportamiento de la sociedad argentina, que mutó a ser más ávida a investigar la espiritualidad oriental, en todas las edades y clases sociales. Algunos empezaron con el yoga y otros siguieron los hábitos proclamados por el Dalai Lama o tomaron los cursos de El Arte de Vivir del mensajero hindú Sri Sri Ravi Shankar. Tal es el caso de Natalia Mussetta, una kinesióloga cordobesa de 34 años, quien tras tomar su primer curso de El Arte de Vivir incursionó en la Yoga Rave: “Tenía curiosidad y la experiencia fue increíble. No podes para de saltar y bailar. Te divertís sin ningún estimulante. Creo que la gente está tomando conciencia de que¿e puede divertir sin necesidad de drogarse o tornar alcohol. Eso es una diversión ficticia. Cuando conocen esta fiesta y experimentan lo que se siente divertirse tan sanamente se comienza a expandir más y más” Fernanda Fátima Bonaventura, 37 años, practica yoga lyengar desde hace 13 años y da clases de yogaterapia individual. Reconoce que los eventos de meditación grupal con música generan cierta discrepancia entre sus pares. Bonaventura da su visión: “La causa por la cual actualmente muchas personas se vean atraídas por esta disciplina es que, más allá de todo pronóstico, hay mayor conciencia de que la comunión de cuerpo, mente y espíritu son un camino seguro a ser seres integrados. Y por ende, más respetuosos con la sociedad entera” Ravi Shankar realizó una meditación masiva en el Planetario ante 150.000 personas y fueron los So What Proyect quienes cerraron una jornada histórica del evento El Planeta Medita. “Conocí a Guruyí (así llaman al líder espiritual) en 2001 y me invitó a la India. Fui, y cambió mi vida: decidí ser vegetariano y no tomé más alcohol. Mis amigos siguieron el mismo camino. Entre los encuentros y charlas que teníamos, me escuchó cantar como lo hacía en las clases que doy -es instructor del curso- y me dijo: “Debes popularizar la música de mantras” Así que en 2010 grabé un disco y hoy en día nos menciona en sus conferencias como hace poco lo hizo en Holanda junto con el Dalai Lama” comenta Escribano, de 44 años, músico y actual médico psicoterapeuta. Seoan, Bustos y Escribano son tres músicos profesionales que hoy viven bien de la música de mantras, pero su objetivo va más allá, concuerdan, en la difusión y en la devolución energética que les brinda el público. Para finalizar, Bustos recuerda una anécdota. “Fuimos invitados a tocar en vivo a un programa de Telefe. Una señora nos vio y le hizo un clic. Ese mismo día nos escribió que hacía tiempo no salía de la cama, no podía superar la muerte de su hijo y a partir de que nos escuchó se conectó, se levantó y tuvo la fuerza para ir al cementerio y limpiar la tumba. Fue muy fuerte y a la vez placentero ver lo que produce esta fusión del arte con la meditación”
REVISTA CIELOS ARGENTINOS