06 Nov Autos: un top 10 para el recuerdo
Por Ezequiel M. Chabay
Los clásicos atraen las miradas, despiertan la pasión y actualizan recuerdos y vivencias, con esa mezcla de alegría y nostalgia que sólo este tipo autos puede lograr. Para los fanáticos de los coches de antes, una selección de 10 ejemplares que no merecen caer en el olvido y que estuvieron presentes en Autoclásica 2013 (ver recuadro), la exposición de vehículos de colección que se llevó a cabo este mes en el Hipódromo de San Isidro.
Centenaria marca y devoción
Aston Martin relució con una posición de lujo y la mayor reunión de ejemplares originales que se haya visto en la Argentina. Unos 15 automóviles fabricados entre 1933 y 2012 -entre los que se destacó el más antiguo, un Le Mans Special 1933, con carrocería Tourer de cuatro asientos- llamaron la atención de chicos y grandes.
Sorprendió el estado de conservación de un MK II 1934 que compitió en numerosas carreras en Europa, conducido por Dick Anthony; un DB4 Serie 2 de 1960 que es uno de los 249 del primer modelo provisto con carrocería Touring sistema Superleggera; dos DB5 1965 -como los que usó el James Bond de Sean Connery en Goldfinger-; y un DBS 1969, último modelo de la era de Sir David Brown, mítico shipbuilder de la marca.
Aunque estuviera fuera de la mística, quien acaparó la mayor atención fue el Aston Martin V8 Vantage S, modelo 2011, con motor V8, 4374 cm3 y 430 CV. La platinada carrocería completa su impresionante identikit con sistema de transmisión touchtronic y una arquitectura vertical/horizontal que distingue a los nuevos modelos de la firma.
Homenaje a Bowling Green, Kentucky
Para los fanáticos de los autos americanos de posguerra, y con motivo de sus 60 años, no se puede dejar afuera del listado al Chevrolet Corvette. Una veintena de modelos de los 50, 60, 70 y hasta los 80 rindieron homenaje a la fábrica estadounidense, que de Bowling Green, Kentucky, exportó miles de sus ejemplares deportivos hacia el mundo entero.
Si bien el primer modelo vio la luz en 1953, la primera generación de los Corvette estuvo representada por un negro modelo 54 y un clásico de 1960, restaurado entre 1997 y 1998 por el garage Zschocke, que le renovó chasis, suspensión, motor, transmisión, eje trasero, carrocería, pintura, tapicería y cuanto se pueda imaginar para darle a esta maquinaria (que eroga 240 CV) la dinámica de sus años.
Las otras dos eras del Corvette también deslumbran. Desde Zschocke Motorsport, firma especializada en restauración de clásicos americanos, explican las diferencias generacionales: la segunda clase arranca a mediados de los 60 y se extiende hasta el 71, cuando se abre otra línea que continúa hasta 1983.
“La segunda generación viene con vidrio trasero separado -aclara-. Ya se nota más el estilo deportivo por las tomas de aire, el caño de escape y los instrumentales. Lo que más cambia con la tercera generación es la carrocería, ahora de fibra, de menor peso y más atractiva”, indican.
Otros cumpleaños
El Porsche 911 sigue vigente a pesar de tener nada menos que 50 años desde su presentación en el Salón del Automóvil de Frankfurt, en 1963. El más antiguo que hay en la Argentina es una coupé 911 de 1968 y también se destaca uno de los pocos RS 1973 que se conservan.
También festejó sus bodas de oro la coupé Sportivo Ligero de Mercedes-Benz, conocida como Pagoda por su curvatura en el techo. El Club Mercedes-Benz y la representación de la firma en el país reunieron a varios de los clásicos con coupés, cabrios y sedanes de los años ´50 y ´60.
En el año del 90° aniversario de la BMW Motorrad, el fabricante alemán exhibió 12 motocicletas de entre 1923 y 1980. En un sector especialmente dedicado, mostraron de forma didáctica la historia de sus motores, sus innovaciones, los records mundiales que batieron y las históricas victorias en carreras y los grandes premios del circuito mundial.
100 por ciento argentos
Este año fue la ocasión elegida para reunir a los automóviles de competición que hicieron historia en suelo nacional. Monopostos, coupés del TC, baquets, veteranos y algunos ejemplares del Museo del Autódromo de La Plata son los más destacados.
Entre tantas exquisiteces los platos fuertes fueron un Cooper-Climax F1 de Jack Brabham y un March con el que corrieron Nigel Mansell y Juan María Traverso. Si bien no era un sport prototipo, también destacó el Trueno Naranja 1968, una máquina bisagra en lo que sería el TC actual.
Pero no se trató sólo de carrocerías. El homenaje se completó con la presencia de los reconocidos pilotos que abordaron esas máquinas: Oscar Pairetti, Carlos Marincovich, Tulio Crespi, Eduardo Bouvier, Jorge Ternengo y Carlos Ruesch.
A todo vapor
Excéntrico, nadie lo puede dudar. Pero también fue el sector que más sonrisas y miradas cómplices despertó al presentar una muestra especial de cláxones a fuerza de agua caliente, tractores de antaño movidos con leña como combustible y una rareza sobre estas tierras: un Rochester Steamer 1901 con tracción a vapor de agua.
Su dueño, John Hampton, es un ingeniero entendido sobre el funcionamiento de estas maquinarias gracias a su asesoramiento a empresas forestadoras del NEA, donde instaló varias calderas con este sistema. Según indica, esta máquina sin igual, que posee hace más de una década, funciona como un termotanque.
El Rochester tiene una autonomía de 20 kilómetros, gasta dos litros de agua y un poco de kerosene cada 1000 metros. Le caben 45 litros, que suponen un 10 por ciento adicional de carga a los 440 kilos que pesa el vehículo. Luego de casi una hora de preparación, el vehículo está listo para arrancar: levanta 300 °C y para manejarlo siempre hay usar guantes.
Jaguar, zoológico de colección
Las exclusivas y lujosas berlinas y automóviles deportivos que descollaron desde los años 30 continúan llamando la atención de los puristas, y hubo más de una decena de fieras estacionadas al amparo de la nutrida arboleda. Relució por el parque un Jaguar MK II de 1965 y un XK 120 Roadster, de 1954. Bajo su anterior denominación -Swallow Sidecar-, sobresalió la coupé One de 1935, de 6 cilindros y 20 CV. Y entre, los nuevos, el Jaguar S-Type 1999, con la clásica parrilla vertical y los cuatro faroles delanteros, combinación del diseño deportivo y la clase ancestral.
Lo bueno, en envase pequeño
Los microautos (pequeños vehículos con cilindrada inferior a los 700 cm3) también son un clásico en la Argentina. Nacieron en la Europa de la posguerra, producto de las limitaciones a las fabricaciones o la readecuación de utilitarios bélicos.
Y uno de los referentes es el NSU Prinz II de 1960, que, si bien dice “fabricación nacional”, sólo se ensamblaba. Su producción y su motor de dos cilindros llegaban desde Alemania.
“Las microcoupés llaman mucho la atención -explica Rubén Antinolfi, presidente del club que congrega a las pequeñas maquinarias-. Eran autos para poder movilizarse, económicos. Acá vinieron por atractivo, y no se sabía bien de qué se trataba”. Los más populares: los De Carlo y el Isetta, de BMW.
Con cucardas
No se puede hablar de clásicos sin mencionar la reconocida marca inglesa Rolls-Royce. De hecho, el modelo Phantom I Sedanca de Ville 1926 fue distinguido con el mayor premio de la muestra: “Best of Show Autoclásica 2013”. Este modelo con carrocería inglesa Barker fue comprado 0 km por una tradicional familia argentina que luego fue entregado a su primer dueño en Francia. Su actual propietario es su segundo dueño. Por su parte, el Lamborghini Countach LP 400 1974 fue elegido como “Mejor Automóvil Deportivo Contemporáneo”. Entre las motos, la ganadora fue una BMW R32 500 cm3 1925 de 8,5 CV.
Deportivo de pura estirpe
Ya pasaron 50 años de la aparición del 350 GTV del industrial Ferruccio Lamborghini. Desde entonces, Lamborghini construyó una sucesión de automóviles dinámicos y elegantes como los modelos 350 GT, Miura, Espada, Countach, Diablo, Murciélago, Reventón, Gallardo y Aventador.
Para celebrar los 50 años de la emblemática marca del toro, se lució un exclusivo Countach 1974, el cuarto de la primera serie de seis prototipos fabricados por la casa matriz, caracterizada por las puertas de tijera, la potencia y el diseño. También hubo un ejemplar del Miura P400 1967 -el mismo que logró gran impacto con motor V12 central-. El podio lo cerró un 400 GT 2+2 1967, cuarto modelo de Lamborghini, que luego derivó en el 400 GT con dos asientos adicionales.
Autojumble, rareza con identidad propia
Una búsqueda del tesoro en medio de la chatarra desvencijada de años. Eso parece el Autojumble, que da la oportunidad a restauradores amateurs y profesionales de escarbar en busca de repuestos y piezas que sólo algunos poseen entre manos.
Pocas ocasiones existen durante el año para encontrar la pieza faltante. Bien lo sabe la gente del interior, de Uruguay y hasta de Brasil, que llega con la sola intención de pasar horas y hasta días metiendo mano en los tablones y gazebos.
Más de 40 puestos ofrecieron repuestos, restauraciones, interiores, accesorios, antigüedades y customizados. Para recolectar semejante reliquia hacen falta cinco días de trabajo previo y más de un mes y medio recopilando y catalogando. ¿Cómo es posible tanto? “Cuando estás restaurando, comprás dos o tres piezas, nunca una”, aclara Guillermo Álvarez, un especialista en la materia.
La mayoría de los vendedores son restauradores que buscan promocionarse y, de paso, concretar alguna que otra venta. Sebastián Álvarez, uno de ellos, traza el perfil del cliente medio: “Acá viene la gente que quiere arreglar su auto o su moto, pero también hay talleristas que consultan por lo que les falta”.
¿Las tarifas? Todo se conviene sobre una base general más un plus sobre valoraciones subjetivas. Se trata una competencia de regateadores, entre quienes ponen tarifas leoninas y quienes pelean por burlar los precios. Dato curioso: todos toman el dólar a $ 10, por cuestiones de “practicidad”.
EL CRONISTA