Angelina Jolie: “actuar es como hacer terapia”

Angelina Jolie: “actuar es como hacer terapia”

Por Matthew Garrahan
Llevó un tiempo organizar este almuerzo. Además de hacer películas, Angelica Jolie, de 36 años, tiene seis hijos y una serie de compromisos humanitarios con las Naciones Unidas como embajadora del Alto Comisionado para los Refugiados que la han llevado a campamentos en países como Sierra Leona, Pakistán y Ecuador.
En persona, su belleza está amplificada: sus ojos brillan maliciosamente cuando se ríe y sus célebres labios enmarcan dientes de un blanco deslumbrante.
Me cuenta que en este viaje trajo a sus hijas. Explica que ella y Pitt tienden a viajar a todos lados con los chicos, y la familia nunca permanece en el mismo lugar por mucho tiempo: “Nos turnamos para trabajar de modo que uno de nosotros pueda quedarse en casa con los chicos. Esta vez traje a las chicas, así que es un viaje especial de mujeres. Todos los varones están con Brad, que está filmando una película de zombies [World War Z].”
Los Jolie Pitt son una Liga de las Naciones en miniatura. El hijo mayor, Maddox, que tiene casi 10, fue adoptado en 2002 en su nativa Camboya; Zahara, de 6, nació en Etiopía; mientras Shiloh, una niña que es el primer hijo biológico de la pareja, nació hace 5 años en Namibia. Pax, adoptado hace 4 años, nació en Vietnam; y hace tres años Jolie tuvo en Francia a los mellizos Knox y Vivienne. “Todos están aprendiendo sobre las culturas de los demás, y cada uno está orgulloso de la propia. Todos tienen sus banderas encima de las camas. Tenemos pendiente una visita a Vietnam porque le toca a Pax. Z quiere volver a Africa, y Shiloh también”
Este año ella estuvo en Camboya para filmar una campaña publicitaria de Louis Vuitton con la fotógrafa Annie Leibovitz. Un país pobre parece un lugar extraño para una campaña de lujo, pero la decisión final fue de Jolie. “Me puso muy contenta estar ahí, mostrar la belleza del país, porque la gente debería visitarlo”, dice y explica que la casa que tiene ahí con Pitt es un “lugarcito sobre pilotes”. Sus honorarios por la campaña van a proyectos de caridad en el país manejados por una fundación que la familia estableció en nombre de Maddox.
Con tanto viaje, pregunto, qué es lo que consideran el hogar. “El hogar está dondequiera que estemos”, responde. ¿Siente que no tiene raíces? “Sí, pero me hace feliz. Me cuesta mucho quedarme en un mismo lugar. También me cuesta quedarme sentada; era terrible en el colegio. Pero hay tanto por explorar en el mundo. . . así que me encanta viajar. Si uno puede viajar, creo que es la mejor manera de criar a los chicos”.
La referencia a su juventud me recuerda cuánto ha cambiado en los últimos 15 años, desde que se hizo famosa con la película de acción Hackers, ambientada en un secundario. En ese entonces, era la típica chica salvaje de Hollywood: hija de los actores Jon Voight y Marcheline Bertrand, hablaba de haberse lastimado a sí misma a propósito en la adolescencia, y a los pocos años ya se había casado dos veces. Primero con su coestrella en Hackers, el británico Jonny Lee Miller, y después con el actor y cantante estadounidense Billy Bob Thornton. Le interesaban los cuchillos, se hizo varios tatuajes, incluyendo uno en el brazo con el nombre de Thornton (ya no lo tiene) y usaba un relicario conteniendo sangre de su marido.
Las controversias acompañaron una carrera en alza. En 2000 ganó un Oscar por su asombroso desempeño como una paciente de neuropsiquiátrico en Inocencia Interrumpida y rápidamente se convirtió en una estrella de acción en su rol de Lara Croft en Tomb Raider (2001) y en films como Mr and Mrs Smith (2005). Fue en ese set donde conoció a Pitt y desde entonces ambos se convirtieron en la pareja número uno de Hollywood, con una fama tan enorme que, según un amigo de ambos -el actor Matt Damon- son “como prisioneros”. El año pasado, la pareja le hizo juicio al ahora desaparecido News of the World, cuando ese medio británico publicó una nota falsa diciendo que se estaban separando.
Aunque Jolie ha pasado la mayor parte de su vida adulta bajo la mirada del público, la maternidad la ha cambiado, particularmente con respecto a su carrera. “Nunca estuve tan agradecida de ser actriz, pero creo que cuando era más joven necesitaba más actuar. Me cuestionaba cosas, así que aparecían esos personajes que ayudan a descubrir cosas y a crecer”, señala mientras explica que su relación con la actuación ha cambiado con los años. “En cierta forma, es como estar en terapia. Atraen ciertos papeles porque cuestionan la vida, o el amor o la libertad. Uno se hace estas preguntas mientras crece; se preguntas si es lo suficientemente fuerte, o lo suficientemente cuerdo, si entiende el amor o se entiende a sí mismo. Ahora soy mayor y sé quien soy”, agrega.
Hablamos de Salt, una película de acción estrenada el año pasado en la que ella boxea, patea y dispara abriéndose camino a través de la CIA y un batallón de espías rusos que trabajan por cuenta propia. El papel fue escrito para un hombre, pero lo modificaron cuando ella se mostró interesada. “Justo había tenido a los mellizos y llevaba mucho tiempo viviendo en camisón. Estaba sentada amamantando y leyendo el guión, sintiéndome tan suave y tan mamá. . . y daba vuelta las páginas y todo eran peleas y tiroteos. Pensé que eso era lo que necesitaba. Necesitaba dejar mi camisón y necesitaba un arma. Estoy segura de que muchas mujeres que acaban de tener un hijo piensan que sería bueno empezar a moverse, volverse un poco locas… recordar cómo era esa otra parte de sí mismas”
Aunque no piensa abandonar la actuación, está claramente entusiasmada tras haber estado por primera vez detrás de las cámaras. “Me gusta más que actuar”. Con respecto a la influencia que han tenido sobre ella los que la han dirigido, Jolie dice que aprendió mucho de Clint Eastwood, quien en 2008 la dirigió en El sustituto, “sobre cómo apreciar a los integrantes del equipo de filmación, dándoles el poder que necesitan para hacer su trabajo. Y nunca trabajé con David Fincher [el director de El club de la pelea y The Social Network] pero es mi amigo y he visto lo meticuloso que es, la atención que le presta a los detalles y lo mucho que trabaja”.
Fincher la dirigiría en su próximos film, Cleopatra, pero Jolie insiste en que vamos a verla menos en pantalla en el futuro. “A medida que Brad y yo maduremos vamos a hacer menos películas. Yo he trabajado durante años, él ha trabajado durante años, no queremos seguir haciendo esto el resto de nuestras vidas. Hay muchas otras cosas para hacer”, señala la actriz.
EL CRONISTA