24 Sep Un fútbol español cada vez más desigual paga por los excesos previos a la crisis
Por Tobías Buck
Más allá del resultado, el partido que jugó el FC Barcelona en su viaje a Málaga para disputar su segundo partido de la nueva temporada de la liga de fútbol español, es parte de una una competencia totalmente desigual.
El Barcelona es el actual campeón de España y es extensamente aclamado como uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Entre sus filas se encuentran Lionel Messi, elegido cuatro veces el jugador europeo del año, y Neymar, el delantero brasileño que se incorporó al Barça por una suma de 57 millones de euros
(u$s 75,2 millones) este verano boreal.
Por otro lado, el Málaga se convirtió en el símbolo de los excesos del fútbol español. En un momento durante la última temporada el club, cuyos recursos en efectivo eran escasos, no pudo pagar los salarios de sus jugadores. Desde la Asociación de Fútbol Europeo dijeron que la desorganización de las finanzas del Málaga le impidió al club participar de los torneos europeos este año.
El Málaga perdió a su tan respetado entrenador y a gran parte de sus mejores talentos en la cancha. El mejor jugador del equipo, Isco de 21 años, fue comprado por el Real Madrid en 30 millones de euros (u$s 39,5 millones), mientras que algunos de sus compañeros de equipo partieron hacia Francia, Italia, Portugal y Grecia.
La caída en desgracia del club se refleja en las canchas de todo el país. La crisis económica de España hizo estragos en La Liga, la famosa primera división, mientras ésta lucha por resurgir de un ciclo de altibajos provocados por la deuda que afectó tanto al fútbol como al país.
Agobiados por las deudas que llegan casi a 4.000 millones de euros (u$s 5.200 millones) en los clubes de primera y segunda división, los equipos se vieron obligados a vender jugadores, cajonear planes para nuevos estadios y recortar gastos donde fuese posible. A pesar de los esfuerzos recientes, 18 de los mejores equipos pusieron su gestión en manos de administradores durante los últimos cuatro años, por ejemplo el Deportivo La Coruña y el Real Betis de Sevilla.
Javier Tebas, el presidente de la Liga de fútbol español, compara la reciente situación de la liga de fútbol del país con el auge inmobiliario de España: El sector se infló. Creció gracias a deudas. Luego la crisis acabó con todo este dinero – y nos estranguló económicamente.
Tebas asumió el cargo recién este año, con el mandato de posicionar a la Liga sobre una base económica más sólida. Bajo un nuevo régimen más estricto, los clubes están siendo obligados a reducir su carga de deuda, saldar los cientos de millones de impuestos impagos y abstenerse de derrochar en jugadores estrella. Los resultados han sido sorprendentes, pero dolorosos para los hinchas: el Atlético de Madrid tuvo que vender a su delantero estrella, Radamel Falcao, al Mónaco por 60 millones de euros (u$s 79,2 millones); el Valencia CF vendió a Roberto Soldado al Tottenham Hotspur en 30 millones de euros (u$s 39,6 millones); mientras que el Sevilla FC perdió a dos de sus mejores jugadores, Jesús Navas y Álvaro Negredo, quienes se fueron al Manchester City por un total de 45 millones de euros (u$s 59,4 millones).
El País, el diario español, lamentó esta liga del éxodo en un artículo especial que publicó la semana pasada, en el que señaló que al menos 30 jugadores abandonaron la liga más importante del país este verano boreal, lo que marca un nuevo récord. Para Tebas, sin embargo, las partidas son una señal de que el nuevo sistema está funcionando. Si se excluyen los datos del Real Madrid y el FC Barcelona, que juegan en una liga financiera diferente, los principales equipos españoles redujeron sus pérdidas anuales totales de 200 millones de euros (u$s 264 millones) en la temporada 2011/12 a menos de 40 millones de euros (u$s 52,8 millones) este año. En la próxima temporada, según Tebas, las pérdidas totales caerán a 10 millones de euros (u$s 13,2 millones).
En tanto, las deudas de los clubes ahora están 200 millones de euros (u$s 264,2 millones) por debajo del nivel del año pasado y se espera que desciendan a una suma manejable para el año 2017. A corto plazo, esto significa que vamos a perder fuerza en el plano deportivo. A mediano plazo, sin embargo, vamos a ganar, afirmó Tebas, quien señaló que los clubes españoles pagan 120 millones de euros (u$s 158,5 millones) en intereses de deuda por año – dinero que, según Tebas, algún día volverá a destinarse al pago de los jugadores.
Miguel Cardenal, el secretario de estado para el deporte del gobierno español, dijo que la liga está siendo sometida a una terapia de shock y a un cambio drástico de su cultura. Cardenal está de acuerdo en que los fuertes recortes del gasto aplicados en los equipos más débiles fortalecerán la dominación del Real Madrid y el Barcelona, pero no ve otra alternativa: Dentro de tres años, cuando su nivel de deuda se reduzca, podrán competir nuevamente. Pero ahora tienen que tienen que tomar esta amarga medicina.
Según Austin Houlihan, consultor del grupo de negocios deportivos de Deloitte, el Real Madrid y el Barcelona ya representan casi 60% de los ingresos generados por los 20 clubes de primera división – una porción mucho mayor que en otras divisiones superiores de Europa. Las finanzas están muy polarizadas en España y esta polarización se ve exacerbada por el hecho de que los derechos de transmisión son vendidos individualmente por los equipos en lugar de por la liga en su totalidad, agregó Houlihan.
La liga espera llegar a un acuerdo colectivo de transmisión – al igual que en Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia – en los próximos años. Pero Tebas advierte que es poco probable que incluso una distribución más equitativa del dinero proveniente de la televisión pueda opacar el predominio del Real Madrid y el Barça.
La ironía, por supuesto, es que los problemas financieros de la liga llegan tras un período de notable dominio español en el campo de juego: España es el campeón mundial y ganó los dos últimos campeonatos europeos, un logro sin igual en la historia del fútbol. El Barcelona, por su parte, ganó nada menos que tres títulos en la Champions League durante la última década. Los triunfos recientes, señaló Cardenal, elevaron el perfil de España a nivel internacional y les enseñaron a los españoles que somos capaces de hacer cosas que nunca pensamos que podíamos hacer.
Por el momento, sin embargo, su diagnóstico de la crisis que enfrenta la liga de fútbol puede ser utilizado para describir el estado de una nación que todavía tiene que superar los traumas económicos de los últimos cinco años. Hubo una burbuja, dijo Cardenal, y ahora tenemos que encontrar una nueva fórmula.
EL CRONISTA