28 Sep El hallazgo de una largometraje perdido
El hallazgo en la pequeña localidad italiana de Pordenone de una película inédita que dirigió Orson Welles en 1938, tres años antes que El ciudadano, décadas después de que se la diera por perdida, es “un cuento de hadas”.
Así lo confesó el conservador jefe del departamento de cine de la George Eastman House de Nueva York, Paolo Cherchi Usai, quien aseguró que “la importancia del descubrimiento es tan grande como las circunstancias del descubrimiento en sí mismo”.
El propio Orson Welles (1915-1985) pensaba que la única copia de Too much Johnson había perecido en el incendio que sufrió su casa en Madrid en 1970, pero 75 años después del rodaje de esta película muda que jamás llegó a ser proyectada, verá su estreno el 9 de octubre en “Le Giornate de Cinema Muto” de Pordenone.
La cinta, de 35 milímetros, fue encontrada en un almacén de esa localidad de Italia por miembros del equipo de Cinemazero, que organiza hace tres décadas ese festival de cine mudo, y, con la ayuda de la Cineteca del Friuli, fue enviada a la George Eastman House.
“De entre todos los lugares donde se podría haber encontrado esta película, que fuera hallada en Pordenone es extraordinario, porque es precisamente una ciudad donde se celebra un gran festival de cine mudo desde 1982”, dice todavía incrédulo Cherchi Usai, quien no se explica cómo llegó hasta allí.
Welles filmó en 1938 esta comedia de situación o “slapstick” en tres partes, que debían ser proyectadas en forma de prólogo para cada uno de los actos de su adaptación de la obra teatral del mismo nombre, pero finalmente no terminó su edición y nunca fue proyectada al público.
Ese mismo año, el estadounidense saborearía la fama con la difusión radial de La guerra de los mundos y, tres años después, con su obra maestra, El ciudadano, una de las obras creativas más memorables del siglo XX y que se alzó con el Oscar a mejor guión.
“El descubrimiento de esta película supone un importante puente entre la carrera teatral y la carrera cinematográfica de Orson Welles, ayuda a explicar su pasión por el cine mientras trabajaba en una producción teatral”, explica el especialista de la George Eastman House.
Cherchi Usai afirma que, desde un punto de vista narrativo, “no hay mucho que decir” sobre la película, porque Welles nunca acabó su edición, pero, desde un punto de vista visual, “se sabe inmediatamente que es suya” porque “la colocación de la cámara es básicamente la misma que en Citizen Kane y The Magnificent Ambersons. “De hecho, hay una secuencia en la que se ven cientos de contenedores en la calle que es muy similar a la secuencia final de ‘Citizen Kane’, con esas miles de cajas en el almacén al final de la película. Casi parece un ensayo de esa secuencia”, manifiesta el experto.
TIEMPO ARGENTINO