Con la primavera llega la hora de volver al aire libre

Con la primavera llega la hora de volver al aire libre

Por Soledad Vallejos
Suceden todo tipo de cambios: hormonales, psicológicos, de hábitos y de horarios. Un estímulo llega con mayor fuerza en esta época y modifica nuestro comportamiento, gustos y actividades: la luz del sol se enciende y, casi desesperadamente, dan ganas de salir. A comer, a pasear, a consumir de otra manera. A disfrutar al aire libre de esos días primaverales en los que el estrés da una tregua y que, en rigor, empiezan hoy.
Psicólogos, neurólogos, sexólogos y trendhunters confirman que la llegada de la primavera influye en las conductas de la gente. Nos volvemos más eufóricos, más proclives a enamorarnos, con mayor deseo sexual y más sociables. También cambia la moda, aumentan los inscriptos en los gimnasios y crece el consumo de tratamientos y productos de belleza. Pero ahora no sólo la industria vinculada con la estética personal se adapta para recibir la primavera y adecuarse a las demandas del ocio estacional.
Con nuevas cartas de platos y tragos, reservas anticipadas de hasta casi una semana y un gasto de consumo en promedio un 30 por ciento superior al de una salida “normal” de fin de semana, la primavera impacta también en la gastronomía y se revalorizan aquellos restaurantes y bares que atesoran un rincón al aire libre.
En el Hub Porteño, el hotel boutique de Recoleta donde funciona el restaurante Tarquino, ya acondicionaron la coqueta terraza y su chef, Dante Liporace, preparó una carta mucho más fresca y colorida. “Se fueron los platos de cocciones muy largas, más pesados, ya no hay tanta carne al vacío, y aparecen las sopas frías en las entradas, como una de zanahoria, manzana y cebollas que se cocina con un almíbar de miel -describe el cocinero. El postre nuevo es un puré de manzanas bien frío, con helado de sidra y un queso azul de cabra caramelizado con crocantes de leche frita.”
En el Grill del Hotel Plaza también celebran la primavera con un menú de tres pasos y, para el chef Donato Gabriel Mazzeo, la estación “inspira sensaciones nuevas, como un renacer del año”.
Para la psicóloga Mariana Durao, del grupo Arcis, la llegada de la primavera presupone un cambio de ánimo. “En algunos casos es motivadora para iniciar modificaciones de hábitos alimentarios poco saludables, y surge la necesidad de tener una vida más sociable y menos aburrida -dice la experta-. Además, la exposición a la luz solar aumenta las secreciones en los niveles de serotonina, que tiene una función muy importante en mejorar el ánimo, como un antidepresivo natural.”
Victoria Pease, de 30 años, fue mamá hace cuatro meses, y más que ansiosa estaba por la llegada de los días cálidos, tardes de sol que le permitieran salir a pasear con su bebe después de varios meses de encierro. Para ella, la primavera significa más que nunca la posibilidad de disfrutar al aire libre. “Nos gusta ir a la terraza del Hub Porteño porque cumple con todo, estás al aire libre, pero al mismo tiempo alejado del ruido, del caos del tránsito. También nos encanta ir a los parques, poner una manta en el pasto y hacer un picnic. Buenos Aires es bella en esta época”, dice esta inglesa radicada en el país desde hace más de seis años.
Ferias itinerantes, mercados, festivales de música, bicicleteadas. La ciudad recibe a todos en sus calles. Hoy y mañana, en las Barrancas de Belgrano, Buenos Aires Market reunirá 70 puestos que ofrecerán más de 600 productos saludables para degustar sin cargo y comprar a precio promocional de primavera. La feria está organizada por el Ente Turismo de la Ciudad, y funciona de 10 a 19. Allí se puede almorzar en la plaza y habrá actividades para los más chicos. La glorieta de las Barrancas será el auditorio donde cocineros como Narda Lepes, Dolli Irigoyen y Juliana López May dictarán talleres y confiarán sus recetas.

HABAS Y ARVEJAS FRESCAS
Tegui, uno de los representantes de la alta gastronomía argentina, y que ha sido elegido por la revista británica Restaurant (con el puesto número 9) entre los 50 mejores locales de América latina, no para de agendar reservas por estos días. Y Germán Martitegui recibe a los comensales con los mejores productos de estación. “Es el mejor momento del año, donde aparecen los productos más ricos -dice Martitegui desde la cocina de su restaurante-. Habas, arvejas frescas y espárragos forman parte de los nuevos platos, o higos. También utilizamos muchas flores y muchas frutas. Es la estación de la frescura y el color.” El cocinero aporta otro dato: “En invierno, los días que hace mucho frío, la gente llama para cancelar las reservas, y eso nunca sucede en primavera -afirma-. Además se ven más parejas y cenas románticas.”

MEJOR EN PRIMAVERA
Marisol Glasserman, de 26 años, y sus amigas suelen ir a tomar algo y escuchar música a Río Café, en Palermo, los jueves por la noche. “Pero en primavera es mucho más lindo. La barra al aire libre está muy buena y la música no te aturde, podés charlar sin tener que gritar como una loca”, dice la joven, licenciada en cinematografía. El trago favorito de la época es el Marlon Brando, “con vodka, arándanos, pepino y algo más que no me acuerdo”.
El maridaje con tragos también es una tendencia que llega con el calor. Los sabores refrescantes pueden acompañar un plato y para el maridaje no hay regla. Anoche, Clara Giménez, de 25 años, optó por un plato de pescado con verduras y un gin tonic como bebida de su cena. Después, la noche siguió en la barra de Río Café, junto a sus amigos.
En Naná, en Vicente López, eligen las influencias marítimas para esta temporada. “Sumamos platos con pescados y frutos de mar e insumos de la huerta y la campiña, dando prioridad a los orgánicos en los vegetales y a las frutas. Así incorporamos un concepto de menú ligero primaveral”, dice su chef, Javier Hourquebie, que apuesta a la cocina de raciones más pequeñas para degustar varios sabores a la vez.
También la oferta de los roofbars (bares en las terrazas) es múltiple en la ciudad. Un fenómeno inspirado en las ciudades de Nueva York, Berlín o Barcelona. La temporada empieza ahora y se extiende hasta abril, cuando los días de calor comienzan a extrañarse nuevamente. Pero aún falta mucho para el otoño. En primavera, el after office porteño vuelve con sus vistas de 360° y los mejores atardeceres.
LA NACION