22 Aug Proteger al usuario sin minar sus ganancias es un reto para Google
Por Amir Efrati
En 2011, Larry Page , el presidente ejecutivo y cofundador de Google, les pidió a sus ejecutivos que desarrollaran una herramienta de privacidad simplificada que actuara como una especie de escala móvil. La idea era que los usuarios pudiesen escoger el grado en que los servicios de la empresa pueden recopilar información sobre ellos, ya fuera mínimo, medio o máximo. Además, también deberían poder decidir cuánta de esa información quedaría protegida del acceso por parte de otros usuarios.
Tras muchos tires y aflojes y varios intentos para diseñar la herramienta, la iniciativa fue abandonada el año pasado, según fuentes al tanto. Debido a que Google tiene tantos servicios en la web que operan de manera distinta, a los ejecutivos les resultó imposible reducir los controles de privacidad a solo tres categorías, dijeron las fuentes.
Las compañías de tecnología aseguran que la privacidad del usuario es una de sus prioridades y que tratan de protegerla de la intromisión injustificada del gobierno. Aun así, están recogiendo y filtrando volúmenes cada vez mayores de datos de usuarios con los que generan ganancias. Para la mayoría de los consumidores, vale la pena ingresar información personal a cabmio de servicios web. Sin embargo, otros se oponen a que sus vidas en el ciberespacio sean rastreadas y analizadas.
La amplia capacidad de Google para recopilar información sobre los usuarios de Internet rivaliza con la de cualquier entidad gubernamental o corporativa. El gigante de las búsquedas y la publicidad en la web sigue expandiendo su registro y análisis de datos, asumiendo la misión de clasificar el mundo, su población y sus intereses en un negocio publicitario que factura alrededor de US$50.000 millones al año. Los ejecutivos de Google también mantienen bajo candado sus prácticas internas de administración de datos, ante el temor de que revelar temas relacionados a la privacidad dañe su relación con los consumidores, según personas que han trabajado en temas de privacidad en la empresa.
Aun así, hay señales de que Google está bajo una presión cada vez mayor para calibrar cuánto énfasis ponerle a la privacidad del usuario. Lastimada tras unos tropiezos en el tema que generaron controversia mundial y bajo la atenta mirada de las autoridades regulatorias de Estados Unidos y Europa, los ejecutivos llegan a retrasar el lanzamiento de productos para atender las inquietudes de privacidad, según fuentes.
Eric Grosse, vicepresidente de seguridad e ingeniería de Google, dijo en una entrevista que la firma se interesa profundamente por proteger la información personal de las personas y trata de ser lo más transparente posible sobre cómo funcionan todos los mecanismos complejos en la web.
Cada hora, un usuario activo de Google puede generar cientos o miles de “eventos” de información que la empresa almacena en sus computadoras, dicen fuentes al tanto de ese proceso. Estos incluyen las búsquedas en la web; los videos que ven en YouTube, que recibe más de 1.000 millones de visitantes al mes; las llamadas telefónicas que hacen a través de Google Voice y los casi 1000 millones de celulares que funcionan con Android, así como los mensajes que envían vía teléfonos y Gmail, que cuenta con más de 425 millones de usuarios.
Cuando un usuario ingresa a su cuenta de Google para usar Gmail u otros servicios, la información recogida crece y es relacionada al nombre asociado con la cuenta. Google puede luego obtener información sobre los sitios web que la persona ha visitado tras hacer búsquedas en su motor.
Los teléfonos que funcionan con Android y Google Maps pueden recopilar información sobre la ubicación de una persona. Google también tiene datos de las tarjetas de crédito de más de 200 millones de dueños de teléfonos Android que compraron aplicaciones móviles, libros electrónicos o música, dijo una fuente al tanto.
Google no tiene tanta información relacionada a individuos como Facebook, según ex empleados del gigante de bús-quedas. (Facebook asegura contar con más de 1.150 millones de usuarios activos al mes, aunque la red social lleva a cabo menos funciones y por lo tanto recopila una menor variedad de datos que Google).
A futuro, Google podría obtener nuevos tipos de datos a través de los aparatos que se pueden llevar en el cuerpo, como Google Glass , que pueden capturar información alrededor de quien lo lleve.
Google tiene una “responsabilidad única para contar con medidas de protección serias para la forma en que usa los datos, considerando la enormidad de su alcance”, indicó Jules Polonetsky, presidente del directorio de Future of Privacy Forum, un centro de estudios sin fines de lucro patrocinado por Google y otras empresas de tecnología.
En 2.200 palabras, la política de privacidad de Google fija pocas restricciones a cuánto puede recolectar o usar. A diferencia de la mayoría de sus rivales, se ha mostrado más predispuesta a mostrarles a los usuarios parte de la información que registra sobre ellos, una función a la que se puede acceder a través de sus cuentas de Google o configuraciones de privacidad.
Google también pone a disposición de los usuarios una lista de la información que es utilizada para dirigirles anuncios específicos, basándose en los sitios que Google sabe que han visitado y la información que han provisto a los servicios de la empresa. La gente tiene la opción de bloquear la práctica de Google de dirigir avisos específicos en función de esos datos.
Ahora, las revisiones de privacidad más rígidas y las demoras en lanzamientos son más comunes, apuntan fuentes cercanas. Por ejemplo, crear Google Now , un servicio para dispositivos móviles que empezó a desarrollarse en 2011 y fue lanzado en 2012, fue una odisea, explica una persona al tanto. El equipo de Google Now, un servicio que ofrece información a los usuarios en función de su ubicación, como el clima o la condición del tráfico, tenía que obtener extensos permisos para extraer datos de otros grupos de productos diferentes de Google, como Gmail o del motor de búsquedas, indica esta fuente.
El equipo de producto tenía que asegurarse de que si una persona borraba un mensaje de correo electrónico de Gmail, por ejemplo, Google Now también borre la información contenida en el mensaje, indicó otra persona al tanto. “El producto (…) ya no es Dios”, dijo una de las personas.
LA NACION