21 Aug “Estoy orgulloso de haber sido uno de los ladrones del Robo del Siglo”
El próximo 8 de agosto Ronald Arthur “Ronnie” Biggs no sólo festejará sus 84 años, sino que también celebrará el 50 aniversario del llamado “Robo del Siglo”, que lo catapultó a la fama. El multifacético anciano, quien logró evadir a la Scotland Yard durante 36 años, afirmó ayer sentirse orgulloso de haber participado en el atraco al tren postal que iba de Glasgow (Escocia) a Londres en 1963, en el que junto a otros 15 delincuentes se hicieron con un botín de 2,6 millones de libras –equivalentes hoy a unos 63 millones de dólares– en una operación cuidadosamente planeada y en la que no se usaron armas.
“Si me preguntan si tengo remordimientos por haber sido uno de los ladrones del tren, mi respuesta es ¡No!”, aseguró a una agencia inglesa Biggs, quien por problemas de salud no puede hablar y se comunica con una tabla con el alfabeto.
“Iré más lejos: estoy orgulloso de haber sido uno de los ladrones del Robo del Siglo. También me complace que se me llame ‘el recadero’ o ‘el cerebro’. Estuve allí esa noche de agosto y eso es lo que cuenta. Soy uno de los pocos testigos, vivos o muertos”, añadió.
Más allá de su descaro al referirse al hecho, hay algo de lo que sí se arrepiente el viejo ladrón: que el conductor del tren, Jack Mills, resultara herido de un golpe en la cabeza cuando se negó colaborar con la banda.
“Es lamentable que él resultara herido, lo he dicho muchas veces, y no fue la única víctima, pues quienes han pagado el precio más alto por el ‘gran robo del tren’ han sido las familias de todos. Todos ellos han pagado el precio de nuestra implicación en el hecho; un elevado precio, como en el caso de mi familia”, sostuvo.
UNA VIDA DE PELÍCULA. En la madrugada del 8 de agosto de 1963 –cuando Biggs cumplía 34 años– la banda dirigida por Bruce Reynolds manipuló las señales ferroviarias a la altura del condado ingles de Buckingham para que se detuviera el tren y cortaron los cables de teléfono para que los maquinistas no pudieran comunicarse.
En apenas media hora, los ladrones se llevaron 118 de las 126 sacas de dinero, en las que había billetes de una y cinco libras, y las cargaron en los vehículos que tenían preparados. La mayor parte de ese botín jamás fue recuperado.
Pocos meses después del robo nueve miembros de la banda, incluido Biggs, fueron detenidos y en 1964 fueron condenados a penas de hasta 30 años.
Biggs estuvo 15 meses preso en el penal de Wandsworth, del cual se escapó el 8 de julio de 1965, luego de escalar el muro. Tras la fuga primero se fue en bote a Bruselas y luego se dirigió a París con su esposa y sus hijos, en donde se fraguó una nueva identidad y se hizo cirugía estética.
Un año después de la fuga, Biggs se mudó a Australia, donde vivió algunos años trasladándose por varias ciudades, pero como la policía británica estuvo muy cerca de atraparlo, en 1970 se fue a Brasil, que no tenía tratado de extradición con Gran Bretaña.
Allí, se convirtió en una especie de celebridad. Se vendían tazas y camisetas con su imagen a los turistas e incluso en 1978 grabó como vocalista dos canciones con los Sex Pistols para la película The Great Rock ‘n’ Roll Swindle. Y también grabó canciones con la banda punk alemana Die Toten Hosen y la argentina Pilsen.
En 1981, fue víctima de un frustrado intento de secuestro por ex soldados británicos que querían cobrar la recompensa por su captura.
En 2001, tras padecer varios problemas de salud, decidió volver a Inglaterra, donde fue detenido apenas llegó. En 2009 fue liberado dos días antes de su cumpleaños número 80 y fue internado en un hogar para ancianos.
TIEMPO ARGENTINO