En Wall Street ven en el canje un plan riesgoso con un timing inoportuno

En Wall Street ven en el canje un plan riesgoso con un timing inoportuno

Por María Elena Candia
La decisión del Gobierno de reabrir el canje para los tenedores de títulos en default fue recibida con extrema cautela en Wall Street. En opinión de analistas, este anuncio sugiere que el Gobierno espera una decisión negativa de la Corte Suprema y aunque destacan una mayor predisposición de la Argentina a pagar, reparan en los efectos del cambio de jurisdicción de los bonos.
Al descontar que la propuesta obtenga amplia aceptación en el Congreso, la clave, estiman, es el “stay” (o efecto suspensivo del fallo), que puede ser levantado bajo la posibilidad de que el cambio de legislación de la deuda viole las leyes norteamericanas.
Para el Citi, el Gobierno ya está buscando alternativas ante la eventualidad de un posible fallo negativo, cuya decisión final sobre el caso podría llegar en octubre.
“Vemos esta estrategia como de alto riesgo, ya que los tribunales podrían interpretarla como un intento de modificar los mecanismos de pago, al violar la orden del juez Griesa (confirmada por la Cámara de Apelaciones) y el compromiso que tomó la Argentina en diciembre de no buscar maniobras evasivas a una posible sentencia negativa. Como consecuencia, el riesgo de que la Corte de Apelaciones levante el stay concedido el viernes pasado se incrementó significativamente”, advirtió el último informe del banco.
El Citi rescata que el Gobierno todavía muestra voluntad a pagar, aunque “en sus propios términos”, y está dispuesto a recorrer un largo camino para cumplir con los acreedores cuyos derechos reconoce. Sin embargo, el banco descarta que la Argentina cumplirá con el fallo de la Cámara al no pagar a los holdouts ni a los tenedores de títulos residuales con ley extranjera, por lo que el país entrará en default respecto a su deuda externa.
Según JPMorgan, la idea de que la presidente Kirchner re-rutee los pagos no es en sí sorpresiva, aunque sí lo es en función del momento en que toma esta decisión. “El mercado sabe que Kirchner no estaría dispuesta a negociar con los holdouts y que al final de la línea legal, si los tribunales no revertían el fallo, el gobierno argentino se inclinaría a re-rutear los pagos de los bonos reestructurados a jurisdicciones fuera de la competencia de los tribunales de Nueva York”, analizó el banco.
“Pero el timing, antes de la Corte Suprema incluso responda a la apelación de la Argentina, sí es sorprendente. Tal sugerencia parece arriesgada, ya que puede acabar con la estrategia de la apelación del país”, sentenció el informe del Morgan.
Bajo la misma línea de análisis, Credit Suisse también hace hincapié en el riesgo legal que conllevaría la alteración de la jurisdicción de los bonos.
“Será importante examinar el lenguaje del proyecto de ley presentado en relación con este aspecto. Nos preocupa que los tribunales de EE.UU. puedan interpretar esta propuesta como un intento de desafiar y evadir sus órdenes”, destacó Casey Reckman, analista de Credit Suisse, para quien la justicia norteamericana podría levantar el stay hasta que se expida la Corte Suprema.
Para Credit Suisse, los tenedores de bonos estarán alertas por los riesgos asociados a la ley local, entre ellos, la pesificación de los títulos denominados en moneda extranjera, las restricciones a la transferencia de fondos fuera de la Argentina y el desacato legal que puede resultar de la participación en el canje. En este sentido, el banco espera que el mercado reaccione en forma negativa a las medidas propuestas por el Gobierno, aunque rescata su preocupación por brindarle mayor claridad a los bonistas.
“No esperamos que los holdouts encuentren esta oferta atractiva, en especial los involucrados en el litigio ante la justicia norteamericana”, advirtió Reckman.
Bulltick en cambio presenta una mirada más positiva. Considera que la aceptación del canje puede subir algunos puntos y alcanzar el 95%. “Dudamos que todos los acreedores locales que no entraron al canje tengan una actitud de batalla a largo plazo respecto al dilema judicial en curso en Nueva York”, explicó Alberto Bernal.
Por su parte, Barclays reconoce la eliminación de la ley cerrojo, al descatar que reduce el efecto negativo de la claúsula pari passu, pero advirtió que los holdouts podrían poner el riesgo el canje en los tribunales norteamericanos, con resultados inciertos para el país.
EL CRONISTA