En tres años, no hallaron la “partícula de Dios” pero sí una que es “parecida”

En tres años, no hallaron la “partícula de Dios” pero sí una que es “parecida”

El Gran Acelerador de Hadrones (LHC) del CERN, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, concluyó ayer la primera ronda de colisiones de protones, un proceso que llevó tres años, y en el que se produjeron 6000 billones de choques, que permitieron la observación de una partícula muy parecida al buscado “bosón de Higgs”, conocido también como la “partícula de Dios” o “partícula de Higgs” o en honor al físico británico Peter Higgs, que resultaría clave para explicar el origen del Universo.
Durante estos tres años de trabajo y estos miles de billones de colisiones, dos detectores de los cuatro que controlan lo que sucede en el interior del LHC –un anillo de 27 kilómetros de circunferencia, localizado a entre 50 y 150 metros bajo tierra– detectaron 5000 colisiones “de interés”.
De éstas, sólo 400 choques produjeron resultados compatibles con partículas similares al “bosón de Higgs”, cuyo descubrimiento fue anunciado el pasado julio.
“El trabajo del LHC ha superado todas las expectativas en los últimos tres años. El acelerador produjo 6000 billones (de colisiones) y la luminosidad ha seguido creciendo. Es un logro fantástico”, señaló el director del acelerador, Steve Myers, según se citó en un documento institucional.
Los choques se iniciaron a bajas energías y fueron aumentando paulatinamente, hasta que ayer los dos haces circulaban a una energía de 4 TeV (teraelectronvoltios), por lo que los choques se produjeron a una energía de 8 TeV.
Pero no sólo se ha mejorado en el aumento de la energía, sino que los científicos del CERN lograron aumentar el número de protones en cada haz.
Los haces están compuestos por grupos de protones, y se pudo reducir a la mitad el espacio entre estos, por lo que se duplicó el número de grupos y, por consiguiente, también se ha multiplicado la cifra de protones en el interior del haz.
“Este nuevo logro augura buenos resultados para la próxima ronda en 2015. Haces a alta intensidad son esenciales para el éxito del LHC. Haces más intensos significan más colisiones y más posibilidades de ver fenómenos raros”, aseveró Myers.
El acelerador no producirá más choques de protones hasta el 2015. De todas formas, el LHC no se paralizará totalmente hasta finales del mes de enero del 2013, porque durante tres semanas del primer mes del año se colisionarán protones con iones de plomo, un experimento que permite profundizar en el estudio de lo que pasó instantes posteriores al Big Bang. Estos choques permitirán seguir estudiando la estructura de la materia en condiciones de alta energía, algo esencial si se quiere averiguar el origen del Universo.
En septiembre, se colisionaron por primera vez en el LHC los protones con estos núcleos pesados y, a pesar de la complejidad técnica, el experimento se realizó con éxito.
Tras estos choques de protones e iones, el gran acelerador se paralizará totalmente hasta finales del 2014, un período durante el cual se harán las modificaciones necesarias para que puedan realizarse colisiones de protones a una energía de 13 TeV (6,5 TeV por haz).
Se espera que una vez se produzcan colisiones a altas energías se puedan observar otro tipo de fenómenos que confirmen definitivamente la existencia la “partícula de Dios”, la pieza que falta para explicar por qué las partículas adquieren masa, que es la base del actual modelo estándar de física.
TIEMPO ARGENTINO