De la ira a la violencia

De la ira a la violencia

Por Bernardo Stamateas
¿Cuántas veces dijiste: “la verdad es que se me fue la mano, no era para tanto”? ¿Cuántas veces te arrepentiste de palabras que nunca tuviste que haber dicho, o soltaste tu enojo con la persona equivocada?
El enojo es normal pero la violencia es una conducta anormal y su objetivo es lastimar al otro. Hay varios motivos por los que una persona transforma su ira en violencia:
Cuanta más frustración más agresión. Entendemos por frustración un impedimento, un obstáculo que se nos pone adelante del camino para alcanzar una meta.
Cuando la persona vive el obstáculo como algo frustrante, inmediatamente reacciona con agresión. Hay personas con muy baja tolerancia a los “no” y cualquier escollo que se le anteponga hará que estallen en furia. Es erróneo creer que “la violencia es normal”.
Cada vez que una persona es expuesta a la violencia, se produce un reflejo psicológico de desensibilización (cuanto más violencia veo más normal se torna). Estos parámetros de aparente normalidad conducen a la persona a funcionar agresivamente o violentamente como un estilo de vida normal.
La línea es delgada, pero las consecuencias de un simple enojo o de un ataque de ira son totalmente diferentes.
Canalizar correctamente nuestras energías es de vital importancia: si caminás pensando en alternativas de cómo resolver este problema, vas a focalizar tu enojo de manera positiva; pero si tu enojo se concentra en el obstáculo que te frustra no vas a resolver nada.
TIEMPO ARGENTINO