Usos, costumbres y manías de los conductores y periodistas

Usos, costumbres y manías de los conductores y periodistas

Por Alicia Petti
La radio, el medio que mejor acompaña y que sigue vigente día a día, ofrece un abanico calidoscópico de propuestas tanto en contenido y formato en AM como en FM, con voces y estilos de sus reconocidos conductores seguidos por sus fieles audiencias. Vamos a revelar en esta oportunidad algunos detalles de usos y costumbres, tips de algunos de ellos, que llevan acabo durante el desarrollo de sus ciclos o en las tandas.
Por ejemplo, Magdalena Ruiz Guiñazú en la primera mañana de Radio Continental, en los días fríos, aporta exquisitos chocolates, porque sabe que el chocolate energiza, despierta y alternativamente trae deliciosos sándwiches de miga, que todo su equipo devora con rapidez.
Beto Casella en su ciclo de Pop Radio, realiza el programa invariablemente descalzo (aún en invierno). Toma dos cafés breves ( ristretto ) y en un par de tandas sale a dar pitadas de cigarrillo y aprovecha a sacarse fotos con oyentes que se acercan a la puerta de la radio. En alguna otra tanda realiza un par de ejercicios de estiramiento. Sobre la mesa de trabajo, desparrama caramelos masticables, alfajorcitos de maicena o cañoncitos de dulce de leche, junto al mate que da vueltas durante toda la mañana.
Los alfajorcitos de maicena, también son los preferidos de Gustavo López en su tira deportiva del mediodía en La Red. Es muy generoso con sus compañeros y todos recuerdan que el año pasado, para festejar su buena audiencia, en la puerta de la emisora preparó para su equipo y oyentes 2000 chorizos, y él se hizo cargo de todo: el pan, el chimichurri y todo lo demás. También en La Red, Luis Novaresio a las seis de la mañana come galletitas con mermelada dietética y, alrededor de las 8, reniega de este principio y manda a comprar facturas para todos. Por supuesto que el gran sibarita a la hora de degustar comida de todo tipo, es Chiche Gelblung.
Gerardo Rozín, en América, desarrolla todo el programa parado y con micrófono de pie, lo que le permite hacer todo tipo de piruetas y juegos, incluso cuando canta sobre las voces de distintos intérpretes.
Mario Pergolini, en Vorterix, atento a todo, quizá lo que más le preocupa es el volumen, el sonido de la radio y corre todo el tiempo hacia el control arengando para subir el volumen en una actitud de agite, que todos aceptan y disfrutan. En el grupo de Elizabeth Vernaci, el mate pasa de mano en mano y por supuesto comiendo entremeses varios.
Roberto Pettinato, en La 100, despliega múltiple actividad en las tandas. En la bandeja pone y escucha discos de los temas que a él le gustan; juega a los dardos con Guillermo Poggi y, por supuesto, alternativamente toca el saxo no sólo en el estudio sino también en los pasillos.
Luciano Galende, conductor del ciclo de segunda mañana en Nacional, llega con el envase de toallitas antibacteriales, limpia todo lo que está sobre la mesa de trabajo y cuida ese espacio para que nadie interfiera o ensucie. Fanático de la limpieza. También en Nacional, don Héctor Larrea permanece durante todo el programa con los auriculares puestos atento a todo lo que acontece en el aire. En ese sentido, Reynaldo Sietecase, en Vorterix, se mantiene sentado durante todo el desarrollo del programa sin ir siquiera ir al baño y sólo ingiere distintas clases de té.
Marcelo Longobardi, en Mitre, está muy atento al programa y la producción, sale en la tandas a fumar o a tomar sólo un café. Jorge Lanata es un ejemplo de corrección en las tandas: cuando todo su equipo sale corriendo a degustar las exquisiteces culinarias que le envían, él prácticamente se queda solo en el estudio y casi sin probar nada.
Por su parte, Oscar González Oro en Radio 10, además de cantar todo tipo de canciones (ya es un clásico), esta muy pendiente de su Facebook y en los espacios publicitarios sale a fumar o a tomar café.
Fernando Bravo, en su ciclo de la primera tarde en Continental es fiel a su yogurt, de la misma manera que su coequiper, Alfredo Leuco, hace lo propio con una o dos manzanas. En esa misma emisora, Víctor Hugo Morales, oficia prácticamente de musicalizador de su programa, eligiendo temas acordes a la temáticas y dándole oportunidad de ser escuchados a los que envían sus demos, en tanto César Ferri es su cebador oficial de mate.
Los del equipo de Basta de todo , liderado por Matías Martin, en Metro, almuerzan juntos todos los días antes de salir al aire, y los viernes tienen como clásico el asado con papas fritas y ensalada, casi un rito semanal.
Los de Metro y medio , también Metro, el programa de Sebastián Wainraich, se sientan siempre en el mismo lugar, inamovible (tienen destinado hasta un lugar exclusivo para los invitados) y Wainraich les pide a los invitados que se saquen sus camperas, buzos o pulóveres y se queden en remera para hacer la nota. Ah…, siempre tienen que tener la puerta del estudio cerrada.
Mónica Cahen D’Anvers y César Mascetti, en su programa de Radio del Plata, muestran actitudes diferentes durante el ciclo. Ella cuida con instinto maternal a todo el equipo de trabajo, y lo corrige a él, cuando se pasa de la raya. Él, en cambio, en las tandas sale al pasillo a cambiar impresiones con diferentes integrantes de la radio. En Del Plata el que mantiene el espíritu festivo es Gustavo Sylvestre en la primera mañana, dado que además de cantar sin el consenso del grupo, en algunos momentos, ya sea sentado o a veces de pie, se mueve al compás de distintos ritmos.
LA NACION