Siete de cada diez empresas cuentan con una estrategia de reputación corporativa

Siete de cada diez empresas cuentan con una estrategia de reputación corporativa

La medición de la reputación de las empresas ya es un tema instalado en la mayoría de las grandes compañías en la Argentina. Todo parece indicar que las empresas han comprendido, en los últimos años, que una buena reputación agrega valor a los negocios y que está estrechamente relacionada a las ganancias que se obtienen.
Siete de cada diez firmas en el país cuentan con una estrategia de reputación definida explícitamente, según el Estudio de Benchmarking sobre Reputación Corporativa realizado por IDEA entre febrero y mayo pasados. La encuesta, en la que participaron 62 grandes empresas, que más del 40% de ellas tiene una facturación superior a los $ 2.000 millones anuales, reveló además que el 92% de las consultadas cuenta con un área para gestionar la reputación y que en el 88%, el presidente o autoridad máxima de la compañía está involucrado en la reputación corporativa, precisó ayer María Amelia Videla, directora de la División Responsabilidad Social Empresaria de IDEA y de Sustentabilidad y Asuntos Públicos de ManpowerGroup, al dar a conocer los resultados del estudio.
Además, el 76% de los consultados elabora informes sobre la reputación corporativa, “un porcentaje mucho mayor que años atrás”, destacó Videla. El 64% realiza sondeos de reputación con grupos de interés en forma anual y el 88% establece diálogos con ellos, “lo que significa no sólo comunicar, sino también escuchar a los grupos de interés”, destacó Videla.
La implementación de estas políticas da cuenta de que las empresas entienden que una buena reputación influye en sus negocios. “Agrega valor y está muy relacionada con las ganancias. Las empresas con mejor índice de reputación logran mejores ganancias y retornos a la inversión”, destacó Miguel Ritter, titular de Ritter & Partners. No casualmente las empresas con mayor reputación tienen un mayor valor de mercado. “Apple fue la empresa con mejor reputación en 2012 y la de mayor valor en la Bolsa de Estados Unidos”, ejemplificó Ritter. Importa, sobre todo, la percepción que se tiene sobre la compañía. “Las empresas no deben informar solo lo que ellas quieren, sino que deben dialogar, informar además lo que la gente quiere saber”, destacó. Asimismo, comentó que el 20% del activo de las compañías es tangible, está en los balances, en tanto que el 80% es intangible, no figura y está relacionado con la reputación de una empresa, a la inversa de lo que sucedía en 1978.
El estudio de IDEA relevó además en qué medida diferentes dimensiones que hacen a la reputación corporativa fueron incorporadas en las compañías. El 97% de las empresas cuenta con un código de ética; el 69%, con un consejo sobre el tema; el 75%, con una línea de denuncias éticas anónimas y el 78%, con políticas anticorrupción. En cuanto a la transparencia, el 93% posee un comité de auditoría transparente.
La gran mayoría, el 86%, tiene además políticas expresas sobre cuestiones medioambientales y el 93%, iniciativas para mitigar los impactos, en tanto que el 63% ofrece información a consumidores y clientes. Información referida al tema, relacionado con el uso y destino de sus productos. Por último, pero no menor, también ofrecen políticas hacia sus empleados: 86% cuenta con programas específicos de beneficios; el 74%, de conciliación entre vida laboral y familiar; un 81% conoce y mide el clima laboral en su empresa, en tanto que el 67% tiene políticas de gestión de la diversidad.
Pero reputación no equivale a imagen. “La imagen es la foto de una empresa según la percepción que tiene la gente de ella en un momento determinado; la reputación es una película, aspectos percibidos de la empresa que no cambian en el tiempo”, aclaró Ritter.
EL CRONISTA