15 Jul La especulación también llegó al negocio del arte
Por Ignacio Gutiérrez Zaldívar
Históricamente, los mayores precios eran los que se lograban por las obras de los Old Masters (pinturas previas al siglo XIX), realizadas por Tiziano, Rubens, Rembrandt o Da Vinci. Luego, fueron los impresionistas como Monet, Manet, y los post impresionistas como Van Gogh. Más tarde, los pintores activos en la primera mitad del Siglo XX como Picasso y Klimt.
Pero desde hace una década, las obras realizadas tras el final de la Segunda Guerra Mundial (1949) son las que han subido más sus precios.
Esta semana, en dos días se ofrecerán 136 obras en Nueva York, de las cuales el 30% tienen bases que superan los u$s 5 millones. También habrá otra decena a más de u$s 20 millones.
Veo con gran temor este nivel de precios, y dudo que se puedan sostener en el futuro, con el peligro de que el mercado del arte pase a ser inseguro ante una caída de valores y un probable efecto contagio, un efecto dominó no deseado sin duda.
Kahnweiler fue el gran marchand del París del Siglo XX. Sus figuras fueron Picasso, Braque y Gris, que siguen vigentes. Pero él sabía que sólo el 5% de los artistas que el promocionaba perdurarían. No se si de las figuras hipercotizadas de hoy como Jeff Koons, Damian Hirst, Gerhard Ritcher, entre los contemporáneos; y la obra de Basquiat, Bacon, Newman, Pollock, Lichtenstein, Calder y Warhol, podrán sostener esta inflación desmedida de precios.
Cuando se superan los u$s 5 millones veo más especulación que amor al arte o placer de coleccionar. Por lo tanto, veo gente que saldrá espantada a vender cuando el mercado se ajuste a precios más lógicos.
Sothebys y Christies conocen como nadie el negocio. Fijan los precios públicos con sus subastas. Mañana arranca Sothebys con 64 obras con de hasta u$s 40 millones. Habrá una obra del Picasso del Siglo XXI como se conoce al alemán Gerhard Ritcher (83), quien ya vendió una de sus obras en u$s 35 millones. Se esperan mayores cifras por un cuadro que, a simple vista, es una gran foto en blanco y negro fuera de foco del Plaza del Duomo de Milán, a la manera hiperrealista. Pero muchos críticos y curadores sostienen que es algo extraordinario y con buena promoción.
De Jeff Koons (58) se ofrecen una decena de obras, algunas con bases de u$s 6 millones. Hay una fotografía suya de niño, empotrada en una caja de luz. Está estimada en u$s 2,5 millones, y nos aclaran que es obra única y que no hay replicas. Me parece un disparate, como una escultura suya por la que se pedían u$s 50 millones en el Hotel Wynn de Las Vegas. Son precios insostenibles, pero veremos cómo funciona la ley de oferta y demanda.
Barry Newman (1905-1970), es un artista americano representado en casi todos los museos de Estados Unidos. Pero que por una de sus obras se pidan u$s 30 millones de base, tampoco me parece algo fácil de justificar. Habrá también un retrato que Francis Bacon idealizó de su amigo Peter Lancy. La referencia más importante es que fue el primero que hizo luego que su amigo falleciera en 1962.
Pero me parece un argumento carente de fundamento para aumentar el valor de una obra con una base u$s 30 millones.
El miércoles, en tanto, sigue la locura en Christies, con 72 obras y bases que superan los u$s 25 millones. Los autores son los mismos ya que tienen claro hacia donde va la demanda. Por eso hay cinco obras de Basquiat y de Warhol; cuatro de De Kooning, Calder y Lichtenstein, y dos de Pollock.
Quienes están comprando son los favorecidos por la suba de las acciones o que lograron rápidos dividendos en fondos de inversión. Salvo los alemanes, los demás europeos están fuera de este mercado. Alguna obra también puede ser comprada para el nuevo museo de Qatar, pero los asiáticos y japoneses tampoco sostienen este segmento. Así, este juego de millones queda en manos de 10 americanos, compradores y vendedores que se autopromocionan con compras y ventas.
La semana pasada, se vendieron los u$s 500 millones anunciados en impresionismo y modernos. Por un Cezanne se pagó el doble estimado: u$s 41,6 millones. Por el Modigliani, los u$s 26 millones esperados, y un pequeño Braque fauvista fue récord mundial con u$s 16 millones. Yo creia que el Pensador de Rodin en u$s 8 millones era demasiado. Pero se vendió en u$s 15,3 millones. En tanto, el Soutine se vendió en u$s 18 millones; el Miro, en u$s 11 millones, y el Derain que me gustaba no se vendió. Buenos precios para los dibujos, y sorpresa con las obras de Francois Gilot, la pintora y una de las mujeres de Picasso. Valían u$s 50 mil y se vendieron en u$s 500.000. En Manhattan no hay cepos.
EL CRONISTA