17 Jun Los maestros son la clave del aula del futuro
Por Cintia Perazo
“La experiencia mundial con el modelo uno a uno de One Laptop Per Child (OLPC) demuestra que una iniciativa pedagógica exitosa no es tecnocéntrica. Muy por el contrario, el centro no debe ser la máquina, como tampoco lo fue, en su época, la tiza y el pizarrón, sino el niño en crecimiento, en todos sus aspectos, tanto emocionales como cognitivos, creativos, sociales y morales. En este sentido, la formación permanente de los docentes es condición esencial para el éxito de los programas, especialmente en las comunidades más desprovistas de recursos”, asegura Antonio Battro, jefe de educación de OLPC y miembro de la Academia Nacional de Educación.
OLPC es una asociación sin fines de lucro de Estados Unidos (www.laptop.org) que fue creada en 2006 por Nicholas Negroponte, fundador del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Su misión es colaborar en la educación de las nuevas generaciones de la era digital para alcanzar los objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, y su actividad principal se concentra en los países en desarrollo y en las comunidades más pobres. “Con este propósito, OLPC ha creado la laptop XO, diseñada especialmente para los niños, única en su género por su diseño ergonómico y su alto rendimiento. Por otra parte, OLPC ha desarrollado un programa integral de educación que se basa en cinco puntos. El primero establece que la educación digital comienza desde el primer año de la escuela. El segundo, que el niño y el docente son propietarios de sus laptops. Otro de los puntos establece que las laptops están conectadas a Internet. El cuarto, que toda la comunidad educativa, sin excepción, goza de estos beneficios que cubren y saturan la población escolar. Y por último, que el software es libre y gratuito”, enumera Battro.
Entre los inconvenientes que deben sortearse a la hora de llevar a cabo iniciativas como OLPC Battro destaca el tecnocentrismo, la creencia de que la posesión de la máquina resuelve los problemas pedagógicos. “La tecnología plantea problemas educativos inéditos, que debemos aprender a resolver entre todos. Necesitamos desarrollar las ciencias de la educación en consonancia con los desafíos contemporáneos. Sin investigación no hay futuro para la educación. Otro obstáculo es el clientelismo político, que en lugar de incluir excluye, pues selecciona sólo a los grupos afines al gobierno de turno y no se toma como un proyecto de país, sino como proyecto de gobiernos. Por eso OLPC incluye el principio de saturación, es decir que debe cubrirse a toda la población escolar, sin excepciones, para garantizar la equidad”, observa Battro.
Programas como el Plan Sarmiento, de la ciudad de Buenos Aires, y Conectar Igualdad, del gobierno nacional, no siguen el modelo uno a uno de OLPC, asegura el jefe de educación de OLPC. “Estos programas no cumplen los cinco puntos de OLPC. Por ejemplo, Conectar Igualdad no cumple con la premisa de comenzar a dar las computadoras desde primer grado de primaria. Otro ejemplo, OLPC cubre toda la población escolar, incluyendo las escuelas públicas y privadas. El Plan Sarmiento se aplica sólo a los colegios públicos”, detalla.
HECHO EN ESPAÑA
El grupo de investigación Didáctica y Multimedia (DiM) de la Universidad Autónoma de Barcelona realiza investigaciones desde hace más de 10 años para buscar las mejores formas de usar la tecnología en la educación. “Estamos investigando de qué forma la tecnología puede permitir que los alumnos entiendan más y mejoren su rendimiento académico”, dice Pere Marquès, director del grupo DiM.
El equipo ya ha estudiado de qué forma las pizarras electrónicas, tabletas y los libros digitales pueden colaborar con el aprendizaje de los alumnos. “Pero nuestra investigación estrella es de tipo metodológico y se llama Currículum Bimodal, que se pude aplicar tanto en aulas que tengan tecnología como en aquellas que no”, asegura Marquès.
Esta metodología considera que Internet está en todas partes, por lo que no hace falta que los alumnos memoricen tantos datos como en el pasado. “Hoy, en el mundo laboral, cualquier persona tiene una computadora, Wikipedia, calculadora, es decir, las fórmulas están al alcance. Por eso creemos que los alumnos deben ser hábiles en el uso de estas herramientas”, dice el director de DiM. El primer principio del Currículum Bimodal establece que siempre que haga un examen práctico, el alumno podrá tener sus apuntes o su computadora sobre la mesa. En caso de tener sus notebooks, el alumno podrá acceder a las bases de datos, pero no a las redes sociales porque la idea es que lo resuelva él y no que le pida el resultado a un amigo. El segundo principio dice que a pesar de que siempre la información está al alcance de la mano, cuando una persona se expresa utiliza la información que está en su cerebro. “Es decir, los estudiantes necesitan hoy, como ayer, seguir memorizando un vocabulario amplio, porque cuanto mejor vocabulario posean tendrán mejores posibilidades de pensar con más matices y hablar con más soltura y precisión”, observa Marquès.
EL EJEMPLO DE FINLANDIA
Uno de los mejores sistemas educativos del mundo es el finlandés. El cambio del sistema les llevó 40 años, hoy las escuelas son gratuitas e iguales para toda la sociedad e incluyen no sólo la enseñanza, sino también el material didáctico, el transporte y el comedor. Los maestros tienen un gran prestigio y es muy difícil entrar en la carrera docente porque son muchos los aspirantes. Pero lo que más asombra es que no existen órganos de control. El gobierno confía en los profesores y éstos en los alumnos, sin controlarlos. Es un sistema basado en la confianza.
En cuanto a la tecnología, en Finlandia se utiliza como herramienta más de aprendizaje. “El sistema educativo finlandés es muy humano, basado en la valoración y tener altas expectativas de todos los niños, y lo hacen con más éxito que cualquier otro país”, resume Richard Pietrasik, quien es director de Nowsthetime.com, consultora inglesa sobre temas de educación.
Más allá de las virtudes del sistema finlandés, Marquès observa: “Ese sistema educativo les va bien a ellos, pero debe hacerse a medida de los pueblos. Por otro lado, en muchas sociedades los maestros no son del más alto nivel, como ocurre en Finlandia. Creo que debemos estudiarlo, pero no puede trasladarse el mismo sistema tal cual, en España o la Argentina. Hay que ver cómo puede adaptarse a cada país”.
EDUCACIÓN POR TV
Otro de los casos paradigmáticos es Corea del Sur, una de las economías más importantes del planeta que cuenta con uno de los sistemas educacionales más avanzados en materia tecnológica del mundo, sorprendiendo además con excelentes resultados en pruebas internacionales. El lugar donde se hacen más evidentes las reformas del modelo coreano es en las aulas, que cuentan con variadas herramientas tecnológicas entre las que se destacan libros digitales, que los alumnos leen en sus tablets. Asimismo cuentan con un sistema de transmisión de las clases por TV satelital, TV cable e Internet denominado Educational Broadcasting System (EBS).
Aparte de estos avances, los desafíos son globales, tanto como los cambios que han traído las nuevas tecnologías. Para Marquès, los nativos digitales llevan muchas horas frente a la computadora, pero jugando, chateando y mirando películas. “Los chicos no están interesados en desarrollar un juicio crítico al buscar información, por lo que si no les enseñamos a hacerlo en la escuela cuando egresen seguirán siendo muy hábiles en las redes sociales o con los juegos, pero se quedarán con lo primero que les aparezca en Google, por ejemplo”, dice el director del DiM.
Marquès observa que muchas veces la tecnología no se utiliza adecuadamente y que existe falta de formación de los educadores. “Si una escuela compra diez pizarras digitales, se le suele pedir al proveedor que dicte un curso para capacitar a los educadores, y se pide que sea extenso. En realidad, lo mejor es que los maestros reciban un curso de dos horas y cuando los profesores se sientan a gusto con el equipo, entonces ellos mismos pedirán que se les enseñe el resto de las funciones”, sugiere.
Pietrasik coincide: “La mayoría de los países cometen el mismo error: creer que lo único importante es comprar hardware y computadoras a las escuelas, sin integrar la tecnología en los programas y la pedagogía. El mensaje que quiero dar es que al principio se hagan menos inversiones en equipos y más en capacitar a los líderes educativos, si se quiere tener éxito. Muchos funcionarios creen que es suficiente con dar una computadora a cada niño, o con instalar una pizarra digital en el aula para decir que la tecnología llegó a las aulas. Este es un grave error”.
LA NACION