La protección de datos personales en Internet

La protección de datos personales en Internet

Por Ricardo Saenz
La privacidad cede ante los avances de la tecnología. Así con una simple imagen la vida privada de una persona –pública o no– puede quedar expuesta ante la mirada de millones de usuarios que navegan en internet.
En líneas generales, de manera consentida o sin saberlo, nuestros datos personales pueden estar disponibles a través de la web. El debate y la reflexión que se desprende de este escenario es, por un lado, la responsabilidad de nosotros mismos respecto al resguardo de nuestra información personal y por el otro, la responsabilidad de los buscadores, que no crean el contenido pero si lo indexan.
En materia de regulación, Latinoamérica y en particular nuestro país, ha ido avanzando en el control de datos privados en internet. Tengamos en cuenta el explosivo crecimiento que respecto a conexión a internet experimenta la región, pasando de un 8% en 2002 a una penetración de 40% en el 2012, según el estudio ‘State of Broadband 2012’, divulgado por Naciones Unidas.
El gran desarrollo de la red global sigue ampliándose de manera tal, que se espera que en los próximos tres años alcance al 60% de los latinoamericanos. En este contexto, la Unión Europea ha reconocido a Argentina y Uruguay como las únicas naciones de la región que garantizan un nivel adecuado en la protección de datos personales.
Más allá del logro de ambos países, Costa Rica y Colombia han sancionado recientemente marcos regulatorios sobre protección de datos, mientras que, Brasil, se encuentra discutiendo sobre una reglamentación general que abarque toda la temática.
Al mismo tiempo, me preocupa personalmente la conciencia que como ciudadanos tomemos en relación a la protección de la información privada. Sobre todo en el caso de los niños y adolescentes donde considero que el rol de los padres es fundamental así como el tratamiento de este tipo de temáticas en los lugares de estudio para inculcarles el uso responsable de la tecnología a estos niños que forman parte de la generación de nativos digitales y que deben aprender a convivir con sus ventajas y riesgos.
Como ya he dicho en otras oportunidades, el derecho a la privacidad, la libertad de expresión y la propiedad intelectual son temas para pensar desde un lugar desinteresado y serio. Los derechos son verdaderos derechos y como tales deberán ser reconocidos y legitimados por todas las partes. Si bien el avance de los marcosregulatorios es palpable, aún queda mucho más por hacer.
EL CRONISTA