25 Jun Francisco prometió “tolerancia cero” con los abusos sexuales
Por Elisabetta Piqué
Menos de un mes después de haber sido elegido papa y consciente de que el escándalo de pedofilia en el clero golpeó como nunca la imagen de la Iglesia Católica, Francisco llamó ayer a actuar “con decisión” contra los casos de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes y prometió que seguirá la línea de “tolerancia cero” iniciada por su predecesor, Benedicto XVI, papa emérito.
El pontífice argentino, que recibió en audiencia a monseñor Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dicasterio encargado de ocuparse de este terrible asunto, pidió actuar “con decisión contra los casos de abusos sexuales “.
Además, llamó “ante todo” a promover medidas de protección de los menores, ayuda a quienes en el pasado sufrieron “semejantes violencias” y procesos contra los culpables, según informó un comunicado del Vaticano.
Destacó, por otra parte, la importancia del compromiso de las conferencias episcopales en la formulación y actuación de las directivas necesarias en este campo, que definió “importante para el testimonio de la Iglesia y de su credibilidad”.
“El Santo Padre aseguró que en su atención y oración para quienes sufren están presentes, en modo especial, las víctimas de abusos”, concluyó el comunicado del Vaticano.
Es la primera vez que el papa argentino, elegido el 13 de marzo pasado, habla -aunque indirectamente, a través de un comunicado- del flagelo de abusos sexuales de menores por parte del clero, que marcó a fuego el pontificado de Benedicto XVI.
Si bien el escándalo estalló a fines de 2000, en Estados Unidos, durante el pontificado de Joseph Ratzinger, fue destapándose también en países europeos, en especial en Irlanda y en Alemania, donde se elaboraron informes demoledores.
Estos acusaban de encubrimiento a las altas jerarquías eclesiásticas. Benedicto XVI, que pidió perdón, expresó dolor y vergüenza por estos episodios, aprobó nuevas directivas y una política de “tolerancia cero” en línea con la iniciada por Juan Pablo II.
En 2006, castigó al mexicano Marcial Maciel Degollado, el fundador de la orden ultraconservadora de los Legionarios de Cristo, que abusó de menores y fue el caso emblemático de degeneración en el marco de la Iglesia. Además, se reunió varias veces con las víctimas.
En mayo del año pasado, la Congregación para la Doctrina de la Fe les dio un año a las conferencias episcopales de todo el mundo para adoptar las líneas directrices en materia de lucha contra la pedofilia, que obligan a colaborar con la justicia civil.
El nuevo promotor de justicia de ese dicasterio, Robert Oliver, que reemplazó hace poco al maltés Charles Scicluna, recordó recientemente que es “obligatorio” para todas las iglesias dirigirse a las autoridades civiles en los casos de abusos sexuales contra menores, cometidos por miembros del clero, “aunque cada país tenga su propia legislación”.
Según Oliver, en los últimos tres años, el Vaticano recibió 600 denuncias al año por abusos sexuales contra menores. La mayor parte de los delitos se verificaron entre 1965 y 1985.
El escándalo de pedofilia en el clero hasta marcó el cónclave en el que resultó elegido Bergoglio: el cardenal escocés Keith O’Brien decidió no participar de la elección luego de admitir que había tenido “comportamientos impropios” con cuatro sacerdotes.
Por otra parte, la asociación norteamericana de víctimas SNAP denunció a 12 cardenales electores de haber encubierto casos, y pidió que por ello no entraran al cónclave en el Vaticano.
SNAP criticó ayer el comunicado difundido por el Vaticano. “No podemos confundir las palabras con las acciones. Cuando lo hacemos, lastimamos niños. Debemos insistir en una nueva acción tangible que ayude a los niños vulnerables a proteger sus cuerpos, no antiguas promesas vagas que ayudan a una institución ampliamente desacreditada a proteger su reputación”, indicó.
LA NACION