11 Jun Billetes de Evita: ya se imprimen 2 millones por día pero hay cajeros automáticos que aún no los reconocen
Por Julián Guarino
En lo que perdura este momento y este otro…, y este otro…, el Banco Central (BCRA) ha inyectado a la economía 100 billetes nuevos de $ 100 cada uno, con la figura de María Eva Duarte de Perón. En rigor, desde hace tres semanas, y habiéndose vencido las series alfanuméricas de los billetes de cien pesos con la cara de Julio A. Roca, el BCRA ha incorporado a razón de 2 millones de billetes de $ 100 de Evita por día. Son todos billetes nuevos, cuya última versión (ahora sí, definitiva) ha sumado detalles de seguridad que no sólo le han franqueado finalmente la adecuación para un uso masivo, sino que apuntan a despertar la confianza del público que es, en definitiva, quien debe familiarizarse con su utilización.
Crecimiento económico, pero, sobre todo la inflación, el financiamiento del gasto público y, en menor medida, la necesidad de un recambio en los viejos billetes de $ 100 con la efigie de Julio A. Roca, son las razones para esa fantasmal avanzada. El dato de color, además del billete en sí, es que su circulación estará restringida, al menos por las próximas dos semanas: es que los cajeros automáticos, fundamentalmente aquellos que realizan lo que se llama el reconocimiento inteligente de billetes, parecen haber dado una muestra de que la inteligencia… tiene sus bemoles. En rigor, según pudo comprobar El Cronista de numerosas fuentes, el grueso de las máquinas rechazan los flamantes billetes.
El dato fue confirmado incluso por la gente de NCR, el principal fabricante de cajeros automáticos y proveedor de servicios a las entidades financieras, quienes sostuvieron que se encuentran haciendo la adaptación respectiva y que en muchas entidades debería empezar a evidenciarse la actualización.
Cada máquina tiene una fotografía grabada en la memoria donde figuran hasta los más mínimos detalles de cada uno de los billetes que le sirven a la unidad para distinguir cuándo se trata de dinero falso y cuándo no, señalan en la empresa. Según sostiene Diego Gómez, gerente de cuentas financieras de NCR, esa fotografía se realiza siempre en el exterior y luego se trae al país, así que cada vez que se produce una modificación en el abanico de las monedas de curso legal, como es el caso del billete de Evita, hay que cargarla en los cajeros para que se encuentren operativos.
Según pudo saber El Cronista, en el caso del billete de Evita, la imagen o templates que utilizan los cajeros en la Argentina se realiza en Japón y habría llegado al país hace tan sólo algunos días con los últimos detalles del billete. Los cajeros de reconocimiento de efectivo constituyen hoy un universo de unas 2.500 máquinas, que se reparten en al menos una quincena de entidades financieras, que se utilizan para que el cliente deposite dinero en efectivo.
Según sostienen en la city, en el caso de los ATM tradicionales (aquellos que solamente dispensan dinero) es muy bajo el margen de errores que se están experimentando ya que el tamaño, forma, peso y gramaje de los billetes de Evita son similares a los de Roca si bien hace algunos meses sí hubo problemas para incorporarlos.
A todo vapor
La avalancha de pesos no se detiene. En el último año, la cantidad de dinero creció en 670 millones de unidades y el Banco Central, que ya agotó la serie de dinero con la imagen de Julio A. Roca, contabilizó a fines de marzo un total de billetes en circulación es de 3.470,5 millones de unidades. Al cierre de marzo de 2012, la cifra era de 2.800,5 millones de billetes. De allí se desprenden los casi 2 millones de billetes diarios. Es que hasta fines del año pasado, la expansión monetaria rozó el 40%. De acuerdo con el informe del Banco Central, el 60% de los billetes en poder del público y de los bancos son de $ 100. Hay 2.083 billetes de la más alta denominación monetaria en la Argentina. Otro 9% corresponde a los billetes de $ 50.
Según los especialistas, y en lo que hace a los billetes de $ 100 tradicionales, hasta 2009, circulaba la serie L, que llevaba la firma del vicepresidente Julio Cobos y del entonces titular del Banco Central, Martín Redrado. Luego se aceleró la emisión incluso a un mayor nivel, de forma tal que en el año 2012, se alcanzó la serie Z, la última en la larga secuencia de emisión del BCRA, que lleva la firma de la actual jefa del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, y del vicepresidente Amado Boudou.
EL CRONISTA