Adiós al gran Doctor Carlos Bloch

Adiós al gran Doctor Carlos Bloch

Ayer nos dejó un verdadero amigo, un maestro de la vida, un médico extraordinario, un ser humano maravilloso. QEPD Dr Carlos Bloch.
Comparto con ustedes este intercambio de correos electrónicos que mantuvimos hace unos años.

 

28 de diciembre de 2007

Caro fratello:
Por otro correo te estoy enviando algunas consideraciones acerca de la problemática de salud y sobre la necesidad de romper con el viejo y caduco enfrentamiento entre obras sociales y prestadores. La experiencia asociativa que estamos desarrollando en OSPAT/Rosario es solo un botón de muestra de que cuando se quiere,se puede y además se obtienen buenos resultados,y en especial,se mejora la accesibilidad y la calidad de la atención para sus beneficiarios.

La reunión que tuvieron en Buenos Aires,por lo que me transmitieron los muchachos, fue altamente satisfactoria, al punto tal que desearían repetir encuentros similares cada dos o tres meses; adelanto que en la próxima me prendo.

Pese a que nos conocimos hace ya largos meses en Bariloche te confieso que los encuentros contigo los recuerdo haberlos vividos como muy intensos,al poder dialogar y discutir con alguien muy inteligente y con alto grado de apertura para aceptar ideas y opiniones con los que probablemente uno no esté totalmente de acuerdo. En determinadas circunstancias uno convive en el trabajo u otras instituciones muchas horas con ciertas personas y cunando hace un balance de esa relación llega a la conclusión de que es poco lo que lo vincula. La corta pero intensa interacción me permite considerarte como un verdadero amigo.

Espero y deseo que el 2008 me encuentre incorporado a mis compromisos laborales y aprovecho que en estos días finaliza un año para desearte lo mejor para el próximo.

Un fuerte abrazo de tu tocayo.

Carlos Bloch

———————————————————————————-

28 de diciembre de 2007

Querido maestro:

Tengo a la vista su apreciable correo. Empiezo por donde usted termina: su brillante conceptualización sobre la viabilidad de este tipo de asociatividad. En este sentido haré todos los esfuerzos posibles y estoy dispuesto a agotarlos, para mantener esa cohesión con un rumbo fijo que nos conduzca a los fines propuestos.

Confieso que he tenido la ventaja de haber conocido su pensamiento, antes de que nos presentaran personalmente, y aunque haya algún matiz distinto he comprendido la trascendencia y aporte de su lucido intelecto.

Sus palabras me reconfortan, y me honran, aunque no creo ser merecedoras de ellas. Si son para mi un verdadero aliciente en esa búsqueda de la realización de nuestro prójimo.

Se que en épocas como las actuales, un exceso de idealismo o lirismo resultan por lo menos materia de consulta terapéutica, empero esta fragmentación y exclusión social, sin ley, sin corazón, sin conciencia necesitan de causas que rediman los aleves puñales del inescrupulo.

Mucho podría decirse sobre nuestros dirigentes sindicales, y creame que me siento orgulloso de pertenecer a esta cofradia, ahora el capricho de ineptos esbirros que afrontan tal condición no es un tema que pueda resolverse sin demostraciones palpables de liderazgos de gestión.

En este aspecto si me siento parte de un cambio conceptual, que aunque criticado fuertemente por quienes se auto arrogan la representación del movimiento obrero, y que hoy son imputados por el uso de fondos del Banco Mundial en las operatorias de los noventa, representa accesibilidad a un sistema de salud por el hecho de ser trabajador.

Y es que la desregulación lleno el vació que la política no supo o no quiso ocupar. Corrigiendo y restableciendo un principio que como bien usted señala es de imperio legal garantizar, constitucionalmente!

Si he creído conveniente compartir un pensamiento muy de mi interior es porque siento que debo agradecerle la generosidad de confiar en mi esas bellas palabras que su correo expresara. Aprovecho para saludarlo afectuosamente este fin de año y manifestarle mis mejores augurios para el año que nos desafía, porque como dijera casualmente una mujer con seudónimo masculino George Sand: ” el pensamiento es el corcel, la razón el jinete”

Feliz 2008 mi caro amigo!!!

Ciao.

Carlos Felice