“No es sólo una novela estadounidense”

“No es sólo una novela estadounidense”

Por Nicolás Peralta
Hoy se estrena El gran Gatsby en Argentina y ayer abrió, fuera de concurso, el 66º Festival de Cannes. Baz Luhrmann, el director de esta versión en 3D, presentó ahí mismo, hace 12 años, su film Moulin Rouge. Volverá a caminar la alfombra roja y posará para los fotógrafos, esta vez con Leonardo DiCaprio, quien interpreta a un millonario que suspira por un amor perdido, Daisy, que encarna Carey Mulligan, durante el apogeo de la hedonista década de 1920.
El narrador de la historia, Nick Carraway, vecino y amigo de Jay Gatsby, es interpretado por Tobey Maguire, quien es en la vida real amigo cercano de Leo DiCaprio, desde que ambos actores se conocieron en un casting para una comedia televisiva, hace más de veinte años. Joel Edgerton y la hermosa colorada Isla Fisher completan el reparto de este clásico de la literatura.
–¿Leonardo, tu personaje es alguien que no creció muy rico y tenía hambre de más?
DiCaprio: –Seguro. Creo que todo el mundo tiene algún tipo de conexión con esta personaje. Gatsby se ha creado a sí mismo de acuerdo a su propia imaginación y sueños. Se levantó a sí mismo de sus propias correas de arranque como un joven pobre en el medio oeste y creó esta imagen del “gran” Gatsby. Y es una historia verdaderamente estadounidense en ese sentido. Había una democracia emergente en la década de 1920 y quiere emular a un Rockefeller de ese período. Y, por supuesto, crea su riqueza en el mundo terrenal, a través de sus sueños. Cada uno de nosotros se puede entusiasmar ante la perspectiva de alguien con tanta ambición. Recuerdo haber leído el libro cuando tenía quince años, en la escuela secundaria, y era muy diferente aquel al que leí en ahora de adulto. El que recuerdo de mis años en la secundaria era un romántico empedernido, enamorado como nadie de esta mujer y que solo creó su riqueza para ser respetable y ser capaz de sostener su mano. Pero ahora de grande tengo una valoración de otros matices. Es existencial. La vida de este hombre es increíblemente hueca. Está buscando algún tipo de significado en su vida, y encuentra en Daisy a un espejismo que movilice su búsqueda. Y Nick (el personaje de Tobey) es el único que realmente ve lo que está pasando en la realidad.
–Tobey, con Leo tienen una gran química en pantalla. ¿La amistad se refleja en los personajes?
Maguire: –Sí. Leo y yo tenemos una amistad muy estrecha y de confianza, por lo que creo que el diálogo abierto que teníamos en cuanto al proceso de trabajo ha contribuido a lo que hicimos. Es difícil juzgar si relamente contribuyó, pero estoy seguro de que eso tenía un efecto allí. Creo que la relación de Nick y Gatsby es interesante para explorar. Gatsby manipula a Nick pero al final la suya se transforma en una verdadera amistad, tal vez la única que tiene Gatsby. Eso es muy importante. Tengo mucho afecto por Leo, así que no se me hizo difícil mostrar afecto por Gatsby mientras estaba en la piel de Nick.
DiCaprio: –Esta es una de las novelas más célebres de todos los tiempos. Por lo tanto, para aventurarse en un proyecto de esta magnitud, lo que realmente necesitaba era gente de confianza para sentirme realmente cómodo y saber que alguien a quien conozco desde hace 20 años estaba involucrado. Y Tobey estaba involucrado en este proceso desde el principio, lo que era muy reconfortante. Fue una experiencia increíble.
–¿Les parece que todavía es una historia actual?
DiCaprio: –Baz, el director, habla mucho sobre ello, pero en muchos sentidos este libro predijo la gran crisis en la década de 1930 en Estados Unidos. Habla de la gran opulencia y la riqueza durante ese período de tiempo, y la idea de que el futuro es infinito y nosotros podemos seguir consumiendo y viviendo como lo hacemos sin ningún tipo de consecuencias. Es atemporal en el sentido de que en ochenta años no ha cambiado mucho. Nos hemos encontrado de nuevo en nuestra era moderna. Y es algo que siempre hacemos. En ese sentido, no es sólo una novela estadounidense. Es algo que está sucediendo en todo el mundo.
Maguire: –Fitzgerald fue un gran observador, un ojo sobre la sociedad y la naturaleza humana y la gran búsqueda de la riqueza. Y es una novela atemporal por eso mismo.
–Carey, ¿Daisy Buchanan fue un papel difícil porque ser uno de esos personajes introvertidos?
Mulligan: –Me encantó hacerla. Había tantas vueltas en su personalidad. Muchas veces no dice lo que ella piensa. Tan sólo dice cosas para buscar un efecto. Y eso es muy divertido para interpretar.
–¿Cómo te metiste en la cabeza de la mujer de la época y qué influencia tienen esas mujeres sobre las mujeres de hoy?
Mulligan: –Daisy es una especie de cóctel de las mujeres de Fitzgerald en la realidad. Su esposa y su amante, por lo que quedó una personalidad interesante. Daisy era un producto de su tiempo. Provenía de una familia que esperara que se case por dinero. Y si hubiera hecho otra cosa, habría sido escandaloso. Por lo tanto, no era debilidad de carácter en ese punto. En esa época tenía mucho que ve el tipo de familia que te criaba: se prestaba atención a la clase social y se estaba pendiente a la mirada de los otros.
–¿Cree que ha habido muchos cambios en cómo las mujeres se ven ahora?
Mulligan: –¿De las mujeres en los años ’20? Sí, supongo. Es decir, nos hemos convertido en personas cada vez más libres y espero que sigamos en ese camino. Aunque, es verdad, la gente todavía se queda atrapada en matrimonios sin amor y sin duda la gente se casa por motivos equivocados todo el tiempo. Pero creo que nos hemos vuelto cada vez más independientes. Probablemente es algo que todavía se puede mejorar, pero hemos avanzado mucho.
Isla Fisher: –Voy a añadir algo más con respeto a lo que comentaba Carey. Un ejemplo claro de esto es que ahora podemos votar. Claramente, estamos liberadas de un corsé. Hemos liberado nuestro cabello. Somos libres de integrarnos. Las cosas, como eran antes, ahora son algo inentendibles y no podemos creer como las mujeres aceptaban ser tratadas así. Pero todo ha cambiado.
–Isla, ¿cómo fue el trabajo con Baz?
Fisher: –¡Era todo tan surrealista y divertido! Todo, desde el vestuario hasta el mismo trabajo con Baz Luhrmann en Sydney. Fue un sueño hecho realidad.
–¿Eras una gran fan de Baz?
–Recuerdo el momento en que vi Romeo + Julieta, pensando que me gustaría estar ahí. Era mi director sueño. Yo sólo he tenido una lista de personas con las que he querido trabajar, y él estaba en la parte superior de la misma. Siento que cumplía con los requisitos y me siento tan feliz de haber tenido esa experiencia. Sinceramente, no podía dejar de sonreír todo el tiempo.
Mulligan: –Es verdad. En ocasiones cuando gritaban “¡acción!” tardábamos varias tomas en entrar en clima, porque la pasábamos tan bien antes. Pero recordábamos la responsabilidad que teníamos y rápidamente intentábamos ir hacía donde la escena lo requería. Fue un gran trabajo en equipo.
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