30 May En la Argentina que viene, el recurso humano será el factor escaso
Por Laura Mafud
En un año marcado por la suba de costos y una baja en la rentabilidad, la oportunidad de inversión siempre puede ser una alternativa para las pequeñas y medianas empresas, sobre todo, las del sector productivo. En un mano a mano con El Cronista Pyme, Dante Sica, director de abeceb.com, analiza las oportunidades.
¿Cómo sigue 2013 para las pymes industriales?
Va a ser un año con mayor crecimiento que 2012, pero no va a ser difundido a todos los sectores de la actividad. Hay rubros que van a estar mejor, como los vinculados a cuestiones externas, al ciclo económico, o a las condiciones locales, como es el caso del automotriz, que arrastra al sector autopartista. Maquinaria agrícola puede ser estar mejor, porque la cosecha también lo está, pero tenés las restricciones a las importaciones. Si se compra más, se compra nacional porque hay menos disponibilidad de bienes de capital externo.
Esta observación aplica también al mercado pyme…
Por tamaño, el 99% de las empresas argentinas son pymes. A todas las cruza la pérdida de competitividad. Las grandes tienen más chances de defenderse. Pero, las pymes están más expuestas. Va a haber niveles de producción que, quizá, se estanquen, por fuertes aumentos de costos, que se asocia con baja de rentabilidad y con la apreciación del tipo de cambio. Las empresas que se dedican al mercado interno, si el Gobierno cierra la importación, estarán un poco mejor, como Calzado y Textiles. Las vinculadas a la exportación, con poco margen de cambiar de destino, están en problemas. Las economías regionales (como el maní en Córdoba, las bodegas en Mendoza) sufren un poco más. Además, los costos logísticos impactan y las firmas del interior tienen más problemas que las que están cerca de los mercados domésticos, como la provincia de Buenos Aires. El problema de las pymes es que, a su vez, tienen bajos niveles de profesionalización. La que no invirtió y no mejoró , tiene más dificultades para enfrentar la situación.
¿Cómo puede una pyme armar un fondo anticíclico?
El fondo anticíclico es modernizarse. Si tenés plata, gastala, cambiá las máquinas, mejorá la gerencia, sé más productivo. Hay empresas que, mejorando sus niveles de gestión de planta, podrían sacarle más provecho a sus máquinas. Pero forma parte de la falta de profesionalización: cuando el tipo de cambio era bueno, a nadie le preocupaba y, ahora, que la macro ya no ayuda, aparecen las dificultades. Las pymes perdieron la tensión competitiva de los 90, cuando la economía generó que avanzaran en mejora de calidad, ISO, etcétera. En este ciclo, que les dio competitividad externa, vía tipo de cambio, muchas aflojaron y eso se paga.
¿Cómo impacta la escalada del dólar blue y su distanciamiento con el oficial?
El Gobierno garantiza el tipo de cambio si sos importador y necesitás insumos. Las grandes firmas tienen su departamento de Comercio Exterior pero las medianas estaban menos acostumbradas a los trámites. Hay pymes que no sabían ni dónde quedaba la Secretaría de Comercio y tuvieron dificultades administrativas que repercutieron en temas logísticos. Pero, aunque no tengan mucho para importar, el tipo de cambio paralelo termina siendo una referencia de precios. En muchos sectores de servicios, por más de que no tengan estructura dolarizada, empiezan a utilizar, para sus costos de reposición, el tipo de cambio paralelo, lo que impacta sobre las estructuras de costos.
¿Espera más cambios en la política económica?
Este año, uno no espera a que haya cambios sustanciales a la política económica, salvo un aumento de los controles, por un problema de tiempos políticos del Gobierno. Quizá, después de octubre, se decida a tomar alguna medida. El Gobierno tiene una restricción de base: no asume la inflación. Entonces, no puede presentar un programa antiinflacionario. Pero esperemos acciones al estilo del Gobierno, aisladas y descoordinadas, que pueden mejorar un poco, en términos relativos. El ciclo 2012-2015, para nosotros, es de bajo crecimiento con alta inflación. A final de 2011, se modificó el régimen de política pública. Ya no hay un mercado libre de cambios, sino controlado en los hechos, con brecha cambiaria fuerte, con fuerte intervención, controles de precios y controles de cadenas productivas. Es una economía más discrecional, donde el Gobierno tiende a transformar sectores tranzables en no tranzables y donde el grado de aleatoriedad en las normas y en las reglas es cada vez más fuerte.
¿Guarda algo de optimismo para el mediano plazo?
Sí. Creo que, parafraseando al economista José María Fanelli, la Argentina no tiene un problema de hardware sino de software. El gran problema económico es la falta de coordinación en el marco de la política económica. Si hubiera señales más consistentes, y que generasen confianza a los agentes económicos, los problemas de la economía no serían tan graves como parecen y se podría, en el corto plazo, recomponer un marco competitivo.
Para las pymes, ¿es tiempo para invertir?
Si estás en pesos, comprá máquinas porque el Gobierno las subsidia a dólar a $ 5, siempre y cuando las deje entrar. Segunda cuestión, si tenés capacidad crediticia, tratá de sacar préstamos: el Gobierno te da préstamo Bicentenario al 9 y obliga a los bancos a tasa fija nominal al 15 a cinco años. Tomalos porque, contra una inflación arriba de 20%, tenés tasa negativa. La mejora en tecnología sobre la producción abre una ventana de oportunidades. Hay mucho para mejorar. En la Argentina que viene, el recurso humano es el factor escaso. Por eso, siempre va a tener un costo medio alto. Las empresas tienen que tener en claro que el factor a ahorrar es el factor trabajo.
EL CRONISTA