El zaino Fermaglio se hizo un pic-nic y su gente ya piensa en un nuevo Beside the Point

El zaino Fermaglio se hizo un pic-nic y su gente ya piensa en un nuevo Beside the Point

Por Pablo Gallo
Una tarde gris por atmósfera; en los nubarrones amenazantes, en el frío aceptable, en la garúa de a ratos. Pero profundamente cálida en la gente, en el fervor contagioso de la ciudadanía de Santa Fe, que nota cómo en el Nuevo Hipódromo de Las Flores se hacer carne el verbo progresar, conjugado por inclusión en sus tiempos presente y futuro. Progresar pese a todo.
Y cuando el crepúsculo invernal se reflejaba en un papel, en ese papel arrugado del Programa Oficial, los productos del Clásico Patria (1200 mts., $ 53.200) rompieron el fuego de la prueba con Hailey Storm afirmado a la descubierta, marcado por la potranca de La Francia (Cba.), Lady Superstar. A bordo del favorito Fermaglio ($ 1.80), en tanto, Claudio Olivarez sujetaba de abajo, luego de partir del once, y buscaba un abrigo en la zona de las tablas.
El resto sería esperar el hueco en el ingreso al derecho, dominar a voluntad faltando 350 metros y escapar hacia la gloria para que María Fernanda, Tito Petroni, Adriana y José comiencen a soñar con un nuevo Buzkashi… o Beside the Point.
Fueron varios cuerpos en la raya para el hijo de Aptitude (USA) y Febrera, que en 1:16.90 para la cancha pesada dejó en fila india a la cordobesa Piruleta, Rottenburg, Plus de Plus –el propio hermano de Fuerte Señal-, Fire Africano y La Recargada, causando una impresión extraordinaria.
El veterano y eficiente Ramón Tavella prepara al defensor de la caballeriza “Don Elelo”, una invitación a comprarle en el paseo previo. Y tras el cotejo, “Caramelo” Olivarez señaló: “Es el tercer Patria que gano, antes me tocó hacerlo con Inter Chullo y Gran Arresto, pero este es distinto porque se ve que el hipódromo está cambiando, y para nosotros es importante que la gente venga, que nos conozca. Es muy valioso todo lo que se está haciendo acá en Santa Fe”.
Sobre su montado, el piloto indicó que “le había ganado King at Home, que después salió de perdedor en San Isidro, y ese día había sentido mucho los nervios del debut. Ahora andaba bien, y el cuidador me dio instrucciones de que lo corra tranquilo, que el potrillo no iba a perder. Lo traje por adentro, en la recta pasó cómodo y creo que va a ir a más distancia también porque remató muy fácil”.
Olivarez dedicó la victoria “a mi nene Dylan, a mi señora Vero y a mi mamá que está en el cielo”. Un cielo gris que seguía contrastando, casi hasta caer por goleada, con la bendita e indomable primavera de la gran patria burrera.
PURA HIPICA