El peor emperador de China

El peor emperador de China

La tumba del emperador Yang Guang, a quien los chinos consideran uno de los peores gobernantes de su historia, fue encontrada de casualidad por un grupo de albañiles. El descubrimiento se hizo durante la construcción de las obras de un nuevo edificio en la ciudad china de Yangzhou (actual provincia de Jiangsu). Allí, el emperador Yang (569-618) vivió sus últimos días huyendo de las revueltas populares que pedían su cabeza. El hallazgo –que se produjo el pasado domingo pero recién trascendió ayer, según un cable de DyN– permitió recuperar obras arqueológicas de gran valor. Pero al mismo tiempo, puso en evidencia que un mausoleo que en la misma ciudad aseguraba ser la tumba de Yang era, en realidad, falso.
El lugar fue profanado por ladrones de tumbas, según se constató. Además ya se construyó sobre él con anterioridad. A pesar de su mal estado, las inscripciones en la lápida y la presencia de algunos objetos que sólo podían ser usados por emperadores –por ejemplo, un cinturón de oro y jade y unos llamadores de puerta con forma de león– prueban que se trata del lugar donde Yang Guang estaba enterrado. Así lo confirmó el director del departamento de arqueología de la ciudad, Shu Jiaping. Otra tumba descubierta al lado parece ser la de la emperatriz Xiao, una de las seis esposas que se sabe tuvo el emperador, aunque faltan por ahora restos o ataúdes en ambos enterramientos, posiblemente desvalijados en épocas pasadas.
Los descubrimientos sorprendieron a los habitantes de la zona contigua a la tumba, quienes celebraron “haber sido vecinos de un emperador, aunque fuera uno malvado”, según declaró uno de los residentes al diario oficial China Daily. Yang Guang, segundo y último emperador de la efímera dinastía Sui, gobernó China entre 604 y 618, y en los registros históricos del país es siempre retratado como un gobernante despilfarrador, que cometió muchos errores militares y llevó a la muerte a millones de sus súbditos con sus delirios de grandeza.
Sus fracasadas campañas contra el reino de Koguryo (que ocupaba gran parte de la península coreana y zonas del actual noreste de China), en las que millones de campesinos fueron reclutados a la fuerza, desataron unas revueltas que le obligaron a huir a Yangzhou, donde murió estrangulado por uno de sus generales, Yuwen Huaji.
De todos modos, el falso mausoleo fue visitado durante años y hasta ahora por miles de turistas. Y es que algunos historiadores han suavizado en años recientes la tradicional visión crítica del reinado de Yang, recordando que algunas de sus campañas militares sí fueron exitosas, como las que conquistaron parte del reino Champa, al sur del imperio y en la actual Vietnam. También realizó un ambicioso programa de obras públicas, que incluyó carreteras, la finalización de las obras del Gran Canal que durante siglos fue la principal vía de transporte entre el sur y el norte del país, o la reconstrucción de la Muralla China que defendía el imperio de los invasores nómadas del norte. De todos modos, en esa reconstrucción de la Gran Muralla pereció un enorme número de obreros, como había ocurrido siglos antes al ser erigida por primera vez. Algunos registros históricos hablan de hasta seis millones de muertos.La impopularidad de Yang queda evidenciada por el hecho de que el nuevo mausoleo hallado no era tan lujoso como el de otros monarcas de la civilización china, y según el jefe de arqueólogos de Yangzhou muchas tumbas de nobles y gente adinerada de esa misma época son más ostentosas que la de este emperador. Más allá de la mala fama de su morador, la tumba es un testimonio de época de gran valor, agregó.
TIEMPO ARGENTINO