25 May Caída y ascenso de una estrella
Por Javier Porta Fouz
Iron Man 3 es, por lo menos por ahora, el gran éxito del año en la Argentina, con 1.067.803 espectadores en apenas 11 días de exhibición (del 25 de abril al 5 de mayo inclusive). Y recién se estrenó en Estados Unidos (ocho días después que en la Argentina) y también es un éxito (segundo mejor arranque de la historia de ese país en un fin de semana, primera sigue Los vengadores ). Este éxito se basa en muchos factores. Sí, dirán, la moda de los superhéroes. Pero no todas las películas de superhéroes han sido un éxito (ahí tienen la subvalorada Hulk, de Ang Lee, o Daredevil para comprobarlo).
Hoy todo el mundo sabe que Robert Downey Jr. es un actor de gran éxito, con las Iron Man , Los vengadores y también las dos Sherlock Holmes para comprobarlo, pero vayamos cinco años atrás: el momento de la primera Iron Man . En ese entonces, Robert Downey Jr. era un actor que estaba volviendo a establecerse como una estrella. Pero Iron Man lo catapultó a las ligas realmente mayores.
Para que se den una idea rápida: por la primera Iron Man , RDJ cobró 500.000 dólares y, por Los vengadores (2012), 50 millones de la misma moneda. Los últimos cinco años de Robert Downey Jr., con las Iron Man + Los vengadores , las Sherlock Holmes, Todo un parto y Una guerra de película son los años de gloria, los años en los que su nombre puede estar asociado al éxito de una película como factor crucial. El lustro anterior, 2003, 2008, puede describirse como el de los años de la recuperación, cuando “regresó” ya sobrio, sin drogarse y fuera de la cárcel. Los años más complicados fueron alrededor del cambio de milenio, cuando lo echaron de Ally McBeal , y en algunos rodajes de fines de los noventa hasta lo sometían a pruebas diarias para chequear si no tenía rastros de drogas. Según contó el propio RDJ, su padre Robert Downey, director de cine, le dio un cigarrillo de marihuana a los ocho años. Y su padre lo hizo actuar también a temprana edad: a los cinco años en una película suya. Junior volvería a actuar bajo las órdenes de su padre en décadas posteriores, cuando ya era un actor famoso.
Robert Downey Jr., carilindo, fue parte lateral del Brat Pack de los ochenta, participante de algunas comedias juveniles e incluso de alguna de acción, como Air America, junto con Mel Gibson. Retengan el nombre de Mel Gibson. Luego de los ochenta, Downey Jr. tuvo una gran oportunidad de ganar prestigio y la aprovechó: protagonizó la prolija biografía de Chaplin, hecha por Richard Attenborough, y brindó una de esas actuaciones miméticas y que gustan a mucha gente, incluso y en especial a aquella que no es tan devota de las actuaciones más netamente cinematográficas. Robert Downey Jr. estaba bien como Chaplin, pero su potencial llegaría a la perfección en el nuevo siglo, con el “nuevo” Robert Downey Jr. Y ahí, entonces, volvemos a Mel Gibson: cuando Robert Downey Jr. volvía de sus caídas múltiples y tenía que reconstruir su carrera, Mel lo puso como protagonista en una de sus producciones: El detective cantante (2003). El papel había sido preparado para Gibson, pero éste se lo dio a Robert Downey Jr. como manera de ayudarlo a recuperarse. Era 2003, en el cual RDJ era el segundo en cartel en Gothika y ni aparecía en la foto del afiche, copado por la imagen de Halle Berry. Hoy en día un afiche aprovecharía la mínima presencia de RDJ para apostar fuerte con su imagen. Una recomendación: buscar en YouTube el video de la devolución del favor que le hace RDJ a Gibson en el tributo que le hacen en la American Cinemateque.
Gran actor, grandes films
Es notable la cantidad de grandes películas en las que ha participado Robert Downey Jr. Ésta es una lista posible (y sí, claro que no podemos estar todos de acuerdo): Feriados en familia , Bowfinger , Fin de semana de locos , Kiss Kiss Bang Bang , A Scanner Darkly , las tres Iron Man (sobre todo la 3), Todo un parto , Los vengadores y, especialmente, Zodíaco y Tropic Thunder , esta última dirigida por Ben Stiller (acá titulada Una guerra de película ). En esa comedia brillante interpretó a Kirk Lazarus, actor australiano multiganador de Oscar y absolutamente pegado al Método, al punto de hacerse implantes de piel para interpretar a un personaje negro.
Hoy en día Robert Downey Jr. integra el top five de las estrellas más poderosas de Hollywood, promociona Iron Man 3 por el mundo y tiene en el futuro próximo Los vengadores 2 y el protagónico en The Judge , en la que actuará junto con Robert Duvall y Billy Bob Thornton. Sobre su participación en Pinocho como la voz de Gepetto, las versiones cambian a diario, al cierre de esta nota se hablaba de que hay posibilidades de que la dirija Ben Stiller.
Es cierto que su participación en Iron Man, la primera, la de 2008, le cambió la vida a Robert Downey Jr., y que sin esa película probablemente no sería la superestrella que es hoy en día, pero ese papel no fue meramente un golpe de suerte para un actor del montón. Luego de su “regreso sobrio”, Robert Downey Jr. asentó su personalidad fílmica y logró una identidad en pantalla que combina una cantidad de virtudes y habilidades bastante inusuales. Algunas de ellas son una buena voz (es un muy buen cantante y no sólo porque haya editado algún disco), la capacidad de manejar a la perfección diversos acentos, la habilidad como bailarín y también como héroe de acción, un tremendo magnetismo y una evidente fotogenia (lo que se resumía hace décadas como “madera de estrella” o star power ), y una gran capacidad para improvisar, todo en un paquete de ego al borde del descontrol, pero, finalmente, controlado por su mayor virtud: la constante capacidad de reírse de sí mismo.
LA NACION