10 May Alguna vez se tenía que ir
A los 71 años, y luego de 26 años y una vida en el Manchester United, Sir Alex Ferguson escribió la carta del adiós a la actividad como entrenador del equipo en el que construyó títulos y glorias y, sobre todo, un mensaje en las palabras que sus jugadores defienden dentro del campo de juego: “Para ganar un partido lo más fácil sigue siendo tener el balón.” Ese fue el legado, y esa la enseñanza de una leyenda en tiempo presente que ensayó su despedida de puño y letra. “La decisión de retirarme la pensé mucho y no la tomé a la ligera, es el momento adecuado, para mí era importante dejar una organización en la mejor forma posible y así lo he hecho”, dice el técnico en la carta que se publica en la web oficial del Manchester.
El punto final para esta historia de película será el 19 de este mes, cuando el Manchester salga a jugar frente al West Bromwich Albion en la última jornada de esta Premier League que lo consagró nuevamente como campeón. El título número 49 desde que asumió al cargo. Ese día, en la despedida del campeonato, dirigirá su partido 1500 en los Diablos Rojos desde ese 5 de noviembre de 1986 en el que empezó a escribir el cuento del técnico larga duración y más ganador en la historia del fútbol inglés.
En las primeras experiencias como entrenador, Ferguson se hizo cargo de East Stirlingshire, Saint Mirren y Aberdeen, tres equipos de su Escocia natal. Llegado a Manchester consiguió su primer título en la institución cuatro años más tarde. Sí, cuatro años después. Así, es fácil afirmar que Ferguson jamás hubiera conseguido algo en Argentina, entre histerias de hinchas, histerias de jugadores y deficientes conducciones en las decisiones de los dirigentes. Definitivamente, Alex nunca hubiera sido argentino. En esa primera vuelta olímpica fue campeón de la FA Cup en 1990 tras derrotar al Crystal Palace
A esa altura, los hinchas del Manchester United habían colgado una bandera en el estadio Old Trafford que mostraba el descontento por los resultados, aunque con la paciencia natural de una sociedad que esperó por esos frutos: “Tres años de excusas y esto es todavía una basura”. Ese fue, sin dudas, el momento más complicado de su larga etapa.
Tal vez, el momento del despegue definitivo y de la consagración haya sido la contratación del francés Eric Cantona y el título obtenido en la Premier League después de 26 años sin inscribir su nombre en las páginas de oro de Inglaterra. Fue luego de la decisión de apostar a la cantera. En los 90 aparecieron jóvenes luego convertidos en estrellas como Ryan Giggs, David Beckham y Paul Scholes, entre otros.
Aunque de perfil medido, Ferguson ha tenido encontronazos con la prensa y con algunos jugadores. Dos ejemplos: el italiano Filippo Inzaghi y la cadena BBC, a la que estuvo un largo tiempo sin darle entrevistas como consecuencia de un informe publicado que acusaba a su hijo Darren de estar involucrado en pases de jugadores que dirigía su padre.
“La calidad de este plantel con equilibrio de edades es la adecuada para continuar teniendo éxito al más alto nivel. La estructura de la cantera garantiza que el futuro del equipo a largo plazo siga siendo brillante. Estoy encantado de tomar la función de director deportivo”, contó Ferguson, quien en agosto será sometido a una operación de cadera y luego regresará al club en funciones directivas.
“Soy talentoso. Creo que me dedicaré a la pintura o algo parecido”, comentaba Ferguson tiempo atrás. Quizá, haya llegado el momento de pintar otro cuadro como el que deja en el Manchester.
TIEMPO ARGENTINO