Crowdfunding: cuando una idea se financia entre muchos

Crowdfunding: cuando una idea se financia entre muchos

Por María Calandra
La idea del crowdfunding o financiamiento colectivo está revolucionando la forma de obtener recursos y de poder cumplir con el sueño de emprender algo nuevo. Es una alternativa para financiar proyectos que se popularizó por medio de Internet y que en la Argentina crece de la mano de varios sitios.
Por medio de este sistema, los emprendedores pueden obtener capital cuando el proyecto excede el presupuesto de familiares y amigos o las ideas son muy arriesgadas para que los bancos otorguen créditos. También cuando el proyecto resulta muy personal, pero interesante para ciertos nichos.
Los creadores de Burako.com decidieron impulsar una campaña de financiamiento colectivo para mejorar su sitio. “Nuestros servidores permiten que únicamente 2000 jugadores participen simultáneamente del juego. Para evitar que la plataforma colapsara y poder abrir el juego a los más de 8000 usuarios, necesitábamos la ayuda de la comunidad”, confiesa Maritza Lanas, cocreadora del sitio. “Los jugadores fueron los que aportaron la mayor parte del dinero y fomentaron la campaña en las redes sociales”, añadió ante la consulta de LA NACION.
Quienes apostaron al sistema reconocen que es una manera práctica para comenzar una actividad cuando los recursos económicos escasean. “Elegí este método de financiamiento porque es una forma rápida de conseguir la inversión y me pareció interesante participar en un emprendimiento innovador en la Argentina. Además me sirvió para que más gente me conozca”, desliza Flora Mayer, diseñadora de joyas que gracias a subir su proyecto a la Web consiguió expandir su negocio.
Mayer vende sus piezas en las tiendas de los museos Evita de Buenos Aires y Thyssen Bornemisza de Madrid y tiene previsto viajar próximamente a Nueva York para comenzar a vender sus productos en el prestigioso Museo Metropolitano (MET).
“Nos pareció una buena forma de llevar adelante un proyecto nuevo apelando a la participación de nuestros usuarios y de gente que pueda sentirse atraída por la idea. Creemos que es una manera inclusiva, que permite a los usuarios sentirse parte activa de la propuesta”, aporta Rodrigo Pais, director creativo de No doy más, dedicado a la confección de remeras y tazas personalizadas.
El mecanismo es bastante sencillo: los emprendedores o también muchos artistas suben su iniciativa en forma gratuita a sitios de Internet especializados en busca de fondos.
Allí detallan cuánto dinero necesitan e incluyen tanta información como puedan para entusiasmar a la mayor cantidad de gente posible y así lograr reunir el dinero.
Durante un plazo máximo establecido por los responsables de las plataformas, que suele rondar los 55 días, los colaboradores permiten que el proyecto se realice y a cambio reciben productos exclusivos, descuentos o reconocimientos por haber participado del plan.
De esta manera, quien accede a invertir en ese proyecto tiene un beneficio inmediato. La variedad de proyectos y de iniciativas financiadas en el nivel mundial a través de este sistema crece cada vez más. Hay bandas de rock, por ejemplo, que suben el proyecto de salir de gira por diferentes países con el aporte de sus fans: a cambio sortean entre los aportantes distintos objetos muy preciados como una lista de temas, un demo original o una camisa del cantante.
El proyecto del estudio de los hermanos Alfonso y Federico Lasala logró reunir $ 54.587 para el diseño y producción de anteojos de sol.
“Hicimos una preventa de nuestro producto para seducir a los aportantes, ofreciendo los anteojos a $ 200”, comenta Alfonso Lasala.
“El crowdfunding sirve para emprendedores con propuestas concretas. El sistema funciona si podés transmitir claramente tu mensaje y esto repercute de manera positiva en el público, así tenés medio camino hecho”, añade Lasala al explicar las virtudes del sistema.
El concepto que utilizan las plataformas argentinas es similar al de Kickstarter.com, el sitio internacional más popular de crowdfunding que desde su creación en 2009 logró financiar más de 34.000 proyectos, 17 de los cuales recaudaron más de un millón de dólares.
En la Argentina existen diversos portales que han logrado exitosos financiamientos. Bananacash.com.ar fue la primera plataforma de nuestro país dedicada exclusivamente a la financiación de proyectos teatrales y cinematográficos. Más tarde surgieron Idea.me , TuMecenas.com y Proyectanos.com .
Idea.me comenzó a funcionar en agosto de 2011 y es el sitio que ha logrado la mayor cantidad de financiamientos exitosos.
Pía Giudice, jefa de alianzas y comunicación de Idea.me, destaca: “El financiamiento colectivo, además de ser una herramienta para recaudar dinero, te acerca a tu público, elimina intermediarios y ayuda a que puedas testear tus productos antes de lanzarlos al mercado”.
Juana Isola es parte de los emprendedores argentinos que se atrevieron a acudir a este sistema y consiguió recaudar más de $ 7000 para lanzar su propia marca de zapatos Banana Fish.
Ella coincide con las apreciaciones de otras personas que se han sumado a esta tendencia en que gracias al crowdfunding logró una mayor publicidad de sus productos. “Subir el proyecto a la Web hizo que la marca creciera y me pidieran zapatos desde el interior e incluso desde otros países”, manifestó recientemente a LA NACION.
El negocio para las plataformas consiste en cobrar una comisión promedio del 6 por ciento sobre el monto recaudado. Los aportes pueden hacerse por medio de tarjetas de crédito, de transferencias electrónicas o de sistemas como Pagofácil o Rapipago.
LA NACION