30 Mar Viaje a lo profundo del horror
Por Natalia Trzenko
“No es muy usual que me toque hacer este tipo de personaje que es…, que es el héroe de la historia. El que carga el arma y atrapa a los malos. Por la razón que sea, ese tipo de papel no se me presentó muchas veces en mi carrera. Y ahora la televisión me da la posibilidad de explorarlo”, decía Kevin Bacon en la más reciente edición de Comic-Con. Hasta allí llegó para sumarse a la legión de actores de cine que cruzaron la invisible frontera que divide a quienes trabajan en la pantalla grande y los que lo hacen en la chica. Ahí, más precisamente en la señal Warner, será Ryan Hardy, el protagonista de The Following, un agente del FBI, un héroe tan oscuro como el mundo y el asesino serial que persigue y siempre parece a punto de vencerlo. Tal vez por eso, porque Hardy es un hombre que esconde su dosis necesaria de vodka en una botellita de agua mineral y está tan preocupado por las víctimas de un asesino serial como fascinado por él, sea que Bacon duda o se avergüenza un poco de calificarlo como el héroe del relato. O quizá trate de mostrar cierta cautela porque después de todo este personaje es un trabajo en proceso, una obra que se completará sobre la marcha, capítulo a capítulo.
Muy distinto de los personajes que acostumbra crear para el cine desde hace 35 años, cuando debutó en Colegio de animales. A los 20 años, Bacon hacía del rubio rico y malcriado que su aspecto les sugería a los directores de casting que, por suerte, en pocos años notaron que había algo más detrás de la sonrisa ganadora, los ojos celestes y el andar felino que conserva a los 54 años. El actor que ya no es pero se sigue pareciendo al adolescente rebelde que interpretó en Footloose en 1984 podría haber sido ese galán de turno que Hollywood siempre está buscando, y sin embargo con él consiguió otra cosa. Esa capacidad para darle a brillo a la contrafigura que le tocara en suerte y que ahora tendrá que poner en práctica en la TV. Pero del lado del héroe.
“Hace unos tres o cuatro años empecé a abrir el juego a la televisión, a ver qué me ofrecían. Leí los mejores guiones que haya leído nunca, y si hubieran sido para películas las habría aceptado en un segundo, pero me costaba verlos como historias con continuidad. Hasta que llegó ésta y no hubo dudas”, cuenta Bacon con un hablar pausado y tranquilo que contrasta con el ambiente de organizado caos de un encuentro con la prensa del mundo.
El programa que lo animó a pegar el gran salto que su esposa, Kyra Sedgwick, ya había dado cuando aceptó interpretar a la impresionante policía Brenda Leigh Johnson en la serie The Closer fue creado por Kevin Williamson, que se hizo conocido por reformular primero el subgénero de ficción adolescente para la TV con Dawson’s Creek y que luego hizo otro tanto por el terror apuntado al mismo público con la serie de películas Scream. Y ahora escribió el que probablemente sea el ciclo policial más violento, terrorífico y perturbador de la nueva temporada. Una historia de hombres quebrados de un lado y el otro de la ley.
“Leí el guión de Kevin [Williamson] y me pareció que era algo atrevido y muy distinto de lo que está en pantalla. Además, el personaje es fantástico, un tipo que es un desastre total, y me sorprendió que estuvieran dispuestos a explorar toda la oscuridad del relato. Así que dije: adelante, hagámoslo”, detalla Bacon, que para crear a Ryan Hardy utilizó como guía una frase que Williamson le dijo al pasar en una de las muchas reuniones que tuvieron en el proceso de crearlo.
“Desde un principio me dijo que este tipo es alguien que siente que la muerte lo rodea todo el tiempo. Y es una idea a la que vuelvo todo el tiempo en mi interpretación. Tuvo un montón de experiencias en las que gente cercana a él murió. Algo que apenas se insinúa en el primer episodio, pero que yo tenía presente cuando lo grabamos”, cuenta el actor. Esas muertes acumuladas se le notan en el cuerpo y la mirada al personaje, especialmente cuando, semirretirado después de atrapar a Joe Carroll, un inteligente y perverso asesino serial, es convocado de regreso a la acción cuando su enemigo escapa de prisión. “Creo que volver a trabajar, a la persecución, lo despierta, lo hace salir de la tumba y le da un nuevo propósito a su vida. Al mismo tiempo que lo pone en una situación en la que la gente caerá muerta a su alrededor todo el tiempo. Es un camino tortuoso el que emprende”, explica Bacon, y alcanza con mirar el primer episodio de la serie para darle la razón.
Atrapante y capaz de acelerar los latidos de los corazones más cínicos y curtidos, The Following es, según la crítica de The New York Times, “uno de los ciclos policiales más perturbadores de la televisión, más terrorífico que programas similares como Dexter, Breaking Bad o The Walking Dead. Y podría ser precisamente porque es tan sombría e insistentemente terrorífica que The Following ofrezca una más saludable representación de la violencia que otras series que usan el humor para mitigar el horror y así terminan trivializándolo”.
Tan intensa psicológicamente como explícita en sus escenas más sangrientas, la historia que eligió Bacon no da respiro ni se esfuerza por crear empatía con su personaje central, que esconde más de lo que muestra, especialmente cuando se trata de su retorcida relación con Joe Carroll, el asesino de sus pesadillas hechas realidad, que interpreta el británico James Purefoy.
“Mi personaje realmente admira lo encantador que es Joe y la manera en que manipula a la gente para lograr lo que quiere. Ryan tiene muchos problemas para relacionarse con el mundo y esa complejidad se irá descubriendo a medida que avancen los capítulos”, dice el actor, sin adelantar demasiado, una de las reglas básicas del protagonista televisivo que ya incorporó a su vida. Otras le están costando un poco más.
“Cuando vi el piloto me encantó, pero me encontré pensando: «Ok, eso es todo». Pero no. Es apenas el comienzo de mi viaje con este personaje. En las películas, cuando se termina el rodaje ya está, pero esto es algo que, con suerte, continuará por mucho tiempo. Ése fue un reajuste interesante que tuve que hacer”, termina el actor, que, todo indica, tendrá varias temporadas para acostumbrarse al héroe que la TV le permitió ser..
LA NACION