“Todos somos seres solitarios”

“Todos somos seres solitarios”

Por Juan Manuel Strassburger
Con la cienciología –la polémica creencia con vestigios de secta a la que adhieren Tom Cruise, John Travolta, Lisa Marie Presley y posiblemente Jennifer López, entre otras celebridades– como motivo principal, el director Paul Thomas Anderson (Magnolia, Embriagado de Amor, Petróleo sangriento), creó The Master, un drama con ribetes de thriller y misterio. Aunque fue nominada a varios premios Oscar y no ganó ninguno, la película  recibió el favor unánime de los críticos.
“La historia épica de Paul Thomas Anderson ofrece aroma para los sentidos y ayuda para el alma. Una película que es a la vez amplia e íntima, segura y reflexiva”, dijo por ejemplo The Guardian, mientras que el Daily News afirmó: “The Master es inmensa a la vez que retrata la psique americana. Un film supremo y cerebral acerca de las creencias sin obstáculos.”
Con grandes actuaciones de Joaquin Phoenix (Johnny and June), Philip Seymour Hoffman (Capote) y Amy Adams, The Master cuenta la atribulada historia de un marinero veterano de guerra (Freddie, interpretado por Phoenix), que cargado con sus demonios interiores deambula por la vida hasta que se topa con una persona clave, Lancaster Dodd (Seymour Hoffman), el carismático líder de un nuevo culto religioso que le “salvará la vida”.
Ambientada en los Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial, The Master busca retratar con crudeza los primeros años de la segunda post guerra, cuando la máxima potencia se debatía entre el hiperconsumo y los inevitables estragos psicológicos que el conflicto armado había creado; y, al mismo tiempo, las no tan conocidas modalidades de la cientología: sus estrictas reglas, “su filosofía de vida”, y las extravagancias de su figura más conocida, la cabeza máxima de la organización, el escritor L. Ronald Hubbard, que en la película está ficcionalizado libremente como un implacable y perverso “Maestro”. Paul Thomas Anderson anticipa uno de los estrenos más esperados del año.
–Se dice sobre The Master que tras la cortina de la cienciología tematiza la relación padre e hijo y también que es homoerótica. ¿Podría pensarse que ahonda en ese “otro yo” de una misma persona?
–Es una buena teoría. Me gusta. Nunca se me ocurrió escribir sobre eso o hacer algo al respecto, pero cuando estás por fin en el set y, tal vez, aburrido, de algún modo te das cuenta de las cosas que están pasando, y en las que no habías pensado. Fijás tu mirada en los cables, en el suelo, te relajás y te das cuenta de ese tipo de cosas. Los pensamientos están buenos, pero no son más que eso. No son el tipo de cosas que uno puede filmar, o llegar al fondo. Es algo que surge después del hecho. Lo homoerótico uno puede considerarlo de esa manera, claro, pero pienso en los personajes como sustitutos de cualquier historia de una relación. La gente siente atracción hacia alguien que probablemente no sea bueno para ellos, o atracción hacia alguien que es un delincuente ¿no? La atracción que el maestro siente por Freddie, de una pura y absoluta emoción frente a la posibilidad de que él pueda abandonar o hacer algo absurdo en cualquier momento…
–Vemos al Maestro diciendo a sus discípulos: “Usted no es un animal”, “Usted no está gobernado por sus emociones”, y Freddie es la prueba viviente de que eso no es verdad…
–Sí, Phil lo dice mejor en su conferencia de prensa en Venecia. Dice: “Me gustaría poder salir a las calles y defecar y acostarme con todas las mujeres que vea y todo ese tipo de cosas pero no puedo hacer eso. Creo que voy a buscar a un maestro que me enseñe a no hacerlo.” Es curioso. A veces, mientras filmábamos me preguntaba si no era un fantasma, o algo así. Si investigás ese período, había un montón de marineros rodeados de muerte y muchos cuerpos. Uno piensa en esos chicos que están literalmente en el mar y rodeados de sus compañeros flotando en el agua y cosas por el estilo y cree que, tal vez, él mismo sea un espíritu. ¿Acaso alguien lo sabe? Medio que deambula por ahí… se plantean todo este tipo de interrogantes.
–La gente seguirá analizando estas relaciones, pero ¿cuál fue su impulso original al escribir la historia? Fue escrita después de Petróleo sangriento, ¿no?
–Sí, tenía gran parte de la historia desde hace un tiempo. Lo que era episódico era la historia de este marinero, cosas basadas en la vida de John Steinbeck y en las historias que escuché en los últimos años, que volqué en una especie de relato corto. Después de Petróleo Sangriento volví a la historia y la adorné. Así, The Master se convirtió en una historia un poco más fuerte, y me dejé llevar hacia donde me conducía. Tomo la escritura como una tarea, que hago y rehago, hasta que se pone bueno. Empezás a escribir y, de repente, en un abrir y cerrar de ojos, tenés diez páginas y no sabes de dónde vinieron. Es emocionante.
–Más que analizar, uno está canalizando algo.
–Sí. Suena tramposo. Sin embargo, uno no sabe cuándo le volverá a suceder algo así, y hasta que eso pase, uno se convierte en un obrero en relación a la historia. Ese es mi método de ataque.
–Podría pensarse que en sus historias hay un montón de personas solitarias. A la hora de crear un personaje, ¿hay algo acerca de esto que le resulta atractivo?
–Me imagino que sí, por supuesto. No quiero ponerme filosófico, pero, en última instancia todos, en cierto modo, somos seres con algo de solitario. Uno puede tener una familia o tener muchos amigos y, sin embargo, al final todos estamos aquí de paso. ¿Hasta qué punto podemos aferrarnos a alguien? Estas son cosas por las que todo el mundo atraviesa. No lo sé. Me atraen este tipo de personajes. No estoy seguro por qué.
–En la película, hay un montón de pelirrojos. ¿Es coincidencia?
–De alguna manera. De todos modos, tengo una atracción natural hacia los pelirrojos: Julianne Moore, Amy Adams, todos actores que han actuado en mis películas. Tengo que admitir que no es algo planeado: es una de esas cosas que pasan accidentalmente a propósito. La propia naturaleza de crear una familia para Phil implica que va a tener hijos que tienen que parecerse a él.
–La escena en la que Freddie y el Maestro se sientan cara a cara para una sesión de terapia, y Freddie tiene prohibido parpadear, al final la vena de la frente de Phoenix se agranda y comienza a pulsar. ¿Es una de esas escenas que cuando uno ve se pregunta: “está sucediendo de verdad”?
–Bueno, frente a una escena así cualquier intención que uno tiene como actor desaparece completamente, debido volumen de las páginas (son como 12 páginas, compuestas por un ida y vuelta de palabras) por lo que sólo memorizarlas te pone en una situación donde debés concentrarte y deslizarte tan rápido como puedas. Así que, en gran parte, uno se vuelve impotente frente a las opciones que intenta abarcar como actor. Es como, “Agarrate fuerte y tratá de hacerlo desde el principio hasta el final.” Fue muy divertido verlos en acción. Ubicamos dos cámaras al mismo tiempo. Hubiera sido imposible hacerlo del modo tradicional, en el que primero se enfoca a una persona y luego a la otra.

Nueve curiosidades sobre la cientología
– John Travolta y Tom Cruise no son los únicos cienciólogos confesos en Hollywood. También lo son Beck, Juliette Lewis, Jason Lee, Giovanni Ribisi, Kirstie Alley, Jenna Elfman y Will Smith.
– Es dueña de más edificios en Hollywood que cualquier otra entidad. La cifra total de la valuación de sus propiedades supera los 300 millones de dólares.
– Ex miembros de la organización aseguran que la Cientología aplica una política llamada ‘desconexión’. Es decir: obliga a sus fieles a separarse de sus familiares que no practican la fe.
– La iglesia divide a sus acólitos en niveles. Para ascender es necesario llevar seminarios o someterse a auditorías por los que hay que pagar hasta sumas de medio millón de dólares.
– Los que ingresan firman un contrato de servicio por mil millones de años, debido a que la fe no contempla la muerte.
– Rupert Murdoch (fundador de Playboy) se enfrentó con la Cienciología porque trataron sin éxito atraer a su hijo Lachlan. Por eso también apoyó a a Nicole Kidman cuando se divorció de Tom Cruise.
– La psiquiatría es considerada la causante del Holocausto. Por eso cuando Brooke Shield confesó que usó medicación para superar una depresión posparto, Cruise la atacó duramente.
– Los rangos más elevados, conocidos como OT, acceden a documentos privados que postulan el origen de la humanidad en un dictador extraterrestre llamado Xenu, causante del daño espiritual originario.
– En 2009, la Cienciología se convirtió en la primera organización a la que le prohibieron intervenir en Wikipedia.

La excusa para una buena historia
Pese a que la cientología (o cienciología) está prefigurada claramente a lo largo de toda la historia de The Master, con el controversial y lapidario L. Ronald Hubbard prefigurado en “el Maestro” de Philip Seymour Hoffman, Paul Thomas Anderson no acepta públicamente las comparaciones directas entre su película y la polémica creencia con ribetes de secta. “Yo no considero que estemos refiriéndonos específicamente al culto”, dijo el director durante el Festival de Toronto cuando se lo consultó sobre el tema. Y remarcó: “Lo que ofrece esta trama para mí es una oportunidad para contar una buena historia.” El director expuso sus ideas sobre cómo elabora sus guiones: “Lo que me importa es hablar sobre el individuo, aunque empiezo a escribir sobre un tema universal, pero mi meta es crear a estos personajes y ayudar en su creación, llegar a un punto en que uno está al servicio de ellos y no al revés, que ellos empiecen a hablar, que comiencen a cobrar vida y a contar la historia.”
TIEMPO ARGENTINO