Las personas felices marcan la diferencia

Las personas felices marcan la diferencia

Por Bernardo Stamateas
Para estar sanos interiormente, hay que curar los recuerdos tristes: cada vez que una puerta se cierra (rencores, críticas que nos dolieron, recuerdos negativos, situaciones no resueltas, etc.) hay otra esperándote para que la abras.
También es importante perdonar para cancelar aquella herida que alguien te provocó. Debemos girar la llave de esa puerta que nos trae amargura y bronca para que nunca más sea abierta. La vida pasa muy rápido como para detenernos en pequeñeces.
Asimismo, todo lo que está a nuestra mano es para disfrutar y gastar, incluyendo las fuerzas (cuando estés cansado felicitate, porque quiere decir que gastaste tus fuerzas). Hacé que cada ocasión sea especial, no esperes al fin de semana, usá tu mejor ropa para cenar con tu familia, con amigos o solo en tu casa.
Amarte es respetarte, es creer en uno mismo y en nuestro valor; si no disfrutás de vos, no podrás disfrutar de las cosas que te rodean.
No pierdas tiempo: si tu deseo es perfeccionarte en tu profesión, hacelo; si tu deseo es viajar, hacelo; gastá tu vida y tus fuerzas en aquellas cosas que te hagan feliz y no tengas miedo de disfrutar.
Aprendé a vivir al ciento por ciento y a dar lo mejor de vos en cada cosa que hagas… Y aunque te equivoques no te detengas, corregí lo que hiciste mal y seguí caminando con tu mirada puesta en tu objetivo.
TIEMPO ARGENTINO