Hacia una nueva generación de tecnología médica

Hacia una nueva generación de tecnología médica

Por Nora Bär
Radi era un joven soldado cuando una herida de guerra no sólo interrumpió su carrera en el ejército israelí, sino que cambiaría drásticamente el rumbo de su vida. Cuando se recuperó, estaba cuadripléjico y debió someterse durante largo tiempo a un tratamiento de rehabilitación en el Centro Médico Sheba de esta ciudad, un hospital de 2000 camas especializado en la atención del trauma. Pero dentro de algunos días, gracias a un dispositivo robótico que comprende un “exoesqueleto” motorizado, una batería y una red de sensores, Radi participará nada menos que en la maratón de Tel Aviv. No podrá correr, pero pretende probar que con ayuda de este mecanismo puede mantenerse erguido, mirar a otras personas frente a frente y caminar a una velocidad máxima de 0,6 m por minuto.
El exoesqueleto (cuyo nombre comercial es ReWalk) es sólo uno de los desarrollos con los que los pujantes emprendedores de este pequeño país de menos de ocho millones de habitantes, alrededor de 500 kilómetros de largo, y entre 50 y 70 km de Este a Oeste, se proponen jugar un papel protagónico en el diseño de una nueva generación de tecnologías para la salud.
Sus creaciones abarcan innovaciones en campos como la cirugía y los estudios no invasivos, la computarización de los registros hospitalarios, la telemedicina, las imágenes digitales, el equipamiento quirúrgico, los kits diagnósticos y los equipos de rehabilitación. Para anticipar la Segunda Exposición Internacional Med in Israel, que se realizará entre el 10 y el 13 de junio y en la que confluirán representantes de 50 países, el Instituto de Exportaciones de este país presentó la semana última una selección de novísimas tecnologías médicas durante un evento para la prensa al que fue invitado a participar LA NACION.

Creatividad práctica
“Israel ocupa uno de los primeros puestos en el ranking mundial de innovación por su número de patentes por habitante”, subrayó Gil Rieder, director del Departamento de Ciencias de la Vida del Instituto.
Los desarrollos abarcan múltiples aspectos de la salud. Algunos representan avances que se apoyan en tecnologías ya conocidas. Es el caso del ETView, una modificación del broncoscopio tradicional (el equipo que se utiliza para hacer diagnóstico y para aislar el pulmón), al que no sólo hicieron portátil, sino que también le introdujeron modificaciones que permitieron adosarle una cámara de video con dos pequeñísimas lámparas LED para iluminar el interior del órgano. “Fue aprobado por la FDA el año pasado y ya vendimos 50.000 unidades”, dijo Israel Lax, de Vivasight, la incubadora tecnológica que lo ideó. Según Lax, en breve el nuevo dispositivo comenzará a venderse en la Argentina.
Tal Frieman, de Medinol, una empresa experta en stents (dispositivos para tratar los bloqueos y la calcificación de las arterias coronarias), presentó el Piculet, catéter vibrante que permite perforar la placa de colesterol y tratar la oclusión crónica (de más del 95%), que a veces se localiza en arterias periféricas. Ya tiene permiso para su comercialización en Europa.
Otros exploran cómo aplicar conocimientos científicos todavía tentativos. La compañía Step Of Mind, por ejemplo, se basó en investigaciones de la doctora Simona Bar Haim, de la Universidad Ben Gurion, que muestran que el cerebro se “fortalece” cuando responde a situaciones inesperadas. Con esta idea en mente, diseñaron un par de zapatillas montadas en plataformas con pistones que se inclinan hacia un lado o el otro según un programa especial para cada paciente, y que de ese modo estimularían la rehabilitación de personas que padecieron trauma o ataque cerebral, y hasta ayudarían a prevenir las caídas en los mayores de 65 que ven declinar su equilibrio. Asher Peretz aseguró que los estudios clínicos indican que 22 sesiones de una hora, dos o tres veces por semana, logran mejorías.
Dentro de este grupo se encontraría también la compañía Neuronix, que prepara su ingreso en el campo de las terapias para mitigar el mal de Alzheimer. Después de cuatro estudios clínicos (el último, realizado en colaboración con la Universidad de Harvard), ellos proponen la estimulación magnética transcraneal combinada con entrenamiento cognitivo.
“Los resultados que obtuvimos duplicaron la efectividad de los fármacos”, dijo el físico Eyal Baror, uno de los que participaron en el desarrollo de un equipo que estimula seis regiones del cerebro con una leve corriente (el mismo principio se estudia para el tratamiento de la depresión). Hay que subrayar que este método despierta controversias entre los especialistas y todavía debe considerarse preliminar, pero según Baror los cambios se mantienen durante un año y medio, aproximadamente, y se traducen en que el paciente habla más, está más activo, puede encontrar las habitaciones en su casa, movilizarse por el vecindario o jugar con sus nietos. Ambos componentes de este tratamiento (los ejercicios cognitivos y el equipo de estimulación transcraneal) están aprobados para su venta en Europa y los Estados Unidos.

La conocida cámara hiperbárica se emplea en nuevas patologías

La conocida cámara hiperbárica se emplea en nuevas patologías

Inovytec Medical creó un desfibrilador automático que incorpora una larga lista de funciones: está conectado con un centro de emergencias y le transmite sus registros de uso periódicamente (indicando, por ejemplo, cuándo es necesario reemplazar la batería), instruye al usuario a través de audio y video e integra la desfibrilación y la terapia de oxígeno. “Aumenta dramáticamente las chances de supervivencia”, dijo Udi Kantor, cofundador de la compañía.
OrSense desarrolló una tecnología no invasiva que fue motivo de 23 patentes para medir la hemoglobina sanguínea, el test que se realiza antes de donar sangre. “En el mundo se realizan 100 millones de donaciones anuales -explicó Marcelo Alazraki, de OrSense-. Para realizar la medición, se ubica un dedo en el centro de un anillo que lo presiona levemente mientras es atravesado por una luz LED. Todo el procedimiento tarda entre 80 segundos y un minuto y medio.”
Pero sin duda la invención que dejó sin palabras al reducido grupo de periodistas especializados que participó de tres días de presentaciones es TopClosure, un aplicación revolucionaria para cirugía del trauma y heridas crónicas. “Muchas veces tenemos el problema de que falta piel como para realizar una sutura apropiada -contó el cirujano plástico y profesor de la Universidad Bar Ilan Moris Topaz, creador del sistema simple e ingenioso para aproximar gradualmente los bordes de una herida-. Es como un cierre: se colocan dos bandas plásticas especialmente diseñadas, que se van aproximando con una cinta dentada. No duele absolutamente nada y reduce increíblemente la cicatriz, porque se puede utilizar hilo de sutura mucho más fino. Debería estar en cada quirófano, en cada barco…”
Entre los usos novedosos de técnicas ya conocidas figura la aplicación de la medicina hiperbárica (con alta presión de oxígeno) para tratar lesiones deportivas y hasta para recuperar las causadas por ataque cerebral. Un provocativo trabajo publicado recientemente en la revista PloS One por el doctor Shai Efrati, del Assaf Harofeh Medical Center, sostiene que induce la neuroplasticidad incluso años después de sucedido el ACV.
LA NACION