Carlos Slim enfrenta la ofensiva del gobierno mexicano contra su casi monopolio de telecomunicaciones

Carlos Slim enfrenta la ofensiva del gobierno mexicano contra su casi monopolio de telecomunicaciones

Por John Paul Rathbone y Adam Thomson
Fue un mal inicio de año para Carlos Slim. El hombre más rico del mundo perdió cerca de 2.000 millones de euros en Europa como consecuencia de una emisión de derechos de suscripción y la caída del precio de las acciones de la compañía holandesa de telecomunicaciones KPN, su primera incursión seria fuera del continente americano.
Y en México, los reguladores parecen estar decididos a atacar su fortaleza de telecomunicaciones con medidas para reforzar la competencia.
Mientras tanto, las acciones de América Móvil, la compañía que hace diez años él se dedica a apuntalar, retrocedieron 10% el 13 de febrero después de que informó una caída de 8% de sus ganancias. La pregunta es si Slim, perdió esa virtud de convertir en oro todo lo que toca. “Por suerte, nunca la tuve,” le dice a Financial Times desde su oficina ubicada en el distrito comercial de Ciudad de México. Fue una respuesta ingeniosa de este magnate de 73 años, con reputación de tener un impecable timing para los negocios.
Sigue quedando poco claro el porqué está activo en Europa. “Estamos en Europa porque queremos estar en Europa,” dijo. Pero asegura que no está preocupado por sus inversiones allí, que consisten en 23% de Telekom Austria y 28% de KPN
“El precio de las acciones es importante, a la larga. Pero ¿cuándo llega ese momento?. Nosotros tenemos una visión de largo plazo”.
“Hay especuladores que compran y venden. Hay inversores como Warren Buffett. Y hay empresarios, como yo”, aseguró. “Lo importante es la visión del negocio, las potenciales ganancias y el desarrollo. No importa si el precio de las acciones suben o bajan,” agregó.
Slim se estira y hace sonar un timbre sobre la mesa. Ingresa a la sala un empleado con una serie de documentos. Slim los toma y los desliza hacia el otro lado de la mesa. Son sus diez mandamientos, un manifiesto filosófico de los principios que rigen en los negocios. “Mire éste, el número ocho, proviene de mi padre: El optimismo firme y paciente siempre da frutos.”
Su compañía está ahora invirtiendo fuertemente, unos u$s 10.000 millones anuales, para mantenerse en la frontera tecnológica de su industria. Esto permitió a América Móvil a vender servicios triple-play (voz, internet y televisión) en todo el continente americano.
La única evidente excepción es México, donde las autoridades hasta ahora lo han confinado a la tecnología e Internet. Además, el nuevo gobierno parece decidido a poner fin a su casi monopolio en las telecomunicaciones y a crear oportunidades para nuevos participantes.
Slim se muestra a la defensiva. Cuando se le preguntó si se sentía perseguido, respondió con un rotundo “No”.
En cuanto al estudio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) que señala que su posición dominante en el sector de telecomunicaciones de México sofocó el crecimiento económico, recurrió a una serie de estadísticas para refutar ese argumento. En diciembre pasado, América Móvil brindó una presentación detallada a los inversores que hacía lo mismo.
Sin embargo, lo que queda claro es que si el nuevo gobierno se toma en serio la competencia, lo que sería perjudicial para su negocio de telecomunicaciones, tendrá también que ocuparse del mercado de la televisión, que actualmente está dominado por dos operadores, Televisa y Azteca. Y eso podría beneficiar a Slim.
“El contenido es muy importante. Queremos ofrecer a nuestros consumidores lo que ellos quieren ver, cuando ellos quieren verlo y a un precio que les guste”. Antes de terminar la charla, la conversación giró hacia Argentina. La mayoría de los empresarios considera que la falta de previsibilidad regulatoria y las restricciones cambiaras constituyen un serio desafío. ¿Y él qué opina? “Me gusta Argentina, un país magnífico. Es predecible: siempre se puede estar seguro de que allá no se pueden conseguir dólares,” respondió.
EL CRONISTA

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