10 Feb Oesterheld infantil, el costado más tierno del creador de El Eternauta
La historia “Eran tres amigos”, recientemente relanzada por el sello editorial porteño Planta Editora es uno de los cuentos para chicos que Héctor H. Oesterheld escribió durante la década del ’40, cuando aún no era el exitoso autor de El Eternauta y se ganaba la vida como geólogo. El relato, que resalta el valor de la amistad y la pasión por la aventura, ya había sido rescatado de cinco décadas de olvido al ser publicado por esta misma casa editorial cuando inauguró su catálogo en 2008. Cinco años después de aquella primera reedición, que rápidamente se agotó, aparece ahora, incluyendo los dibujos del diseñador e ilustrador platense Mariano Grassi.
El cuento, que tiene a una chica llamada Cristina y al conejo Amapola como protagonistas, fue publicado por primera vez en 1946, con la firma de Héctor Sánchez Puyol, el seudónimo que por esa época usaba el creador de Ernie Pike y Mort Cinder.
“Mientras buscaba material para armar el plan editorial, estaba leyendo un libro de entrevistas a Boris Spivacow, editor del Centro Editor de América Latina, y cuando habla del plan de edición infantil menciona que había trabajado con Oesterheld”, contó Luciana Delfabro, directora de Planta Editora. Fiel a su idea de rescatar escritores consagrados que hubieran producido obras para chicos, Delfabro no dudó en inaugurar su catálogo con el cuento de Oesterheld.
“Cada vez que salía el sol detrás de la colina blanca, la alondra volaba muy alto y anunciaba la gloria del nuevo día. Y cuando ya estaba entrada la mañana, el buen sol se quedaba contemplando una escena que se repetía todos los días a la orilla del arroyo: la reunión de Arbolito Verde con sus dos amigos, una niña que se llamaba Cristina y el conejo Amapola”, escribió el joven Oesterheld, al abrir su relato animado por hadas, príncipes, gnomos y animales que viven aventuras en las que el compañerismo es el eje central.
Según recuerda Martín Oesterheld, uno de los nietos del creador de El Eternauta y poseedor de los derechos de la obra, “desde que tengo memoria, este libro fue parte de lo que quedó de la mudanza de la casa de Béccar donde vivía mi familia. Durante mucho tiempo estuvo en un baúl, junto con la colección de la primera edición en castellano de Tintín, libros de la editorial Casterman, Blueberry y Asterix en francés, Spirou y Fantasio, libros infantiles en alemán, francés e inglés, libros noruegos increíblemente ilustrados, cuentos clásicos alemanes… todos editados de una manera mágica. No sé de dónde los sacaba.” Para Martín, los libros infantiles “tienen una magia especial y pienso que Luciana sabe cómo activarla. La obra para chicos de mi abuelo es bastante grande y prácticamente desconocida, lo que hizo Luciana fue espiar un poco en ese baúl y rescatarlo en una edición muy hermosa.” En los planes de la editorial está la reedición de más relatos infantiles del padre de la historieta argentina. «
“La obra para chicos de mi abuelo es bastante grande y prácticamente desconocida.” Martín Oesterheld
TIEMPO ARGENTINO