La peor carrera

La peor carrera

Fueron cuatro impactos de bala de 9 milímetros que dieron en su cabeza y en una de sus manos. Así murió la modelo Reeva Steenkamp, de 30 años, elegida entre las “100 mujeres más sexys del mundo” por la revista FHM. Para los investigadores, el autor de los disparos es nada menos que Oscar Pistorius, apodado Blade Runner , una celebridad del atletismo paralímpico, pero, además, el primer atleta discapacitado en haber participado en unos Juegos Olímpicos el año pasado, en Londres.
El caso, investigado por la policía sudafricana, tiene varios frentes para prestar atención. Los disparos se realizaron en la madrugada (se estima a las 4 de la mañana), y se presume que Reeva quería darle una sorpresa a su novio. La víctima publicó en Twitter el día anterior, en la víspera de San Valentín: “¿Qué tenés bajo la manga para vuestro amado mañana?” Por eso, dentro del hermetismo del caso, una de las primeras hipótesis es que Pistorius disparó contra su novia al confundirla con un ladrón, cuando ésta se disponía a dar una sorpresa al deportista
Sin embargo, Katlego Mogale, un vocero de la policía de Pretoria, anunció que Pistorius había sido imputado por un delito de “asesinato”, lo que excluía la hipótesis original de la muerte accidental. Tras su arresto, Pistorius, que compareció ante la policía con una chaqueta de color gris claro, fue trasladado a un hospital para ser sometido a exámenes médicos que incluyen un test de alcoholemia y un chequeo en busca de signos de violencia.
Estrella en su país, leyenda del atletismo mundial, ejemplo para millones de jóvenes deportistas y considerado por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, Pistorius comparecerá hoy ante el Tribunal de Instancia de Pretoria. Sudáfrica está conmocionada porque la víctima era una celebridad en el país, donde este fin de semana iba a ser protagonista en un reality show de estreno en la televisión nacional.
El atleta, de 26 años, nunca ocultó su afición por las armas e interrogado sobre la frecuencia con la que practicaba tiro, declaró en una entrevista a The New York Times a comienzos de 2012: “Sólo de vez en cuando, cuando no puedo dormir”. El arma del crimen es “una pistola 9mm y está registrada a nombre del señor Pistorius”, dijo la policía.
“La única persona que nos puede contar qué pasó, es el mismo Oscar. Si alguien emitirá un comunicado tendrá que ser Oscar. Está triste ahora”, admitió Henke Pistorius, padre del atleta. “Aún no disponemos de mucha información. Está con la policía y el caso está en manos de las autoridades. Evidentemente estamos conmocionados”, añadió.
Los primeros comentarios indican que el fiscal de la causa tenía previsto oponerse a una liberación bajo fianza, precisando que “ha habido precedentes de denuncias por disputas domésticas en el domicilio del acusado”. Los investigadores aún no han podido establecer la hora exacta del crimen y la sola certeza es que “la policía fue alertada sobre las 4 de la madrugada por algunos vecinos” de la residencia en la que vivía el corredor, un complejo de pequeñas viviendas de dos pisos, rodeadas de palmeras y una valla eléctrica. Tras detenerlo, la policía admitió que tenía conocimiento de “disputas familiares” en su domicilio en el pasado.
Algunos de los vecinos del atleta, que nunca escondió su afición a las armas, pensaban que podía tratarse de un accidente. “Para ser sincero, siempre hubo rumores alrededor de Oscar, pero en la mayoría de ocasiones lo atribuí a su fama. Por lo que sé, es un tipo bueno y bastante desconectado del barrio. Creo que es posible que sea de hecho inocente”, confió uno de ellos, Kyle Wood, de 25 años.
La vida privada de Pistorius ya había provocado algún escándalo en el pasado. En 2009 pasó una noche en prisión después de haber sido acusado de agresión sexual por una joven de 19 años en una fiesta. Su ex novia Samantha Taylor declaró incluso el pasado mes de noviembre que “Oscar no es ciertamente la persona que la gente cree que es”.
Sudáfrica cuenta con una de las tasas de criminalidad más altas del mundo. Se cometen 50 asesinatos por día, según las estadísticas, y en la provincia de Gauteng (abarca las áreas metropolitanas de las ciudades de Johannesburgo y Pretoria), el estado donde vive Oscar Pistorius, se registraron 7039 robos a casas durante 2011. En una entrevista en septiembre de 2012 al medio británico Daily Mail, Pistorius confesó algo poco común: en su habitación dormía con una pistola al lado de la cama, una ametralladora debajo de la ventana y un bate de béisbol y otro de cricket detrás de su puerta. Evidentemente, delataba sus temores con todo lo relacionado con la inseguridad.
Por ahora, muchas dudas que desde hoy se irán develando. Pero no hay duda de que se trata de un crimen que conmocionó al mundo.
LA NACION