Crisis de los paradigmas legales en la discusión sobre contenidos en Internet

Crisis de los paradigmas legales en la discusión sobre contenidos en Internet

Por Franco Varise
En momentos de grandes cambios paradigmáticos, la Asociación de Editores Digitales Argentinos (Aedia) realizó ayer un debate sobre los conflictos y desafíos del intercambio de bienes culturales en el entorno digital. Frente a una creciente ofensiva de la industria del cine, la música y las editoriales contra los sitios de Internet que facilitan el intercambio de contenidos, la pregunta es hasta dónde los derechos de propiedad intelectual pueden transformarse en un argumento que cercene la libertad de expresión en Internet.
En un panel compuesto por Guillermo Ocampo, director general de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic); Beatriz Busaniche, directora ejecutiva de Wikimedia Argentina, y Franco Piccato, coordinador de proyectos digitales del diario La Voz del Interior, el tema sobre el copyright, copyleft y los modelos de negocios llevaron la discusión hacia el nudo del problema: “El dinero”.
“Me gustaría estar de acuerdo con Busaniche y pensar en una Internet totalmente libre, pero no creo que pueda ser así; estamos discutiendo porque existe un problema económico: los que arman sitios en Internet no lo hacen por ser altruistas y nosotros tampoco”, dijo Ocampo al sostener que la recaudación de derechos de autor musicales son la mejor manera de proteger los derechos de los músicos en la Argentina. “Internet reemplazó al modelo físico de negocios, y en este traslado hay una pérdida de ganancias”, agregó.
Busaniche, que también trabaja para la Fundación Vía Libre y es public leader de Creative Commons en la Argentina, señaló que una de las características de los sistemas capitalistas es precisamente el desplazamiento o reemplazo de tareas y con ello de modelos de negocios por las nuevas tecnologías. En este sentido, entiende que el esquema legal que rige la protección de los derechos de propiedad intelectual provoca pérdidas económicas porque es anacrónico. “Evitar que alguien comparta una copia de un bien cultural en Internet es como intentar inventar un agua que no moje; por eso el copyleft (derechos acotados por el mismo autor) es un parche, un sistema que surge en la emergencia… hay que pensar que el bloqueo de un sitio en Internet es un acto de censura”, expresó. “Lo que está en riesgo es la libertad de expresión si es que vamos a poner el copyright por sobre todos los demás campos de la vida social”, dijo Busaniche.
Para Piccato no se trata tanto de una discusión filosófica, sino de encontrar modelos de negocios combinados, actuales y novedosos que equilibren las ganancias. “Hay que reinventar los modelos mentales primero y los legales después”, opinó Piccato. Para graficar su posición, Busaniche esgrimió: “Disney, que hoy ataca a los sitios de Internet, hizo su fortuna abrevando en historias de dominio público. Estos que hoy son radicales defensores del copyright se enriquecieron usufructuando el dominio público que hoy quieren restringir”, esgrimió Busaniche.
Del otro lado, Ocampo interpeló: “La gente no entra a un quiosco y se lleva una Coca-Cola porque entiende que está mal, pero esa gente no piensa lo mismo cuando baja una obra de Internet”. Ante este dilema Busaniche respondió: “Son bienes diferentes: una copia no desapropia al dueño, por eso no es comparable con la Coca-Cola. Se trata de bienes no rivales y de una naturaleza diferente… Si hoy no se venden CD probablemente sea porque el soporte es obsoleto”.
Más adelante, Hernán Botbol, uno de los dueños de Taringa!, explicó cómo están avanzando con acuerdos tanto con las editoriales como con los músicos (Taringa! Música) para frenar los litigios penales que pesan en su contra. En este punto, Busaniche consideró “increíble” que este tipo de conflictos terminen en la justicia penal.
LA NACION