28 Feb Corte de Nueva York rechazó revisar fallo y el Gobierno dijo que no pagará a buitres
La audiencia celebrada ante la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York achicó las opciones legales que le quedan a la Argentina en su batalla contra los fondos buitre. Los jueces denegaron la petición argentina de que la sentencia que había dispuesto el pago a los fondos buitres sea revisada por el plenario de la cámara (“en banc”), con lo cual si dicho fallo llega a ser ratificado, la única posibilidad que queda en pie es presentar un recurso ante la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos.
Con esta decisión, se cerró la puerta que hubiera permitido revisar el criterio de pari passu que aplicó el tribunal en contra de la Argentina, por el cual el país quedaba obligado a pagar los demandantes en forma a los bonistas que habían aceptado los canjes de deuda del 2005 y el 2010. Así lo informaron a El Cronista dos fuentes que presenciaron la audiencia celebrada ayer, quienes de todos modos reconocieron que esa probabilidad era de por sí baja.
El eje de la presentación argentina fue la ratificación de que no cumplirá con una sentencia que obligue a pagar el 100% de la sentencia a los holdouts que reclaman u$s 1.330 millones y que su última oferta es efectuar un pago en los términos del último canje.
El abogado Jonathan Blackman, letrado de Cleary Gottlieb que representó al país, fue terminante: “No obedeceríamos voluntariamente una orden así”, dijo. Aludía a la sentencia del juez Griesa, que obligó a depositar el 100% del reclamo en una cuenta de garantía y dispuso embargar los pagos regulares si no se cumplía.
La Argentina, remarcó el letrado, quiere encontrar una solución que sea “factible y que no cree una confrontación terrible”. Eso, confirmaron funcionarios más tarde, es un pago en los términos del canje de 2010, con el que se completó una renegociación cercana al 93% de la deuda defaulteada en 2001.
La delegación argentina estuvo encabezada por el vicepresidente Amado Boudou y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino. No era necesario que estuvieran ahí, pero la presidenta Cristina Fernández decidió que esa misión “de alto nivel” dijera presente para remarcar la importancia política del juicio.
La representación argentina debió responder cerca de un centenar de preguntas, muchas de las cuales hacían olfatear una decisión favorable al fondo litigante NML Capital, de Elliot, propiedad de Pauls Singer.
Fue la jueza Reema Raggi, de origen republicano, la más hostil para con el país. Al comienzo de la audiencia, indicó que la Corte debe velar por el cumplimiento de los contrarios y “no reescribirlos”. Raggi también consideró que “difícilmente parece apropiado” no cumplir una orden de la corte para que el país pague a los inversores que reclaman judicialmente, según consignó Reuters. Incluso, llamó “víctimas” a los holdouts.
La audiencia comenzó pasadas las 14 (las 16, hora argentina) y duró más de dos horas. Boudou y Lorenzino llegaron quince minutos antes del arranque. También asistieron el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, el subsecretario de Legales, Matías Isasa, el director ante el Banco Mundial, Guido Forcieri, y la embajadora en Estados Unidos, Cecilia Nahón.
La Argentina expuso durante 40 minutos. “Representamos a un gobierno y a los gobiernos no se les pide hacer cosas que fundamentalmente vienen sus principios”, remarcó Blackman. Más tarde, Boudou dijo a los medios: “No vamos a aceptar situaciones en las que se infrinja la ley argentina”, que dispone que no se le puede realizar una oferta mejor a los bonistas que la efectuada a quienes ingresaron al canje. Theodore Olson, representante de NML y del fondo Aurelius, usó 25 minutos. Insistió en que quieren cobrar el 100%, pero dijo que no quieren afectar intereses de terceros, en una clara alusión a los bonistas que ingresaron al canje y cuyos pagos se verían perjudicados.
Expusieron representantes de los bonistas con bonos reestructurados. El abogado David Boies dijo: “Somos partes inocentes. Represento gente que hizo lo que creyó que estaba bien. Lo que hicieron no debería jugar contra ellos”. También el Bank of New York, agente fiduciario, tuvo sus minutos.
La Corte se tomará entre uno y dos meses para definir. El mejor de los mundos para Argentina es que se acepte su propuesta de pagar en los términos del canje. La Corte también puede validar la sentencia de Griesa, pero quitar los embargos a los agentes de pago, lo que sería un alivio y evitaría el default técnico. El otro escenario es el más temido: la ratificación absoluta del fallo de primera instancia.
EL CRONISTA