Aguas que invitan a viajar

Aguas que invitan a viajar

Por Fernando Bello
En algunos destinos turísticos el árbol llega a tapar el bosque. Ocurre que esa atracción única, sobresaliente, opaca a las demás propuestas. Y no es raro que el viajero descubra esa riqueza recién cuando está en el lugar. Las pistas de esquí de Caviahue y el complejo termal de Copahue son ese árbol cuyo fulgor, a veces, no deja ver todo un bosque de rincones, atractivos, riquezas y paseos que aguardan en el noroeste de Chubut.
En verano es evidente que la nieve ya no cuenta y es habitual cometer el error de pensar que el calor y las termas no se llevan bien. La realidad es que este dúo de parajes invita a descubrir mucho más. En los alrededores de Caviahue aparece la quietud infinita de la Laguna Escondida en un trekking que recorre el bosque de araucarias y ñires; el avistaje de aves se presenta como una excusa perfecta para una estadía; las siete cascadas del río Agrio son el escenario perfecto para el mountain bike, y las playas de arena volcánica de la Hualcupen incitan al dolce fare niente.
El lago Caviahue es perfecto para salir a remar y, tanto en el espejo de agua como en algunos de los arroyos y ríos cercanos, la pesca con mosca promete truchas de buen porte, especialmente en sitios como Trolope, Achacosa y Rincón.
En la vecina Copahue, ascender hasta el cráter del volcán que le presta su nombre es una actividad ineludible. Así como también disfrutar de los baños de vapor, que están construidos sobre manantiales naturales y fumarolas, o sumergirse en la famosa Laguna del Chancho y llenarse de fango, aplicarse algas naturales extraídas de la terma o máscaras hidratantes en Copahue.

Aguas que bajan clarasAlrededor de Caviahue y Copahue hay una serie de lagunas y cascadas que merecen una visita. Entre ellas, el Salto del Agrio es una alternativa destacada. Tomando la ruta 27 en dirección a Copahue se avanza hasta que aparece el camino del Cañadón del Trolote. Siguiendo con atención la señalización, que es bastante buena, a lo largo de casi 10 kilómetros, las araucarias se mezclan con pequeñas caídas de agua. Una pirca marca el final del recorrido y tras una caminata brevísima se accede al espectáculo que motivó la excursión. El Salto del Agrio impresiona con sus 60 metros de altura que culminan en una laguna brillante, donde el arco iris suele aportar su color a la escena.
Mucho más cerca de Caviahue, otra cascada para descubrir es La Escondida. Son apenas un par de kilómetros y no es necesario tener experiencia en la montaña, ni estar súper entrenado. Alcanza con disponerse a caminar. En el trayecto es posible detenerse a tomar excelentes panorámicas del pueblo y sus alrededores. Al llegar a la Cascada, es posible seguir andando para visitar la laguna del mismo nombre, un espejo de aguas tan calmas como transparentes.
Finalmente, una tercera propuesta es tomar el camino a la cercana Loncopué para llegar hasta las playas de arena volcánica de la laguna de Hualcupén. Este pequeño espejo está enmarcado por los suaves cerros cercanos y por la identidad propia de una colonia de pastoreo. La cámara siempre lista es condición para tener excelentes postales de esa majada que puede aparecer en cualquier recodo del camino. Y los hay muchos porque la ruta de ripio sube en zigzag hacia la laguna. Tras llegar a un balcón que la muestra con toda su belleza, la senda vuelve a bajar hasta la playa.
EL CRONISTA