29 Jan Microcréditos que ayudan a avanzar en la vida
Silvia Stang
Habla con entusiasmo y muestra las mejoras que pudo hacer últimamente en su casa, lindante con unos pastizales que se elevan desde una superficie que en una época estuvo cubierta por agua. De ese hecho se deriva el nombre del barrio: Los Piletones. María del Rosario Amarilla Méndez es vecina de esta villa, ubicada en el sur de la ciudad de Buenos Aires, desde hace 14 años. Y hace siete que se animó a creer en ella misma y en su capacidad de trabajo.
Fue entonces cuando tomó su primer microcrédito, de $ 200, que le otorgó la asociación civil Avanzar por el Desarrollo Humano, que tiene su sede en Villa Soldati y que preside la economista Marta Bekerman, directora del Centro de Estudios de la Estructura Económica (Cenes) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Con dificultades para ir a trabajar por una limitación física, Rosario empezó en aquel entonces a vender bebidas usando una heladera de un sobrino. “Tenía miedo de que no me compraran acá; yo no tenía ni freezer”, cuenta al recordar sus temores en el momento de comprar mercadería por primera vez.
Pero la noticia empezó a correr y los vecinos sí fueron a comprar. La venta empezó a generar ingresos y Rosario, con perseverancia y decisión, se fue animando a pedir más créditos: compró dos freezeres y amplió la variedad de bebidas ofrecidas. Hoy está algo preocupada por la competencia, pero desde Avanzar ya la orientan para diversificar su pequeño comercio.
La asociación civil comenzó a desarrollar sus actividades de microfinanzas en el año 2000. Tiempo después, y por un convenio firmado con el BID, encaró tareas de capacitación, con la mira puesta en hacer sustentables los proyectos de los emprendedores a los que ayuda. Además de las tutorías, se intenta facilitar la inserción de los emprendedores en cadenas productivas, buscando articular las actividades de estas personas con las necesidades de empresas que estarían dispuestas a requerir sus bienes o servicios.
Con el plan de capacitación, quienes emprenden reciben nociones básicas de administración y gestión de negocios, costos y estrategias de ventas. Además, se los incentiva a inscribirse en el monotributo social, como un primer paso hacia la formalización de sus tareas. Ese trámite les permite acceder, a un costo subsidiado por el Estado, a la atención sanitaria brindada por una obra social y a acumular aportes para acceder a la jubilación futura. Además, la inscripción habilita a emitir facturas, lo que abre más posibilidades para vender.
La asociación tiene en la actualidad 450 prestatarios, que reciben créditos que, en promedio, llegan a $ 3800. Para el primer crédito, el monto máximo es de $ 1500. Es usual que los prestatarios tomen varios créditos, con sumas cada vez más altas, a medida que crece su actividad. La cartera total de préstamos en curso es de $ 1,2 millones y se trabaja con tres asesores de crédito y seis voluntarios, además de los empleados administrativos.
Desde su nacimiento, Avanzar dio asistencia financiera y de capacitación a más de 2300 familias, principalmente de los barrios de Villa Soldati, Lugano y Mataderos. Quienes quieran conocer más de la asociación y ayudar, pueden visitar www.avanzar.org.ar o comunicarse por el 4918- 0057.
LA NACION