02 Jan Mar del Plata, clásica y eterna
Por Oliverio Campos
Una ciudad hermosa de cara al mar, a poco más de 400 kilómetros de Buenos Aires. Así es Mar del Plata, un enclave marítimo que cuenta con el encanto de centros balnearios europeos como San Sebastián o Biarritz, como se advierte en la arquitectura de estilo francés de la emblemática rambla y el casino, que se ubica junto al tradicional NH Gran Hotel Provincial. Año tras año. La Feliz, como se la conoce popularmente, renueva sus propuestas culturales, reuniendo los mejores espectáculos de música y teatro del país, que se disfrutan en el marco de sus playas amplias que vuelven la temporada de verano un clásico de la costa argentina. El plan es variado y hay para todos los gustos: relax en familia o con amigos, bañarse en las aguas del Atlántico, practicar deportes acuáticos como surf o windsurf y, siempre, las mejores opciones nocturnas con restaurantes, bares y discotecas que completan la grilla de actividades para unas vacaciones ideales.
Días al sol
Las playas más populares y elegidas cada año son las del centro: la Perla y la Bristol, perfectas para pasar el día bajo la sombrilla, tomar sol y disfrutar junto a la rompiente de las olas que perfuman la brisa costera. A sus espaldas se ubican los símbolos de la ciudad: las dos grandes esculturas de los lobos marinos realizadas por José Fioravanti en la década de 1940, en una plazoleta donde converge la rambla y paseo peatonal principal de la ciudad. Apenas al sur, camino al faro de Punta Mogotes aparecen balnearios más tranquilos como Playa Chica y Playa Grande, entre otras tantas que acompañan la ondulada costa marplatense; además de otros lugares como el emblemático Torreón del Monje -edificio de aspecto medieval, donde actualmente funciona una confitería de cara al Atlántico-, o el espectacular predio del Mar del Plata Golf Club.
Antes de llegar al faro, claro, aparece el puerto, donde además de los barcos pesqueros se ven los lobos marinos de un pelo, que nadan desde la reserva natural que se halla en las cercanías, repleta de aves marítimas y mamíferos como leones marinos, focas, y ocasionalmente delfines y toninas. Núcleo de la actividad pesquera en la zona, durante el día es posible ver a los trabajado¬res y pescadores aficionados abocados a la tarea que los convoca. Para completar el paseo, es cita obligada comer pescado fresco y mariscos en alguno de los tantos restaurantes de la zona portuaria.
Paisajes vecinos
Uno de los grandes atractivos de Mar del Plata es su cercanía con otros balnearios de la zona, además de paisajes inesperados que invitan a la aventura. Por ejemplo, a 20 kilómetros se encuentra Sierra de los Padres, una localidad que impacta por su belleza típica de las tierras de la pampa húmeda. Cabalgar por sus caminos rurales, comer asados en estancias o recorrer las costas de su laguna a caballo, son algunas de las actividades imperdibles. Asimismo, continuando el viaje hacia el centro de la provincia, aparecen ciudades como Balcarce, a 60 kilómetros de Mar del Plata, cuyos valles y sierras, surcados por arroyos y ríos de lluvia, son ideales para el trekkingy mountain bike; y su pintoresco casco histórico invita a conocer sus distintos bodegones y almacenes de pueblo. Además, a 45 kilómetros de La Feliz se ubica Miramar, un clásico balneario que se caracteriza por su perfil familiar y tranquilidad, donde una de sus mayo¬res atracciones es el Vivero Municipal, bautizado como “Bosque energético”, donde se percibe un aura especial.
La city marplatense
Los amantes de la aventura se encontrarán muy a gusto en esta ciudad. Tierra de surfistas, tiene las mejores olas tubulares y una excelente disposición de los vientos que permiten disfrutar del surf durante todo el año en ciertos puntos como Playa Estrada, Punta Iglesia y Waikiki. Otra pasión local notable es la del patin. A su Patinódromo Municipal se le suma diferentes circuitos que se llenan de patinadores, como el circuito rutero de Punta Mogotes, sede del maratón Roller Mar del Plata, que hace gala de la tradición en la actividad, con referentes como Nora Vega, la mayor campeona de patín del país. Asimismo, es un centro urbano de importante actividad comercial y cultural con un gran atractivo arquitectónico. Barrios residenciales como Los Troncos y sitios como Villa Victoria, antigua casa de la escritora Victoria Ocam-po que hoy funciona como centro cultural, recuerdan las épocas iniciáticas de Mar del Plata como centro turístico en la primera mitad del siglo pasado. El Museo de Arte Juan Carlos Castagnino, monumentos como el dedicado a la poetisa Alfonsina Storni o sitios como el Teatro Colón, que suele incluir homenajes al músico e icono marplatense Ástor Piazzolla, dan cuenta también de su tradición como ciudad de las artes.
Y los que buscan actividades nocturnas no pueden dejar de recorrer las discotecas y bares de la calle Alem, avenida Constitución y los coquetos bares de la calle Güemes, repleta de boutiques de las marcas más prestigiosas. El teatro es otro de los fuertes cada temporada, y este año se espera a figuras de la talla de Antonio Gasalla, Julio Chávez y comediantes como Carmen Barbieri. Sin dudas, Mar del Plata en verano es una opción tan clásica como eterna para pasar unas vacaciones.
REVISTA CIELOS ARGENTINOS