El presupuesto playero subió hasta un 40% durante el último año

El presupuesto playero subió hasta un 40% durante el último año

Por Matias Bonelli
No matemos a la gallina de los huevos de oro, que es el turista”. Apenas había arrancado la temporada, y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, lanzó un pedido a comerciantes, gastronómicos y hoteleros para que no hicieran explotar los precios.
En un primer momento esa postura parecía que se cumpliría, aunque con el correr de los días la realidad mostró un camino totalmente diferente. Según lo que se observa en los principales balnearios argentinos, el costo de vida playero se incrementó hasta un 40% durante esta temporada, y en comparación con la anterior.
La explicación de los comerciantes tiene como fuerte referencia a la inflación que se dio entre un año y otro, aunque lo cierto es que también se nota un ensanchamiento exagerado en algunos valores, que desde ya tiene que ver con la llegada del verano.
En destinos de buen poder adquisitivo como Pinamar, por ejemplo, se estima que una familia tipo gastó en 2012 a diario entre $ 1500 y $ 1700, suma que incluye alojamiento, carpa y gastos extras como supermercado, comidas y recreación. Para este verano, esa cuenta se movió entre los $ 2000 y $ 2300, siempre tomando como referencia los gastos anteriores.
Claro está, esta cuenta variará de acuerdo con el balneario elegido, ya que los precios difieren entre un lugar y otro, y a veces por varios cuerpos.
El costo mensual de las carpas, uno de los de mayor peso en los presupuestos, va desde los $ 2.500 de Valeria del Mar y Mar del Plata, hasta los $ 5.000 que se pueden llegar a pedir en Pinamar y Cariló.
Incluso, las diferencias se ven en aspectos como los almuerzos en los restaurantes de los propios paradores. Mientras que en Mar del Plata pueden promediar los $ 60, para luego saltar hasta los $ 65 de Mar de Las Pampas, los $ 90 de Pinamar y los hasta $ 140 de Cariló.
¿Qué llevó a los distintos integrantes del negocio turístico a intentar sacar un rédito mayor al que la realidad indicaba?
Con el cepo cambiario, se estimó que muchos viajeros optarían por destinos locales para sus vacaciones, algo que les daría un interesante volumen de turistas listos para gastar. Y aunque finalmente muchos sí eligieron las localidades argentinas, lo cierto es que muchos lo hicieron aunque en períodos cortos, debido a que durante el año ya habían gastado a cuenta en los feriados largos. El resultado fue claro: una temporada de precios altos, y con una actividad apenas discreta, según sostienen ahora los propios operadores turísticos.
EL CRONISTA