El arte contemporáneo y de la posguerra bate récords

El arte contemporáneo y de la posguerra bate récords

Por Alicia de Arteaga
Un récord histórico se marcó el martes por la noche en Christie’s Nueva York al cerrar la primera jornada de subastas de arte contemporáneo y de posguerra en la sala de Rockefeller Center con un total de 388,85 millones de dólares. Nunca había sucedido algo semejante, un salto tan espectacular en la cotización de obras de la segunda mitad del siglo XX, lo que confirma la fortaleza del mercado y el giro copernicano en el gusto de los compradores.
En los 80, cuando despegó el supermercado de arte, impulsado por los yenes de los japoneses, los ojos estaban puestos en el arte impresionista y, especialmente, en la obra de Vincent van Gogh, el holandés que no pudo vender un cuadro en su vida, que se suicidó en un asilo del sur de Francia y cien años más tarde era el artista más caro del mundo.
El fenómeno hoy se llama Mark Rothko, un ascético y minimalista colorista que desde ayer es el artista contemporáneo mejor cotizado. Naranja rojo y amarillo, subastado en 86,88 millones de dólares, era el Rothko de mayor calidad que aparecía en el mercado desde 2007.
Pintado entre 1958, cuando hizo los murales para el edificio Seagram, y 1961, cuando terminó las obras para Harvard, este degradé de tonos cálidos y sensuales fue adquirido por un comprador anónimo que ofertó por teléfono y, tras una batalla electrizante de siete minutos, se quedó con la pintura.
Dato no menor, el cuadro procedía de la colección de David y Gerry Pincus, filántropos de Filadelfia, dueños de una pinacoteca única consagrada al expresionismo abstracto. Los 13 cuadros de los Pincus, incluidas obras de Barnet Newman, Jackson Pollock y Willem de Kooning, cambiaron de manos por 175 millones de dólares.
Sólo por un instante habría que recordar que durante más de diez años el cuadro récord del mercado de arte fue Retrato del doctor Gachet, rematado en la primavera de 1990 por 83 millones de dólares. El comprador de ese cuadro melancólico y bello resultó ser un japonés millonario, ligado al negocio del papel, llamado Rioey Saito, pero en la sala levantó la mano su marchand personal, llamado Kobahashi, con base de operaciones en el distrito de Ginza. Esa cota parecía imposible de superar.
De artista de culto a artista fetiche, Rothko sintetiza lo mejor de la abstracción sensible, con sus vibraciones de colores en bandera que evocan mucho más de lo que muestran e inspiran meditación y silencio. El mejor ejemplo es la Rothko Chapel, de Houston, Texas. Un claustro pequeño tapizado de obras de este artista mayúsculo, con un espacio en el centro destinado a la meditación de todos los credos.
El mensaje que llega encriptado con los récords es que el precio de las obras de arte nunca retrocede. Todo lo contrario, cada vez más caras, cada año más “cercanas”.
En el total de casi 400 millones de dólares cosechado anteanoche en Christie’s se consignan 14 nuevos récords de precios para obras de Joseph Albers, Jeff Wall, Gerard Richter y el satánico Barnet Newman, que marcó con su Onement V, de 1952, un récord de 22 millones de dólares.
Parece que fue ayer cuando la colección de los Havemeyer, millonarios del azúcar, logró un total de 37 millones de dólares y fue noticia de tapa. O cuando Amalita Fortabat compró el sonado Turner por siete millones de dólares. ¿Cuánto costaría hoy la tela sublime del inglés que vio la luz como nadie, pintada en una terraza veneciana una noche de carnaval? Cualquier precio. Si decimos 150 millones, tal vez pecamos de mezquinos.
El valor estimado del Rothko récord era de 35 millones de dólares y se vendió por 86,9 millones de la misma moneda. El 8 de mayo quedará en los anales de la historia del mercado de arte como el día en que se quebraron todos las marcas históricas para el arte contemporáneo. De los diez lotes más caros de la noche, ocho fueron comprados por “anónimos telefónicos”. Dos coleccionistas, uno europeo y el otro norteamericano, completan el listado.
Las subastas de arte contemporáneo y de posguerra seguirán hoy en Sotheby’s en un clima de euforia sin precedente, abonado por la sensación creciente de que en un mundo de incertidumbre el arte es una de las pocas certezas que nos quedan. No sorprende entonces que se cotice en alza.

Ventas espectaculares
ORANGE, RED, YELLOW
Autor : Mark Rothko
Año : 1961
Valor : US$ 86.882.500

FIRE COLOR 1
Autor : Yves Klein
Año : 1962
Valor : US$ 36.482.500

NUMBER 28
Autor : Jackson Pollock
Año : 1951
Valor : US$ 23.042.500

ONEMENT V
Autor : Barnett Newman
Año : 1952
Valor : US$ 22.482.500

ABSTRAKTES BILD
Autor : Gerhard Richter
Año : 1993
Valor : US$ 21.810.500

SEESTÜCK
Autor : Gerhard Richter
Año : 1969
Valor : US$ 19.346.500
LA NACION